jueves, 19 de diciembre de 2013

SOMOS EL CENTRO.




La Energía Primigenia no puede ser simbolizada en este mundo denso en que estamos manifestándonos, porque yace detrás de la dualidad de lo manifestado e inmanifestado.
Lo que podemos simbolizar es su cualidad mediante nuestro comportamiento  de vida. Este camino evolutivo del espíritu, no es ir por un sendero; es ser el sendero.

El Principio de Correspondencia  dice: Como es arriba, es abajo. Y basándonos en este axioma, podemos deducir  que el ser humano contiene en su ser los mismos principios que existen en nuestra Galaxia. Hace tiempo se confirmó que en el núcleo de nuestra Galaxia existía un súper masivo agujero negro.¿ Podemos pensar que en nuestro interior existe también un agujero negro? Y de ser así, vamos a intentar imaginar como lo hemos desarrollado, (por supuesto cada uno puede pensar a su aire).

Hace muchos años la Tierra se creía que era el centro del universo,  y el Sol (símbolo del alma) estaban dando vueltas a su alrededor, Cuando fue adoptada la teoría heliocéntrica, el alma (el Sol) paso al centro, y comenzó su proceso evolutivo. No fue un tránsito fácil, y a más de un científico de la época le costó la vida su teoría, la cual tuvo una gran repercusión en todas las áreas de la humanidad. Y finalmente se descubrió también, que tampoco nuestro Sol está en el centro de la galaxia, ya que gracias al satélite Hubble, hemos descubierto que somos una de las muchas “escuadras” que viajan adquiriendo conocimientos a través  del espacio.

Siempre me ha fascinado el misterio que encierran los agujeros negros, donde la energía se ve absorbida con tal rapidez que queda como paralizada, suspendida, un instante antes de perderse no sabemos dónde. No podemos verlo como un centro de luz, porque también es un centro de oscuridad, en realidad en su interior se unifican estos dos opuestos, estas dos polaridades, se podría decir  que es un centro donde el conocedor y el conocido se convierten en uno. 

Pero este año, se vio por primera vez, que no sólo absorbe energía sino que también la expande y siento que al igual que el centro del Universo el ser humano está exteriorizando su potencial interior, al haber conseguido  la alquimia de unir sus dos opuestos, al tomar conciencia de su naturaleza de luz y de sombra las cuales giran y se unen para componer una melodía cósmica. La Era de Acuario nos dio el aviso de salida para una nueva orientación de conciencia y somos muchos los que al escucharla hemos sentido que estamos más cerca de llegar a casa, nuestro futuro, ya es el presente. Disfrutémoslo.
Carmen.

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