Hemos entrado en un periodo nuevo, y
debemos entender que las cosas nunca volverán a ser como antes; tenemos que
acostumbrarnos a hacer las cosas de otra manera, porque esas “cosas diferentes”
pronto llegarán a ser habituales.
El cambio de los patrones y
estructuras que nos resultaron útiles durante un tiempo, puede que ya no nos
sirvan, y nos sintamos inquietos y con ansiedad. Pero esto no es sino el principio, todavía
nos queda mucho camino por recorrer, ya que este cambio durará bastante tiempo.
A pesar de que vivimos una realidad con un movimiento más rápido, pudiendo
tener la sensación de estar en un terreno movedizo.
Por nuestra parte lo más fácil será
aceptar que los cambios son algo “normal”; lo más difícil, participar activamente
en el cambio de una manera equilibrada, estable y que no resulte ajena. Formar
parte de lo “nuevo” también significa reajustarse y comprender qué; el cambio
no significa algo negativo, y que la gente se asusta de lo que no conoce.
A veces el cambio precisa coraje-
valor para aceptarlo como algo “normal”, algunas personas se adaptan mejor que
otras, cada cual debe encontrar la mejor manera, la más correcta y cómoda. No
obstante, no partimos de cero, llegar al punto donde nos encontramos también forma
parte del cambio.
Durante este periodo de nuevo
aprendizaje puede que también precisemos realizar alguna “limpieza” personal,
para poner en orden nuestra propia casa.
Este es el mejor momento para volver
a comprometerse, para reflexionar sobre la pregunta “¿Qué es la vida para mí?,
y “¿Cómo puedo participar?”
Estos son algunos de los aspectos
básicos para el cambio:
1.-Liberase del miedo.
2.-Re-calibrar las definiciones de
lo que es “normal”.
3.-Observar las emociones, las
respuestas a las mismas y las necesidades.
4.-Acostumbrarse a los cambios.
5.-Sentirse alegre con el cambio y
la modificación de los hábitos/patrones.
6.-No tratar de volver a la vieja
“normalidad”, la adaptación es un movimiento hacia adelante.
7.-Confia en tu intuición y tus sensaciones
instintivas.
Otra forma de considerar estos
cambios es verlos como formando parte del desplazamiento desde el modo
supervivencia al modo creativo, generando una nueva manera de existir más
ajustada a cómo deseamos vivir la vida de forma más significativa.
A medida que cambiamos gradualmente,
o incluso súbitamente, hacia la era de la nueva normalidad podemos descubrir
que entramos dentro de las siguientes categorías:
1.-Manifestadores.
2.-Facilitadores.
3.-Nutridores.
Cada papel tiene idéntica importancia,
y al mismo tiempo es diferente en la forma de relacionarse y comprometerse en
la vida con los demás.
Esta nueva etapa va a tener una gran
influencia sobre valores de:
·
Conectividad.
·
Comunicación.
·
Consciencia.
·
Compasión.
Ya sea que manifestemos cosas en la
vida, las facilitemos a otros, o las nutramos. Cada caso implica una participación
consciente.
Esta es la nueva esencia del
Universo. Nuestra participación consciente, equilibrada y estable en el
descubrimiento del sentido evolutivo para nosotros mismos y para los demás, y
el ser creativos y activos en la búsqueda de un futuro positivo para todos.
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