El
colesterol está vinculado a la sangre, símbolo de la alegría de vivir.
El
colesterol procede de los alimentos. Nuestro organismo lo sintetiza a partir
del hígado. Lubrifica mis vasos sanguíneos, alimenta el sistema nervioso y lo
mantiene equilibrado. Su función normal es impedir el desgaste prematuro de los
vasos sanguíneos por el paso de la sangre, pero si es presente en exceso en el
cuerpo, se deposita y reduce progresivamente el diámetro de los vasos
sanguíneos.
Relación psicosomática
¿Por qué me
ocurre? Porque ya no tengo alegría de vivir ¡Para mis adentros, creo que no
merezco ser feliz, ser alegre y esta alegría circula mal!
Puedo tener
una subida de colesterol después de ciertos acontecimientos como, por ejemplo,
después de haber tomado la jubilación, porque ya no siento la alegría de vivir
que tenía con mis compañeros de trabajo o con la gente que se encontraba en el
trabajo.
Esta subida
también se puede dar cuando se ha ido alguien a quien amaba y que me traía
alegría en mi vida. Aquí, en lugar de desarrollar una diabetes que es tristeza
profunda, mi cuerpo interpretará el suceso más bien como una carencia de
alegría de vivir y hará subir el porcentaje de colesterol.
También
puede suceder lo mismo cuando pierdo a mi animal de compañía y por fin en una
situación que puede causar, conscientemente o inconscientemente, que disminuya
mi alegría de vivir en mi vida. Puede ser el caso también cuando quiero
realizar un proyecto, construir o erigir algo que deseo especialmente pero no
consigo recibir ayuda de nadie.
Esta es la conclusión
Sólo puedo
por lo tanto contar solo conmigo, y eso me afecta mucho. Si dejo que empeore esta situación,
hay riesgo de que algún día tenga un ataque cardíaco. En efecto, si no arreglo
la situación que me hace vivir esta carencia de alegría, esto dañará el aspecto
de mi vida, el amor.
Cuando
disminuye la alegría, es como si sintiera menos el amor en mí, es como si
sintiera menos el amor en mí, por esto la carencia de alegría tendrá por efecto
dañar mi corazón. La mayoría de colesterol animal (procede de las carnes y
productos lácteos) forma parte de la dieta demasiado rica de los Occidentales.
Los alimentos que contienen mucho colesterol representan cierta satisfacción
egoísta de mis apetitos.
Cambio de pensamiento
Me siento
bien, sin pensar un instante que este exceso corre el riesgo de cambiar e
incluso destruir mi salud. Es una ilusión creer que doy un gusto a mi cuerpo.
Compruebo que me amo de un modo algo “egoísta o egocéntrico”. Absorbiendo
alimentos que contienen demasiado colesterol, reniego de las alegrías de la
vida. Un día, deberé pagar por esto. ¿Deseo yo esta dolencia?
Desde este
momento, acepto cambiar inmediatamente, dejando fluir la alegría de mí, igual
como un niño maravillado por las bellezas de la vida.
Neutralizo
mi miedo de vivir, y acepto que la alegría forme parte de mi vida.
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