Me siento mal
emocionalmente: ¿Qué hacer?
El
dolor emocional pesa, ahoga y en muchas ocasiones impide avanzar. Sin embargo,
es posible gestionarlo para desahogarse y renacer.
“Me
siento mal emocionalmente, pero no sé por qué, solo siento que algo anda mal”.
Todos conocemos el malestar emocional. Esa
sensación en la que se entremezclan los sentimientos de tristeza, la ira, la
desesperanza o la incapacidad y que nos abruma tanto que estamos deseando
soltar o que desaparezca.
En
estos casos, hay diferentes estrategias que podrían ayudarte a lidiar con esas
emociones para seguir adelante. Sin embargo, si el malestar que experimentas es
muy intenso, lo más recomendable es buscar orientación profesional.
A
veces, esta sensación podría ser signo de un problema mayor, como un trastorno
depresivo o ansiedad. Por lo tanto, es esencial que acudas a un especialista
que pueda evaluar tu situación y hacer un diagnóstico preciso.
¿Por qué me siento mal
emocionalmente?
Para
empezar, es importante recordar que las emociones, positivas o negativas,
surgen a causa de algún suceso externo o interno. Por ejemplo, cuando alguien
nos sorprende con un buen regalo es probable que sintamos alegría. Entonces, sentir malestar emocional también responde
a una causa subyacente y es esencial identificarla.
De
esta manera, podemos planificar una intervención sobre ese malestar. Cabe
destacar que decir “me siento mal emocionalmente”, puede abarcar toda una serie
de factores distintos. A continuación, conoceremos las causas más frecuentes de
esta situación.
Estrés
El
estrés es una respuesta natural del organismo en una gran variedad de
situaciones, y hasta cierto punto es adaptativo. No obstante, cuando el estrés se prolonga en el tiempo,
empieza a causar estragos en la salud. Por lo tanto, experimentar malestar
a nivel emocional puede ser un signo de que el estrés está pasando factura.
Un estudio
de Naseem (2018) evaluó la influencia del estrés laboral en la felicidad de
trabajadores de telecomunicación. En los resultados se encontró que este
afectaba la capacidad de sentir alegría de forma significativa. Entonces, te
recomendamos evaluar cómo está tu nivel de estrés y si existe la posibilidad de
que influya en el problema.
Pérdida
Sentirse
mal emocionalmente puede relacionarse con alguna pérdida. La muerte de un ser
querido, una ruptura amorosa o incluso perder un trabajo son eventos que
inician un proceso de duelo. En este sentido, El duelo puede causar sentimientos de tristeza profunda, desesperanza y
dolor emocional.
Si
estas atravesando una experiencia así y sientes que no estás bien, es algo
natural. Lo normal es que, al cabo de un tiempo, esas emociones se apacigüen y
puedas procesar la perdida. En cambio, si se vuelven más intensos y te impiden
ser funcional, es necesario buscar atención profesional.
Problemas familiares o de
pareja
Por
lo general, convivimos con nuestra familia o nuestra pareja. Si hay algún tipo
de conflicto que cree un ambiente tenso, podría aparecer el malestar; incluso
si no nos encontramos en el mismo lugar.
Quizá
al principio no lo notamos, pero a medida que pasan los días y la situación se
intensifica, también lo hacen los sentimientos. De este modo, podrían ser la
causa de esa sensación incómoda que llevamos y no sabemos explicar bien.
Depresión
Sentirse
mal emocionalmente no siempre es sinónimo de depresión; lo que puede suceder es
que bajo unas determinadas condiciones, puede encajar con este diagnóstico:
digamos que está alineado con él.
Si
esta sensación se prolonga durante mucho tiempo, sientes desesperanza o tienes
ideas suicidas podrías estar pasando por una depresión. Otros síntomas comunes
son la falta de apetito, dormir mucho o muy poco y la apatía.
Ansiedad
La
ansiedad puede volverse clínicamente significativa por muchas razones. Además
puede vincularse a varias situaciones de la vida cotidiana, como socializar.
Se
trata de un estado que puede producir síntomas fisiológicos, como taquicardia,
sudoración, temblores, dolor en el pecho, pesadillas, etc. Sumado a esto, a
nivel psicológico, causa preocupación constante y pensamientos rumiantes e
intrusivos.
¿Qué puedes hacer si te
sientes mal emocionalmente?
Lo
más recomendable para abordar el malestar emocional es identificar la causa del
mismo y atenderla. Por ejemplo, si crees que los problemas en el hogar pueden
estar causando ese sentimiento, podrías intentar hablar con tu familia y hallar
soluciones. Sin embargo, hay una serie de recomendaciones generales que son
útiles:
Habla con personas
cercanas a ti
Conversar
acerca de lo que sientes con personas que te apoyen puede aliviar un parte del
malestar. Estos pueden ser amigos de confianza, familiares o pareja.
Cuando
sientes que alguien te escucha y te sientes comprendido, es más fácil
deshacerse de ese pensamiento que te dice que estás solo con tu dolor. Además,
el apoyo de los otros es esencial para regular el malestar emocional.
Haz ejercicio físico
Chekroud
et al. (2018) publicaron un estudio sobre la relación entre el ejercicio físico
y la salud mental. Los autores concluyen que quienes practicaban ejercicio con frecuencia sufrían menos problemas de
salud mental. Recordemos que el ejercicio físico produce la segregación de
hormonas en el organismo que generan sensación de bienestar.
Además,
hacer ejercicio brinda energía y mejora la salud general, lo que nos hace menos
propensos a la depresión y ansiedad. Con esto no queremos decir que debes hacer
una rutina de ejercicio extenuante. Actividades como salir a caminar o ir en
bicicleta al menos media hora al día son suficientes para producir beneficios.
Aprende de tus emociones
Cuando analizas lo que
sientes, puedes entender mejor qué te ocurre. Un ejemplo clásico es la
tristeza, que puede aparecer tras una pérdida y enseña lo mucho que valorábamos
a esa persona, relación u objeto.
De
este modo, ya vimos que el malestar emocional puede abarcar grupos de emociones
distintas. Si nos enfocamos en ellas y tomamos consciencia de su existencia, es
más sencillo entender la causa del malestar. Además, esto nos ayuda a darle un
nuevo significado a la experiencia.
Evita tomar decisiones de
forma impulsiva
En
medio del dolor, la ira o la tristeza es posible que te sientas tentado a tomar
decisiones impulsivas. Sin embargo, ten en cuenta que una elección sin razonamiento puede tener consecuencias negativas. Como
resultado, el malestar emocional que experimentas podría agravarse. En esa
situación, lo mejor es regular tus sentimientos antes de llevar a cabo una
elección.
Para
finalizar, es importante enfatizar que el objetico principal no es enfrentarse
a las emociones o ignorarlas; al hacerlo, probablemente solo conseguiríamos que
el malestar aumente. Más bien se trata de comprenderlo, saber qué nos dice y
ver qué podemos hacer. No obstante, si sientes que tu estado anímico te impide
seguir con tu vida, la mejor opción es buscar ayuda.
Fuente La Mente es Maravillosa. Autor; Ebiezer López
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