SIETE DIMENSIONES DE LA ESCALA VIBRACIONAL
Las dimensiones son los diferentes estados de conciencia,
estados de la existencia que experimentamos durante el camino hacia el Ser
Único. Son los pasos evolutivos que el Ser decidió experimentar para regresar a
la Fuente Divina.
Todos los niveles dimensionales se encuentran en el aquí y el ahora. La
diferencia es la longitud de su onda (frecuencia). Las dimensiones son
frecuencias, dentro de la cual vibramos. Son algo parecido a las ondas de
radio, son sus frecuencias.
Existen 7 dimensiones preceptúales, que van a la octava dimensional, donde
se encuentra la Tierra en estos momentos.
Igualmente, existen otras dimensiones, que corresponden a otras octavas
vibratorias, que se encuentran actualmente fuera de nuestra comprensión humana.
Cada dimensión está regida
por un conjunto de leyes y principios específicos, para funcionar en sintonía
con la frecuencia de esa vibración.
Cambiar de dimensión significa expandir nuestra conciencia (expandir nuestra
forma de percibir la realidad). Ahora nos encontramos pasando a una realidad
más energética. Se parece más al mundo de los sueños y la imaginación.
Los seres humanos trascendidos, pueden permanecer en varios estados o niveles
de conciencia, en forma simultánea, pues todos somos seres multidimensionales.
Ellos lo saben conscientemente, y lo utilizan, con una labor de servicio, para
ayudar a trascender a otros seres.
LAS 7 DIMENSIONES
1.
PRIMERA DIMENSIÓN: MICROCOSMOS MONÁDICO
Se sabe por ley de correspondencia (“como es arriba es abajo”) que cada
unidad fractal es el reflejo de un todo. Cada dimensión es un espejo de la
dimensión superior. El microcosmos refleja el macrocosmos y viceversa.
En la primera dimensión se encuentran pequeñísimas e imperceptibles unidades
substanciales energéticas llamadas mónadas, éstas son como átomos pero de
carácter metafísico que contienen dentro la información codificada de todo el
cosmos.
Vibran a una frecuencia muy sutil, y a través de éstas, la conciencia universal
(Dios) crea los distintos mundos.
A nivel material, ésta dimensión es descrita como un campo cuántico que
transforma la energía en materia; esta dimensión es la matriz de la existencia,
por lo que está conectada con la séptima dimensión de forma cíclica.
La Primera Dimensión es la encargada de transformar la energía en materia.
Es la frecuencia básica de los átomos y las moléculas, por lo tanto, es la
energía del microcosmos. Es la frecuencia vibratoria de activación del ADN.
Maneja un nivel de conciencia elemental, puntual, sabe cómo dirigirse de un
punto a otro.
Los minerales y el agua vibran en esta frecuencia. Los minerales son el aspecto
cristalino de la misma, y el agua el aspecto líquido de la misma.
Se encuentra también en los fluidos y las corrientes eléctricas del cuerpo
humano. Activa el código genético e impulsa energéticamente el sistema celular.
Si tomáramos, como
metáfora, al ser humano para describir las dimensiones, podríamos decir que la
primera dimensión la experimentamos en la etapa pre-fetal; donde somos un
conjunto de potencialidades, con un programa de división celular y
mantenimiento de funciones.
Todas
las dimensiones funcionan a todas las escalas, y las de esta octava, son las
mismas en todo el universo.
2.
SEGUNDA DIMENSIÓN: MUNDO ELEMENTAL
Esta frecuencia vibratoria, corresponde al mundo básico de la fuerza
biológica que impulsa la vida, los seres unicelulares, las plantas, los
insectos y algunos animales hacen parte de este estado de conciencia bilineal.
Nuestras células son un micro-reflejo de nosotros mismos, por lo que poseen su
propia conciencia pero inconsciente de sí misma, sincronizada con el ritmo de
la segunda dimensión, ellas funcionan en conjunto pero de modo predeterminado,
ayudando a que se desarrolle la biología interna.
