Nuestro cerebro está diseñado para percibir cualquier
elemento dentro del flujo del tiempo: pasado, presente y futuro.
Se han hecho diversos experimentos tanto por parte de la
ciencia, como por organizaciones esotéricas, y se ha llegado a la conclusión de
que tenemos la capacidad de predecir el futuro mediante una intuición que nos
permite presentir lo que va a pasar. Esto
ha hecho que la ciencia se replanteara algunos postulados “inamovibles”
respecto al tiempo.
El profesor Daryl Bem de la Universidad de Cornell ha
realizado una investigación sobre la percepción del tiempo de nuestro cerebro.
En ella presenta una evidencia empírica muy convincente, confirmando que en
ciertas ocasiones muchas personas pueden percibir acontecimientos futuros.
Lo más sorprendente de todo esto no es en sí la
confirmación de esta habilidad psíquica resguardada en el cerebro humano, lo
más sorprendente es que la ciencia parece estar dispuesta a aceptar fenómenos
que hasta ahora había negado rotundamente.
Durante siglos la ciencia ha monopolizado la capacidad
de designar las cosas como verdaderas o falsas, sin embargo muchos de estos
postulados resultaban erróneos, ya que no es en un recinto científico donde se
manifiestan estos fenómenos, sino en la propia población. A Partir de memes o
tendencias alternativas de pensamientos liberadas por mentes “rebeldes” la
población comienza a comprobar que existen cosas que supuestamente no debieran
existir y viceversa.
Una vez que esta corriente se ha generalizado, o al
menos ha alcanzado una dimensión significativa, los científicos empiezan a
diseñar métodos para comprobar científicamente estos fenómenos. Y en caso de que el
hallazgo fuese corroborado en distintos contextos, lo cual podría ocurrir
pronto, estaríamos entrando a un nuevo plano en cuanto a preceptos científicos
frente a la relación del cerebro humano con el tiempo.
Es
importante enfatizar que el concepto eje de esta investigación no es la
predicción, la cual se realiza a partir de análisis de eventos pasados, sino de
precognición (percepción consciente del futuro) y de premonición (percibir de
forma sensible pero inconsciente eventos que aún no suceden).
Bem busca desmarcarse de conceptos como el de paranormal o el de psiquismo, y más bien utiliza el termino PSI para describir el campo en donde opera su reciente investigación. “El termino PSI denota procesos anómalos de información o de transferencia de energía que son inexplicables en términos de mecanismos físicos o biológicos que ya conocemos.
Dos variantes del PSI son la precognición (percepción
consciente y cognitiva) y la premonición (aprensión afectiva) de un evento
futuro que de otra manera no podría ser anticipado.
Estamos más cerca que nunca de la confirmación científica
que exima a la transmisión de información de estar acotada al modelo lineal y
secuencial con el que abordamos culturalmente la dimensión del tiempo. La
información viaja por igual del pasado hacia el futuro, con el presente como
intermedio, que del futuro al pasado. Y este paso es fundamental para la
evolución de la consciencia humana. Nuestra cita con el diseño de un mapa de la
realidad basado en posibilidades y no de los absolutos está cerca.
Y posibilidad realmente trágica en el futuro de la
humanidad sería llegar tarde a ella.
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