Lluvia de estrellas.
“Para ver a
Dios nacimos, que en la Tierra somos polvo y el en el Cielo, peregrinos”. “Deus
te guie bem guida, que en o céu foste criada”.
Con estas oraciones se
saludaba a las estrellas fugaces.
En el pasado se creía
que las lluvias de estrellas eran “siembras de almas” con las que los dioses
bendecían a la Tierra. Personalmente creo que este año tiene mucha importancia
la visita de nuestras amigas las Perseidas, ya que coincide con el casi final de
un ciclo solar y sus energías se mezclaran con las ondas energéticas que están
produciendo los vientos solares. También estamos en pleno cambio de era, así
que todo junto será muy beneficioso y nos aportara fortaleza y voluntad para
seguir en el camino evolutivo que estamos viviendo.
Cada mes de Agosto
nuestro planeta atraviesa la zona de partículas de cometas que atraídas
por él, entran en nuestra atmosfera
desintegrándose y, dejando su “simiente” en el planeta, creando además un
maravilloso fenómeno en nuestro cielo.
Este año (2016) la
Luna interferirá en la observación del fenómeno, ya que aparecerá en el cielo
en fase creciente. No obstante las podemos observar la noche del 11 a 12 de
agosto a partir de las dos de la madrugada, que es cuando está previsto el
primer ciclo de actividad y la Luna tendrá
menos efecto.
Las Perseidas, son
polvo del cometa Swift-Tuttle, que fue descubierto en 1862, vienen de la
constelación de Perseo (de ahí su nombre), ya que se les llama “las hijas de
Perseo”, las Perseidas.
La constelación de Perseo se encuentra cercana
a la de Andrómeda, y su historia en la mitología nos cuenta que Perseo era hijo
de Zeus y de Dánae la de la “lluvia de oro”, mientras que Andrómeda era
princesa de Etiopia. Para expiar el pecado de su madre, Andrómeda fue ofrecida
en sacrificio a un terrible monstruo marino. Encadenada a una roca a orillas
del mar, la princesa esperaba su destino cuando Perseo acudió en su rescate y,
mediante los poderes de la cabeza de Medusa, acabo venciendo al animal, para
después tomar a Andrómeda por esposa, formando la familia de los perseidas
(gentes de Persia), de la que descendería Heracles.
Si podemos no dejemos de ver tan
magnífico espectáculo, al tiempo que aprovechemos su radiante poder benéfico.
FELIZ LLUVIA DE ESTRELLAS
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