Luna en Leo.
En Leo el principio fijo se une con el elemento fuego.
La Luna Leo indica que la persona es generosa y alegre, su vibración contagia a
los otros, cuando ríe, todos ríen con ella, siendo difícil sustraerse a su
influencia. La Luna Leo necesita respuesta del entorno, y lo estructura hasta
que obtiene suficiente popularidad.
El símbolo de Leo es el rey sentado en su trono, se
mide en cantidad, cuanto mayor es su pueblo mayor es su influencia. Cuantos más
aplausos recibe más seguro y más potente se siente.
El Sol como regente del signo confiere energía de
fuego a la Luna, dándole una hábil energía solar para conseguir sus deseos,
mucha de esa energía la utiliza con su fuerza emocional para impresionar a los
demás y ser amado y admirado. Por naturaleza la Luna Leo es orgullosa y
prefiere dar órdenes que recibirlas, les resulta difícil aceptar ayuda y apoyo
y, no quieren mostrar de ninguna forma que se encuentra en apuros, prefieren
adoptar el papel de protector antes que el de tomador.
Otra característica importante de las Lunas Leo es la
delimitación de su reino, en su área de competencia no se permite la entrada a
nadie extraño. El establecimiento de límites de la cruz fija hace que
desarrolle maniobras defensivas protegiendo su intimidad. Cuando el amor de una
Luna Leo se enciende, se involucra con toda su persona, adquiriendo esa
relación un enorme significado.
En el plano material rige el Sol, que también es el
regente esotérico de este signo por lo que debe desarrollarse la sensibilidad
del corazón en el plano de la conciencia. Las personas con la Luna en Leo
quieren dominar el entorno, sus reivindicaciones ocupan el primer lugar y los
demás deben atenerse a ellas. Suelen ser posesivas en el amor y, se sienten
satisfechas cuando se les manifiesta una ilimitada admiración, aprecio y
obediencia.
Una Luna Leo no deja que se acerquen a ella personas
de rango inferior, para que su autoestima se mantenga garantizada. Desde su
magnificencia no cede y se siente herida cuando alguien la crítica o se
descubren defectos que con tanto cuidado había escondido. Le resulta muy
difícil reconocer sus errores y salvaguarda su cara a cualquier precio.
Para la Luna Leo, lo más maravilloso del mundo es
enamorarse y unirse con una persona, pero la pareja debe sentir exactamente lo
mismo, si no es así, se siente profundamente ofendida y herida su vanidad. Es
celosa, está convencida de que nadie puede ser mejor que ella, su gran corazón
generoso, su amor apasionado, su erotismo y su generosidad serán puestos a los
pies de los que ame…….y eso debe ser apreciado.
Superación:
La transformación se produce con la perdida de amor,
cuando personas amadas la dejan o la cuestionan. La crisis empieza cuando tiene
que compartir, cuando le toca hacer el segundo papel. En la polaridad de
Acuario experimenta que solo es una parte de la totalidad y que, cada parte de
la totalidad tiene el mismo valor, que toda la humanidad es una
unidad y que no es el único en el universo.
Para una Luna Leo, tener que compartir es una dolorosa
lección, y se aísla tratando de proteger su propio yo. El principio fijo
construye muros y levanta acusaciones contra los que intentan invadirla, cuando
las personas que la rodean no la consideran la mejor y la más estupenda, son
castigadas con su desprecio.
En esta crisis, la Luna Leo se siente herida en su más
profundo interior, y se aísla, separándose de todos los contactos, hasta que
empiece la transformación de fuego y tome posesión de su núcleo. La
crisis se desarrolla de forma que el ego queda cauterizado por el fuego solar
como un diamante. Mediante el amor en su corazón debe sacar a la luz
un núcleo interior de oro con el que pueda volver a asumir el riesgo del amor y
pueda abrirse a los demás.
Simbólicamente, todas las personas con la Luna en Leo pueden desarrollar en su
corazón de fuego una sensibilidad con la que pueden mirar el corazón de sus
hermanos y ayudarlos. Se trata del principio solar que puede reanimar el
optimismo, la voluntad de vivir, el erotismo etc. Eso es Leo, con sus
verdaderos sentimientos y su cordialidad.
Hoy en día, en el plano físico, existe un exceso de
fatiga en toda la humanidad, las personas Leo pueden desarrollar una tarea muy
especial. Como la energía solar de Leo puede reponer a una Luna cansada y
fatigada, deberían reunirse para cooperar con el estímulo apropiado. El
cansancio general del plano emocional ocasiona mucho sufrimiento, depresión,
aletargamiento, falta de interés etc.
Muchas personas agradecen el estímulo que recogen de las Lunas Leo, de esta
manera ellas obtienen la admiración que resulta de la observación de cambio de
su entorno y que no es manipulada.
Este es el efecto transformador que lleva del ego (el
pequeño yo), hacia el grupo (el gran yo) y se expande a toda la humanidad.
El pensamiento semilla esotérico expresa la unidad de
lo interior y lo exterior:
“Yo soy este, y este
soy yo”
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