CÓMO DESCARGAR LAS
EMOCIONES SIN AFECTAR A TERCEROS
NI A UNO MISMO
Muchas
personas deciden restarle importancia a las emociones y concederle mayor grado
de relevancia a la racionalidad. Los elementos que entran en juego pueden ser
de tipo cultural, por ejemplo. Es muy probable que tengamos bastante arraigada
la creencia de que las emociones no son para nada productivas ni agregan nada
positivo a la vida.
Otro
aspecto a tomar en consideración proviene de la etapa de socialización durante
la cual, en algunos casos, se les suele exigir a los niños que oculten ss
sentimientos. Se puede entonces aprender que la parte emocional es vergonzosa.
Aceptar nuestras
emociones.
Es
importante dale cabida a la parte emocional porque sólo así podremos manejarlas
y descargarlas sin dañar a las demás personas. Además, el componente emocional
mal manejado te puede conducir a la enfermedad porque en la medida en que
obvies tu cuerpo resentirá la tensión.
Partiendo
de la base de que no es posible ejercer control sobre lo desconocido, el primer
paso es la aceptación de aquello que se está sintiendo o experimentando y
evaluar la manera en la que nos está influyendo a nivel orgánico.
Convierte a la
emoción en tu aliada.
No
se trata de aceptarlas y reconocer de manera escueta que sí, que allí están e
integran mi ser. Es aprender a convivir con ellas, explotarlas y chequear
conmigo mismo/a de qué manera me afectan y condicionan mi conducta.
Lo
ideal es dejarnos fluir con ellas y aceptar el estado así como la manera en que
nos hagan sentir. La meta establecida, por ende, gira en torno a controlar
nuestra parte emocional.
Sin
embargo, no es recomendable ejercer un control a manera de coacción ya que esto
generaría tensiones innecesarias y una continua lucha. El control se debería ejercer
desde el punto de vista de la integración, el reconocimiento y la
identificación de la emoción como parte de nuestra vida.
Ellas
definitivamente aparecen de manera natural, sin previo aviso, pero siempre tendrás
la oportunidad de elegir la forma en que reaccionaras en presencia de
determinados estímulos.
Trabajar las
emociones.
El
cambio de perspectiva que aparece tras darle cabida a nuestra parte emocional
contribuye a enriquecer nuestras herramientas psicológicas y abre paso a la
inteligencia emocional.
No
implica que poseerás un dominio total sobre la manera en la que te sientas en
todo momento, eso resultaría utópico, en cambio proviene del manejo de tu
propia conducta. Este autocontrol, por así decirlo, te proveerá el trabajo
personal que emprendas con tu parte emocional.
¿Cómo trabajar la
parte emocional?
Existen
diversos métodos que te pueden ayudar a trabajar las emociones y siempre podrás
escoger entre el trabajo individual o buscar ayuda externa.
Para
conectar con tus sentimientos puedes adquirir un cuaderno en el que describas
cada vez que lo quieras: ¿Cómo te sientes a nivel psicológico y
orgánico? ¿Qué emoción estas experimentando? ¿A qué atribuyes que se haya hecho
presente en tu vida? O, si lo prefieres, puedes dibujarlas, darles la
forma que para ti representen y hasta puedes asignarle un color.
Es
recomendable que analices la naturaleza que le atribuyes a ésta emoción, ya sea
positiva o negativa. También podemos elegir alejarnos de la situación de
conflicto si sentimos que se puede salir de control y no contamos de momento
con las herramientas necesarias para
responder de la mejor manera.
Conócete a ti mismo.
Esto
parece fácil, pero no es del todo cierto, porque en ocasiones nos acostumbramos
a ocultar sentimientos como el dolor, incluso a nosotros mismos.
Lo
importante es aceptarnos tal y como somos, reforzarnos a nivel psicológico y
desarrollar la capacidad para emplear en nuestra vida la inteligencia emocional
transformando nuestras explosiones emocionales en conversaciones y acuerdos en
los que se emplee la asertividad y el respeto hacia los demás.
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