Del mismo modo, muchos animales actúan por “instinto” aunque posean lo que
podríamos denominar una infraconsciencia, una mente que hasta ahora está
empezando a madurar.
En esta dimensión la conciencia es grupal, es decir, que varios seres
tienen la misma conciencia que los dirige, de modo automático, para que
evolucionen como un conjunto. Las bandadas de aves que migran, por ejemplo,
trabajan simultáneamente al unísono como si fueran todas ellas una sola mente.
Lo mismo ocurre, por ejemplo, con los enjambres de abejas, las colonias de
hormigas e incluso las células y otras entidades microscópicas similares,
trabajan como si fueran uno.
La Segunda Dimensión es la frecuencia donde existen la mayoría de los
animales y las plantas. Es también física e impulsa la identidad biológica. Es
la vibración que mantiene la unión entre las especies. Lo que se ha llamado el
inconsciente colectivo de las especies. Es la forma en cómo se reconocen los
animales de una misma especie, para cumplir con sus funciones reproductoras.
No posee diferenciación individual, ni auto-reconocimiento.
En este nivel de conciencia, no hay referencia temporal/espacial. La conciencia
es lineal y bidimensional.
A nivel geométrico, se corresponde con las formas planas como el círculo,
el cuadrado, etc.
Es la responsable de la variedad biológica y de todas las energías que se
encargan de propiciarla; como las fuerzas elementales de la naturaleza.
Podemos tomar como ejemplo, las bandadas de pájaros, que actúan
coordinadamente como un todo. También los bancos de peces. Ambos han sido
objeto de estudio, y se ha comprobado que actúan como un cuerpo consciente,
donde cada uno de los miembros, mantiene una distancia matemática entre ellos,
y solamente rompen la formación cuando son atacados.
Dentro de este campo vibracional de segunda dimensión se encuentran además las
fuerzas energéticas que rigen los cinco elementos (tierra, agua, fuego, aire y
éter), prácticamente éste es el mundo que rige el curso de la naturaleza y la
evolución estableciendo las bases fundamentales de la tercera dimensión.
Siguiendo la metáfora
del ser humano, la segunda dimensión se podría comparar con la etapa fetal.
Flotamos siendo uno con el entorno, en un estado de no ego, y sin referencia
temporal/espacial.
3.
TERCERA DIMENSIÓN: MATRIX. EL MUNDO FÍSICO
Cuando una conciencia ha desarrollado una percepción acerca de sí misma,
entonces ocurre una individualización del ser, creando una personalidad o
“ego”.
En ese momento el individuo pasa al tercer estado de conciencia que
corresponde a la frecuencia vibratoria del mundo material.
La tercera dimensión es el mundo en el que habitamos los seres humanos, es la
más fundamental debido a que casi todo el aprendizaje sobre la existencia lo
adquirimos aquí a través de nuestras experiencias personales.
De hecho, el mundo físico podría considerarse el primer nivel existencial (en
varias corrientes esotéricas se le denomina la primera dimensión), pues además
de ser el más denso energéticamente por cantidad de vibración condensada en
materia, es la morada del ser auto-consciente, aquél que posee una identidad y
una percepción acerca del mundo que lo rodea.
Realmente, el camino evolutivo/espiritual comienza aquí, en este plano;
cada alma es puesta a prueba en un largo camino que llamamos “vida”. Durante
este trayecto, la conciencia desempeña un papel determinado en un juego
virtual.
La tercera dimensión
es un universo holográfico, tal como lo describe la teoría de los físicos
Gerard ‘t Hofft y Leonard Suskind.
Los científicos David Bohm y Karl Pibran también postularon la idea de que
nuestro universo funciona como un holograma basado en descubrimientos de la
mecánica cuántica.
