SOMBRA
Y LUZ
La existencia tiene una clara tendencia a la
manifestación. Con ella, la Creación y recreación genera un universo unitivo y
entrelazado cósmicamente en un conjunto ordenado; pero esta luz necesita de un
vehículo que efectué la manifestación, que acepte el compromiso de crear la
forma. Cada vez que ese compromiso se ha vulnerado, cada vez que se ha
fracturado el proceso de la Creación, es entonces cuando se ha generado “sombra”.
La sombra es la densificación de la materia, la energía
oscura, la condensación de los no actos, lo desnaturalizado, los residuos.
Aquello que sobro, no porque no se ajustaba, sino porque fue rechazado. La
sombra contiene restos inertes pero que al ser unidos, amalgamados, enlazados, su propia unión les confiere un rango de
existencia, su propia existencia.
La sombra no es mala en sí misma, ya que sólo contiene
los restos, las formas, los “souvenirs” del verdadero proceso y los recuerdos o
resultados. El verdadero culpable, el “instructor” del proceso de la negación;
es el mal, el procesador de la no-vida, el que decide y dice NO.
No existe orden en la sombra, no se puede encontrar
sentido a lo que vemos, no podemos entender el origen. Casi nunca encontraremos
la causa original, el por qué sucedió aquello que nos condujo a obtener esos
resultados inesperados o deformados.
En el territorio de la sombra observaremos los efectos
producidos, las catástrofes, los cataclismos, las inundaciones, los terremotos
devastadores, nada más, y nada menos, pero no encubriremos al infractor, para
ello, hemos de volver la mirada hacia atrás, hacia el pasado y descubrir al que
también teje, pero en orden inverso.
Cuando el mundo no ejerce su derecho a cambiar lo que
esta desordenado, la sombra se apodera se apodera de él. Cuando el aún orden
existente sea ya incapaz de absorber lo descarriado, entonces advendrá el caos,
máxima manifestación de la sombra, a través del cual ésta se expande
exponencialmente.
Si en el caos no adviene la Luz desde un sistema exterior
(ordenado) entonces el mal se instala y la vida se concluye en ese ámbito, territorio,
nación, planeta o sistema en general. Es durante el breve tiempo del caos,
cuando se instala un nuevo orden, o no.
Un sistema en caos no dispone de la capacidad de
reordenarse a sí mismo, necesita para ello la intervención de un agente
exterior, que neutralice la expansión desordenada, arrítmica a destiempo y
contranatura.
Joshua. S. Santos
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