LA MANIPULACION EMOCIONAL INVISIBLE
De un día para otro, esa persona encantadora y atenta se
ha convertido en alguien exigente y desagradable. ¿Qué ha ocurrido? Conoce la
manipulación emocional invisible.
Cuando observamos desde fuera las relaciones de los demás
nos resulta sencillo identificar si una está utilizando artimañas para manejar
a la otra. No obstante, desde dentro del vínculo, la manipulación emocional
invisible no siempre es tan fácil de detectar.
La manipulación es un proceso de dos fases que comienza
de manera invisible. Nadie establecería una relación de ningún tipo con alguien
que, desde el primer momento, le insulta, le humilla o le genera malestar. El
manipulador va tejiendo una tela de araña en la que envuelve a la víctima y no
es hasta que la tiene atrapada que muestra su verdadero rostro.
LAS
CARENCIAS EN LA BASE DE LA MANIPULACIÓN EMOCIONAL INVISIBLE
Hay que tener en cuenta que no toda manipulación se lleva
a cabo de forma consciente y deliberada. Algunas personas, debido a sus propias
carencias, sienten la necesidad de asegurar la lealtad y la dependencia del
otro hacia ellos. Para lograrlo realizan, de forma inconsciente, ciertas
acciones manipulativas. Estas conductas pueden venir desde la infancia, donde
se desarrollaron como mecanismo de defensa y aún siguen vigentes.
Muchas veces el manipulador no tiene conciencia de que lo
es. Se trata de personas egoístas que persiguen un único fin: lograr sus
propósitos, paliar sus miedos, llenar sus carencias utilizando para ello a
otras personas. Evidentemente esto en absoluto justifica sus actos ni les resta
gravedad, el daño psicológico que puede causar en la contraparte es abrumador.
Por otro lado, las carencias de la víctima y su propia historia
personal también la vuelven más vulnerable a este tipo de relaciones de
manipulación. Una baja autoestima y una incapacidad de poner límites nos colocan
en una peligrosa posición en la que, sin darnos cuenta, podemos terminar
cayendo en una dependencia emocional.
LAS
FASES DE LA MANIPULACIÓN EMOCIONAL INVISIBLE
CAPTACIÓN
En un primer momento el manipulador se acerca a la
víctima desplegando todos sus encantos y cualidades. Únicamente muestra sus
virtudes y sus logros, con el fin de que la otra persona lo perciba como
persona con agradable y se genere un sentimiento de admiración. Además,
comienza a estudiar el perfil psicológico del otro, a detectar sus puntos
débiles para ofrecer un apoyo incondicional en los mismos.
Se muestra atento y servicial, halaga a la víctima y le
ofrece refuerzo constante. De una forma gradual y casi indetectable, se va
volviendo indispensable para ella. Se establece una relación desequilibrada en
la que el primero se muestra como un individuo admirable y lleno de virtudes
que aparece para salvar al segundo de sus dificultades.
Sin percatarse, la autoestima y la independencia
emocional de la víctima van disminuyendo a medida que la admiración y la
necesidad por el manipulador aumentan. Han caído en las redes.
CAMBIO
DE ROLES
En esta segunda fase el manipulador se siente seguro de
la necesidad y la dependencia que ha generado en el otro, por lo que comienza a
mostrar sus verdaderas intenciones. Si antes se mostraba como alguien feliz y
con éxito, de pronto se convierte en una persona negativa y problemática que
requiere constante atención y apoyo.
Comienza a inundar a la otra persona con sus dificultades
personales, exigencias y requerimientos. El chantaje emocional, la culpabilidad
y las amenazas son algunas de las estrategias más comunes empleadas. Al mismo
tiempo, los niveles de apoyo y cariño profesados a la víctima disminuyen al
mínimo y esta empieza a sentir un gran malestar en la interacción.
No obstante, la baja autoestima y la dependencia que se
ha generado le impiden poner límites al manipulador. El miedo a que este se
enfade, le rechace o le retire su cariño es mayor. De esta forma se permanece
en una relación de poder y control invisibles, preguntándose qué ha ocurrido
para que todo cambie y sin detectar que se ha sufrido una manipulación.
CÓMO
EVITAR LA MANIPULACIÓN
Como hemos comprobado, la manipulación es un proceso
prolongado y difícilmente detectable en un principio. Si queremos evitar vernos
envueltos en una relación de ese tipo hemos de estar alerta: evitemos idealizar
a las personas sospechemos cuando
alguien se muestre excesivamente solícito e implicado desde el primer instante.
Igualmente trabajaremos nuestra autoestima y nuestra
independencia emocional, nunca cedamos nuestro poder personal a ninguna otra
persona.
Y sobre
todo, escuchemos a nuestras emociones: si una relación se ha vuelto
desagradable, si ya sólo te reporta dolor, cuida de ti y sal de ese lugar.
Elena Sanz
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