Dentro de esta realidad virtual, nos enfrentamos a una serie de retos,
obstáculos para ayudar a despertar la conciencia y recordar quiénes somos y de
dónde venimos.
Si bien la vida parece ser a veces demasiado dura y
cruel, ten en cuenta que el sufrimiento es de cierto modo necesario para que el
ser humano desarrolle su fuerza interior y valore lo realmente importante en la
vida.
Las experiencias amargas que tenemos son parte de nuestro proceso
evolutivo, todo va de acuerdo al plan del creador, así que, no todo es tan malo
como parece. Después de todo, la tercera dimensión que tantos problemas nos
acarrea, no es más que un espejismo, lo que debemos hacer es aprender a ver más
allá de esa ilusión.
La Tercera Dimensión es la frecuencia donde existimos los seres humanos.
También es física, y el tipo de conciencia es volumétrica y tridimensional.
A nivel geométrico, se perciben formas como la esfera, el cubo y los
sólidos platónicos.
Hay una percepción lineal del tiempo y el espacio, con la capacidad de
recordar el pasado, y proyectar el futuro, estando en el presente.
Se basa en la polaridad y la ilusión de separación, en el desarrollo de la
identidad individual, y la pérdida del sentido grupal.
Ésta es la frecuencia donde nos hacemos conscientes de nosotros mismos,
desarrollamos el ego y creemos que estamos separados del Todo. Es en esta
dimensión donde nos percibimos más separados del Todo, que en ninguna otra, por
lo tanto, es aquí donde al Ser Único se le presentan más retos de integración y
crecimiento.
En el ser humano, comienza a partir del segundo año de vida, cuando el niño
empieza a diferenciarse del entorno como individuo, a expresar sus deseos, a
formar su ego.
Es una etapa de aprendizaje muy importante, donde comienza la
fragmentación.
En tercera dimensión experimentamos un
proceso de división del Ser. Es parte del trabajo de evolución, el recoger y
juntar todas las partes.
4.
CUARTA DIMENSIÓN: PLANO ASTRAL
Cuando una persona fallece, su conciencia se traslada a la cuarta
dimensión, cruzando “una luz que se encuentra al final de un túnel”. Este
umbral ha sido descrito por millones de personas que han sufrido encuentros
cercanos con la muerte.
El “más allá”, como muchos lo conocen, corresponde a un mundo paralelo
denominado “plano astral”.
Dicho plano se encuentra dividido en dos zonas principales:
- El “bajo astral”. Es donde habitan los seres de muy baja vibración: las entidades oscuras,
los demonios, espíritus malignos, etc. También llamado inframundo o infierno
por la cultura popular.
- El “alto astral”. Es donde habitan los
seres de vibración elevada; como las almas despiertas, los elementales o
espíritus de la naturaleza (duendes, hadas, gnomos, salamandras, ninfas, etc.),
los guardianes guía (espíritus benevolentes que ayudan en la evolución
espiritual), y en algunos casos hasta ángeles y extraterrestres.
Para la gente que es escéptica, todo esto le parecerá increíble, pero de
hecho hay una forma de comprobar la existencia de todo lo anterior escrito.
El plano astral es de fácil acceso puesto que limita seguidamente con
nuestra dimensión 3D. Para los que deseen conocerlo, solo deben estudiar una
práctica llamada “desdoblamiento
astral”.
Dentro de esta 4D también se halla el llamado “mundo onírico” o de los
sueños.
La mayoría de las veces que sueñas (más de un 80%) estás en realidad visitando
el plano astral. Cuando nuestro cuerpo se queda dormido, el alma realiza un
desdoblamiento involuntario, saliéndose del cuerpo y viajando al plano astral
(la cuarta dimensión), pues es una frecuencia vibratoria donde la conciencia
navega libre de cadenas.
Aquí también se encuentra la memoria de la matrix – conocida como los
“registros akáshicos – donde se guardan el pasado, presente y futuro del
cosmos. Accediendo a esta memoria podemos navegar por la mente del holográfico
y conocer los profundos misterios de las esferas metafísicas.
