TRABAJO DE PODER ENERGÉTICO
Comenzamos este trabajo haciendo el mudra, mano
izquierda, unimos pulgar y meñique.
Tomamos tres respiraciones profundas. Realizamos entonces
la invocación: Desde mi centro, aquí en el planeta Tierra, invoco a mis guías
para realizar este trabajo, que nada me aparte de mi propósito evolutivo para
mi bien y para todo aquel que se una a este propósito.
Tomando una respiración profunda centramos nuestra
atención en el centro Ajna, situado en el entrecejo. Mantenemos nuestra
atención en este punto y vamos sintiendo como la energía va aumentando. Poco a
poco notamos como se va formando un círculo que comienza a girar de izquierda a
derecha, lentamente. Siente como con el movimiento su vibración energética se
hace más potente….
Tomamos nuevamente una respiración profunda y, al exhalar
aumentamos la fuerza del pequeño disco que ha comenzado a brillar. Nos damos
cuente de que este disco se va separando unos centímetros de nuestro centro
Ajna y, debido a su movimiento giratorio, se va formando una bola de luz blanca,
del tamaño de una pelota de pin pon.
Podemos verla a unos 2 centímetros de nosotros, es brillante
y produce destellos anacarados….
Vamos a ir bajando esa bola lentamente por delante de nuestra cara hasta la garganta,
(siempre separada de nosotros). Ahí, en el Centro de la garganta Vishuda, nos
detenemos unos instantes, recogiendo la energía de dicho centro, que está
formada por el elemento Éter. Vemos como la bola que se ha formado absorbe esa
energía…
Seguimos bajando hacia el Centro del Corazón, Anahata,
nuevamente nos detenemos unos instantes absorbiendo su energía….
Seguimos nuestro recorrido por los Centros energéticos, y
bajando, nos situamos en nuestro Centro solar, Manipura, llenando nuestra
pequeña bola con su energía, nos damos cuenta de que al mismo tiempo que
aumenta su vibración su brillo y su velocidad está aumentando, siéntelo durante
unos segundos…
Seguimos bajando hasta situarnos en el Centro Sacro,
Svadhishana y, aunque la energía de este Centro es más lenta, la activación de
energía de nuestra pequeña bola sigue girando rápido y aumentando su poder.
Detente unos segundos disfrutando de esta creación…
Nuevamente emprendemos el camino hasta situarnos en el
Centro Raíz, Muladhara, en el perineo, situado entre el ano y nuestros órganos
sexuales. Nuevamente nos detenemos unos segundos y observamos la potente luz que emana de nuestra bola, sus
destellos anacarados son de una belleza indescriptible. Siente su fuerza
durante unos segundos. Este punto es la puerta de la vida, y su energía está
directamente relacionada con nuestra entrada como seres humanos en la Tierra.
Vamos a detenernos en este punto y unimos las energías
que hemos ido recogiendo con las de este Centro de poder….
Con toda esa vibración energética, subimos por la espalda,
por la columna como si fuera una escala, vamos subiendo, pero esta vez lo
hacemos en contacto con nuestro cuerpo, hasta alcanzar la nuca. Allí detenemos
nuestra bola que después de unos segundos, deja de girar….
Convertida en luz, esta energía alcanza el Centro
coronario, Sahastrara. Sientes entonces una potente energía que se eleva unos
centímetros más allá de tu cabeza. Esa Luz baja entonces al Centro Ajna penetrando por él, siente su poder….
Tomamos una respiración profunda y al exhalar sacamos del
Centro Ajna un chorro de energía, como una pequeña y potente nube que, delante
de nosotros, comienza a hacerse más grande adquiriendo el tamaño de tu persona.
Es una figura tenue y Etérica a la que reconoces, es tu doble etérico y puedes
dotarlo de tus mejores cualidades, Amor, Sanación, Alegría, Paz, Gratitud, etc.
Contémplalo y amalo, eres tu convertido en energía y, con
el poder de desplazarte allí donde lo necesites.
Una vez terminada y reconocida su creación tenemos que
devolver la energía nuevamente al campo cuántico. Toma una respiración
profunda, y dándole las gracias a tu doble Etérico, comienzas a reducir su
tamaño y llevas su energía a tu Centro Ajna donde la depositas para que se
vuelva a incorporar a sus respectivos centros.
Vamos a terminar sintiéndonos envueltos en el aura de
bienestar y paz que nos ha transmitido la realización de este trabajo, el cual
cerramos uniendo el dedo pulgar con el índice de la mano derecha.
Haz unas respiraciones profundas y lentamente vuelve al
aquí y el ahora.
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