viernes, 19 de julio de 2024

COMO TRATAR A UN NARCISISTA



A lo largo de nuestra existencia, nos encontraremos con distintos tipos de personalidades y algunas de ellas son difíciles u problemáticas- Con algunas lidiaremos mejor que con otras peor. Es posible, incluso, que en ciertos casos no tengamos otra opción que establecer distancia y romper más de un vínculo, más de una relación que traían excesivos tormentos y sinsabores.

Ahora bien, ¿Qué hacer en esos casos en que no nos es posible alejarnos de esas figuras adversas? Se trata de uno de los mayores desafíos que nos podemos encontrar, ya sea hombre, mujer, nuestro jefe o incluso nuestra madre, hablamos de presencias que no es fácil alejar.

Esto nos obliga en  muchos casos a habilitarnos en nuevas estrategias de afrontamiento y manejo de la hostilidad ajena. Porque si hay un aspecto que debemos entender es que estos perfiles no suelen cambiar su actitud y comportamiento. Somos nosotros quienes deberemos variar nuestro trato con ellos para salvaguardar la salud mental.

Te explicamos a continuación un recurso muy básico que puede servirte de botiquín de primeros auxilios.

¿En qué consiste la metáfora de la piedra gris?

Todos tenemos conductas narcisistas, pero solo unas pocas evidencian un trastorno de la personalidad recogido en el DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales). Es decir, en ocasiones, podemos caer en el abuso de esta etiqueta. No todo aquel que nos mine el ánimo con su egoísmo evidenciará una condición clínica significativa. Sin embargo, las personas con un trastorno de la personalidad narcisista existen y están dentro de un espectro.

Es decir, habrá perfiles más problemáticos que otros. Esto puede hacer que nos encontremos personas complejas, pero no amenazantes. También con narcisistas con mucho éxito en sus carreras, pero que en el plano personal evidencian conductas tan dañinas como disfuncionales.

Estamos ante un abanico de perfiles que pueden materializarse en un compañero de trabajo, en  nuestra hermana, nuestro jefe o en esa profesora que lleva nuestra tesis, etc.

Pueden llegar de improvisto a nuestra vida, desbaratarla, ponerla en jaque y tener que desarrollar, si o si, alguna estrategía de salvación cotidiana. Esa con la que mantenernos a flote en esos contextos en que la interacción es obligada. La metáfora de la piedra gris es una gran herramienta.

1-La piedra gris o la fuerza de la neutralidad

La metáfora de la piedra gris tiene como objetivo mantenernos fuertes en la indiferencia, sin reforzar en ningún momento las necesidades narcisistas. Para hacernos una idea rápida, pensemos en lo que nos viene a la mente cuando imaginamos un simple guijarro gris en un camino o en el fondo de un río. Es un elemento que pasa desapercibido.

Los narcisistas necesitan “suministros” del entorno que les rodea. Es decir, quieren nuestra atención, crear drama, conflictos y ser el centro de toda circunstancia. Nosotros lo que haremos es ser esa superficie neutra y resistente en la que no podrán reflejarse; así, tampoco podrán servirse de nosotros, ya que actuaremos como validadores.

 

2- “Golpear” el sentido del derecho narcisista

 

Una característica que define q todo narcisista es el sentido del derecho, es decir, pensar que todo el mundo les “debe algo”.

 

Esa percepción es un sesgo originado en su infancia, bien por una crianza llena de atenciones excesivas o quizá por todo lo opuesto, por grandes carencias. Es común que crezcan con la idea de que la función de los demás es atenderles, darles privilegios en cualquier aspecto.

 

Una investigación de la Universidad de Wollongong, Australia, destaca lo que supone vivir con alguien que necesita que los demás refuercen ese anhelo de “grandiosidad”. La metáfora de la piedra gris nos propone actuar (golpear) su sentido del derecho de formas muy sutiles, pero efectivas.

 

Los trataremos como a los demás, negándoles toda concesión o demanda que suponga ponerles por encima del resto.

 

Les diremos con respeto que lamentamos decepcionarlos al no cumplir sus demandas, pero que esa será siempre nuestra posición.

 

Marcaremos con firmeza nuestros límites, pero debemos tener presente que un narcisista siempre intentará sortearlos. Para ello, mantengámonos indiferentes a sus críticas, sus burlas y sus manipulaciones para sostener esas barreras de contención.

 

Demostrar que su presencia y sus palabras no significan nada para nosotros, es un modo de golpear su sentido del derecho.

3- Frialdad y no reacción, la roca que se mantiene firme

Una estrategia que debemos recordar en todo momento es no antagonizar con el narcisista. Porque hacerlo también les confiere poder. Al fin y al cabo, este tipo de figuras adversas se alimentan tanto de la admiración ajena como de la confrontación.

 

En el momento en que nos encaramos y reaccionamos con ira, les demostramos que tienen influencia sobre nosotros. La metáfora de la piedra gris nos transmite la imagen de una superficie fría, firme y sólida.

 

Lo más adecuado es no reaccionar, mantenernos fríos ante sus actos para que pierdan el interés en nosotros. Tarde o temprano buscarán otra víctima de la que valerse.

La importancia de retirar la atención

La técnica de la roca gris tiene como objetivo desviar el comportamiento narcisista hacia otro lugar al retirarle nuestra atención. Es demostrarle que no somos un objetivo interesante para él, que no podrá obtener de nosotros los refuerzos que necesita.

La personalidad narcisista es imprevisible, caótica y demandante. Son perfiles en ocasiones muy patológicos ante los cuales resulta difícil tener a mano las mejores corazas para nuestra protección. La propuesta aquí descrita puede actuar como un punto de partida, como un salvavidas cotidiano.

Sin embargo, si esa presencia sortea líneas poco éticas y morales, no lo dudemos, optemos por respuestas más drásticas como una distancia obligada. A veces, nuestra salud mental es más importante que mantener un trabajo o el vínculo con un familiar…



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