La Cuarta Dimensión es un pasaje a la quinta dimensión. Es la frecuencia en
la que comenzamos a tener conciencia de que no sólo somos un cuerpo físico, y
comenzamos a percibir más allá de los sentidos físicos. Los llamados “deja vú”
y la sincronicidad, comienzan a hacerse repetitivos y generalizados. Nos damos
cuenta de que a muchas personas les ocurre lo mismo. Empezamos a percibir
muchos cambios, tanto dentro como fuera de nosotros. Existe una inclinación a
“saber”, a tener conocimientos sobre lo espiritual, más que lo religioso, a
buscar más información para saber diferenciarlos.
Se siente un llamado, de nuestro Ser Interior, a la
necesidad de estar con nosotros mismos. El auto-análisis y el
auto-descubrimiento están presentes en este pasaje de la cuarta dimensión.
También nos damos cuenta del cambio que se está produciendo fuera de nosotros;
vemos que el clima cambia constantemente, ya no permanece en estaciones, como
antes, las horas del día se hacen más cortas, el tiempo ya no nos alcanza para
hacer las cosas que hacíamos antes.
En esta dimensión, percibimos el tiempo en décadas cíclicas o en forma de
espiral.
Existe un campo cuántico donde se presentan simultáneamente todas las
posibilidades y alternativas.
Es la frecuencia de la sincronicidad absoluta, la empatía y la telepatía.
Es la última dimensión donde experimentamos con el cuerpo físico, compuesto de
carbono 14, como vehículo de aprendizaje.
En esta frecuencia, percibimos la multidimensionalidad, y nos damos cuenta de
nuestra responsabilidad, al hacernos conscientes que cada una de nuestras
acciones, afecta al Todo.
A nivel humano, tenemos la necesidad de compartir con grupos, revisar
nuestras relaciones, buscar sanación y crecimiento con terapias. También es la
causa del desmoronamiento de estructuras físicas, económicas y políticas,
establecidas desde hace mucho tiempo y que ya no se corresponden con esta nueva
vibración. Y cada vez vamos a ver y experimentar más cambios en todos los
niveles de aquello que no se corresponda con la nueva energía.
El cambio dimensional es a todas las escalas, no sólo lo estamos experimentando
los seres humanos, sino también la Madre Tierra y a una escala mayor, toda la
galaxia.
El cambio dimensional no sucede de un día para otro, sino por capas paulatinas
de conciencia.
Aceptar la conciencia de la cuarta dimensión, es lo que se llama el salto
cuántico, y es el paso más difícil del cambio dimensional, ya que éste implica
un profundo cambio de creencias.
5.
QUINTA DIMENSIÓN: LA ETERNIDAD
La Quinta Dimensión es el portal hacia la Conciencia Crística. La
Conciencia Crística es aquella conciencia colectiva que se reconoce a sí misma
como unidad.
Es la frecuencia de la sabiduría y es totalmente pura energía. Es donde se
encuentran los Maestros Ascendidos y los espíritus guías.
En 5D experimentamos el fundirnos con el grupo de espíritus ascendidos, a
cual pertenecemos vibracionalmente, y al Ser Superior o Multidimensional.
Es la dimensión donde recordamos quiénes somos, y despertamos nuestra sabiduría
interna.
Es en esta dimensión donde se experimenta la conciencia grupal que forma un
solo Ser de mayores dimensiones. Es una frecuencia energética, no física. El
tiempo es un continuo, solo existe el eterno ahora.
Muchos de los seres que están en 5D, al contactarse con su sabiduría, escogen
ser los guías espirituales de los que estamos en la dimensión física, como
parte de su servicio en el proceso de evolución.
Muchos de los seres canalizadores, hoy en día, están en 5D.
Como es una dimensión de luz, percibimos holográficamente y en formas lumínicas
de una gran intensidad.
