jueves, 27 de diciembre de 2018

EFECTO MARIPOSA






Dice un conocido dicho popular chino que “un leve aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del planeta”.

Esto hace referencia a que hasta las más pequeñas cosas tienen un efecto considerable, y con el paso de los tiempos ha sido incluido en numerosos ámbitos, desde sirviendo como base principal de diversas obras literarias hasta formando parte relevante de una de las teorías o paradigmas científicos más controvertidas y populares, la teoría del caos.

Y es que el simbolismo que encierra este breve dicho puede ser ampliamente aplicable a diversas realidades, en lo que se conoce como efecto mariposa.

Efecto mariposa: ¿Qué es y qué nos dice?

Recibe el nombre de efecto mariposa un conocido efecto según el cual la existencia de una acción o situación determinada puede provocar una serie de situaciones o acciones sucesivas que terminan provocando un efecto considerable que no parece corresponderse con la situación o elemento que lo empezó.

Este concepto parte de las experiencias del meteorólogo Edward Lorena, el cual generó el término en 1973 con el fin de explicar la imposibilidad de realizar predicciones meteorológicas totalmente fiables a largo plazo debido a la acumulación de variables que pueden modificar el comportamiento atmosférico.

Lo que nos explica el efecto mariposa es que alteraciones aparentemente simples e inocuas de una variable o acción pueden llegar a generar efectos masivos, siendo el primero desencadenante de un proceso que al propagándose va adquiriendo cada vez mayor fuerza. Es por ello que se dice, en una variación del dicho popular, que el aleteo de una mariposa en Hong Kong puede causar un huracán en Nueva York: la más minima alteración en un mismo proceso puede dar lugar a resultados muy distintos e incluso totalmente inesperados.

Parte básica de la teoría del caos

El efecto mariposa es una metáfora o analogía que es empleada como uno de los pilares de la llamada teoría del caos, propuesta también por Lorenz, según la cual existen en el universo sistemas altamente sensibles a la presencia de variaciones, las cuales pueden generar resultados muy diversos (aunque limitados) de un amanera caótica e imprevisible.

El modelo principal de la teoría del caos propone que ante dos mundos o situaciones idénticas en las que únicamente existe una variable casi insignificante que los diferencie entre  sí, con el paso del tiempo esta pequeña diferencia puede provocar que ambos mundos se diferencien cada vez más y más hasta resultar prácticamente imposible determinar que una vez fueron el mismo.

De este modo, muchas disciplinas no pueden generar un modelo estable que permita hacer predicciones certeras a largo plazo de tal modo que estas sean totalmente fiables, ya que pequeñas variables pueden llegar a variar en gran medida los resultados. Incluso el aleteo de una mariposa. De este modo hay que afrontar que siempre vamos a encontrar un cierto grado de incertidumbre y caos, siendo altamente improbable la existencia de una predicción totalmente segura al 100% respecto a lo que va a pasar: los hechos pueden llegar a escapar a la posibilidad de predicción.

Aunque su alta carga simbólica pueda parecer producto del misticismo, lo cierto es que estamos ante una rama o paradigma de la ciencia basada inicialmente en la física y las matemáticas (de hecho el propio Lorenz era meteorólogo y matemático) y que nos permite explicar por qué a menudo pueden llegar a fallar predicciones que parecía muy certeras y trabajadas. Asimismo, también ayuda a huir de un determinismo total y a valorar cuáles son las variables implicadas en cada fenómeno, de tal manera que el conocimiento no debe ser estanco sino adaptable y fluido.
Sus implicaciones en la psique humana
Si bien el llamado efecto mariposa se ha vinculado principalmente a campos como la meteorología, el mecanismo o funcionamiento que propone también presenta aplicabilidad dentro de la disciplina de la psicología. Y es que el hecho de que un simple aleteo pueda causar un huracán puede servir de analogía a lo que ocurre en la conducta  y la psique humana.
En este sentido, el efecto mariposa se aplicaría en todas y cada una de las decisiones que tomamos, dado que por más nimia que parezca una elección esta puede desembocar en un curso de acción y tener unos resultados diametralmente distintos de los que implicaría haber tomado otra.
Es posible ver esto por ejemplo dentro de la psicopatología: por mucho que tal vez una persona deprimida pueda no notar inicialmente una gran mejoría por el hecho de empezar a cuidar su higiene diaria tras haberse descuidado durante meses o probar un día de comer con su familia en vez de comer solo en su habitación, este hecho puede llegar a generar una serie de pequeños cambios que facilitan que finalmente consiga salir de la depresión que lo mantenía aislado del mundo. De ahí a hacerlo más a menudo, a decidir probar otras cosas, a salir de casa por primera vez, a volver a trabajar, a volver a disfrutar y a mantenerse más activo…
El efecto mariposa también influye dentro de la psicología en el momento que nos damos cuenta de que cada una de nuestras acciones no acaba sin más, si no que puede tener efectos tanto sobre nosotros mismos como sobre el entorno. Un comentario cariñoso o desabrido, un abrazo, una crítica, un cuchicheo, un elogio, una mala contestación… o cosas aparentemente tan baldías como saludar a alguien o incluso simplemente mirarlo, tiene potencial para cambiar las cosas tanto para nosotros como para los demás.
Es por ello que nuestros actos deben tener en cuenta este hecho, de tal manera que puede ser necesario valorar qué efectos pueden tener nuestras acciones o la falta de ella sobre nosotros mismos o sobre los demás.
Concluyendo
Esta teoría implica también que no podemos conocer totalmente los resultados de nuestras acciones, y que los resultados obtenidos de ellos pueden ser diferentes en función de la participación de diferentes variables durante el proceso. Este es algo que por un lado puede provocar curiosidad y motivación para explorar, aunque para otras personas puede ser motivo de angustia y sufrimiento (algo que incluso puede estar en la base de muchos trastornos).
Finalmente, el efecto mariposa también ayuda a explicar por qué existen reacciones tan dispares a una misma situación o estimulación: las condiciones de las que cada uno de nosotros partimos son diferentes tanto a nivel biológico (herencia genética) como psicosocial (aprendizajes, experiencias, estilos de vida y de afrontamiento...).



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