Aquí el mundo ilusorio de la materia desaparece para concebir una frecuencia
vibracional que es pura energía.
Dentro de este mundo, la conciencia individual se fusiona con los diferentes
grupos de almas que poseen el mismo nivel vibratorio, formando un solo
espíritu.
En la quinta dimensión, también se encuentran los seres de luz que guían a los
hombres en su desarrollo espiritual (aquellos denominados ángeles).
Es un mundo donde se cultivan las verdaderas almas libres navegando en un
océano infinito que está más allá del tiempo y el espacio. Por eso se le llama
la eternidad.
La diferencia entre Quinta y Sexta Dimensión, así como entre Sexta y
Séptima, no es tan evidente como la de Tercera y Cuarta. A partir de la Quinta,
las dimensiones se encuentran solapadas, o fundidas, y sus fronteras son
difusas. Esto es debido a que estamos hablando de energía, no de materia.
6.
SEXTA DIMENSIÓN: LA MATRIZ SAGRADA
La Sexta Dimensión es la que se llama Crística o Búdica, porque es aquí
donde se llega al estado de remembranza total. Donde se toma responsabilidad
por el Todo y se es el Todo.
Es conocida, por los místicos, como la verdadera realidad, los budistas le
llaman “nirvana” y los cristianos “el cielo”.
Es un estado de conciencia compasiva, el estado de Iluminación.
Es el regreso a Casa, al Ser Único.
En 6D, el proceso de evolución del Ser y el Todo, se experimentan como Uno. Es
el lugar de la conciencia ilimitada y unificada. Esta conciencia se manifiesta
como individual y colectiva, simultáneamente.
La 6D es la creadora de las matrices morfogénicas que se
manifiestan en otras dimensiones, como tercera, segunda y primera.
Estas matrices son las formas geométricas y las redes que llamamos
Geometría Sagrada. Son los patrones geométricos de luz, creadores de vida y
responsables de su materialización. Aquí es donde se materializan de inmediato
los pensamientos. Aquí no existe maldad, por eso los pensamientos siempre son
positivos. Se materializan solo energías positivas.
Aquí yace la conciencia iluminada y la matriz numerológica en forma de
sabiduría, como si se tratara de una gran biblioteca, que está ubicada a un
paso de Dios.
7.
SÉPTIMA DIMENSIÓN: LA MORADA DE DIOS
La Séptima Dimensión es la frecuencia de la integración total. Ya no quedan
partes dispersas. La conciencia se experimenta multidimensionalmente, es decir,
se tiene conocimiento de las partes que alguna vez estuvieron desmembradas en
el pasado, con una nueva perspectiva de integración.
Aquí se encuentran los Seres que están en la energía del Amor, y son puro amor.
Es una dimensión energética donde el cuerpo espiritual se sobrepone al cuerpo
físico. Es la dimensión de conciencias de luz pura, en donde, la muerte, como
la hemos experimentado a través de todas las desencarnaciones que hemos tenido,
deja de existir, pues la función que cumplía, ya no será más.
La fuente divina de toda la existencia cósmica. Aunque algunos aseguran que tal
vez existan 8, 9, 10, 11 y hasta 13 dimensiones, se sabe que en hay un punto de
frecuencia vibracional donde la conciencia deja de percibir los diferentes
mundos como separados, para integrarse con el “Uno” o lo que llaman los
hinduistas el “Brahma” o “Atman”, el alma, la mente y el cuerpo del cosmos.
En el último estado de conciencia mora el Espíritu Supremo que creó el
absoluto. Aquellas almas puras que han podido contemplar algunos destellos de
esta inexplicable dimensión, afirman que se trata de la Morada de Dios.
“Las
realidades de otras dimensiones y de otros niveles no están fuera del alcance
del ser humano; al contrario están dentro de él, son parte de su vida, pues
todo lo que existe es conciencia”
Fuente.:
Anny Coloma