Y no obstante, el péndulo ha comenzado a regresar a la creencia en un Universo interconectado y en la importancia de la divinidad femenina. Científicos contemporáneos, como el premio Nobel Erwin Schrödinger, el neurocientifico Humberto Maturana y el físico Francisco Varela, han sugerido la interrelación de todas las partículas del Universo.
En física, podemos descubrir evidencias sobre esta interrelación en la noción del entrelazamiento cuántico. Las evidencias indican que cuando dos partículas se crean juntas, como sucede a través de la descomposición radiactiva de otras partículas, permanecen unidas o entrelazadas, por muy alejadas que puedan estar entre si. Las variables de la condición de cada partícula permanecen indeterminadas hasta que se las observa y evalúa.
Por ejemplo, cuando una partícula entrelazada tiene una carga positiva, su compañera tendrá una carga negativa. invertir la carga en una provoca una inversión instantánea en la otra. Eso desafía las leyes de la relatividad general porque implicaría que una señal puede desplazarse a mayor velocidad que la luz.
No obstante, el concepto del entrelazamiento es coherente con las leyes de la mecánica cuántica, que describe un Universo en el que las interrelaciones distantes no solo se permiten, sino que son comunes. Se cree que la mecánica cuántica únicamente se puede aplicar a partículas subatomicas porque los efectos cuánticos no son observables a una escala mayor.
Pero tanto Stuart Hameroff anestesista y profesor de la Universidad de Alberta, en Canadá, como Jack A. Tuszynski, físico, también de la Universidad de Alberta, sugieren que el proceso cuántico --a un nivel mayor que el subatomico-- podría estar sucediendo en el interior del cerebro. Un modelo científico ampliamente aceptable afirma que la conciencia surge como resultado del "poder computacional" --la capacidad de procesar la información-- del cerebro humano, Hameroff estudia los microtubulos, componentes estructurales de las células que transportan nutrientes desde el cuerpo celular hasta los axones terminales.
En sus investigaciones, el profesor explica que la anestesia funciona a través de un efecto sobre los microtubulos neuronales. La correlación entre conciencia y capacidad de procesado condujo a Hameroff a considerar que esos microtubulos podían actuar efectivamente como módulos procesadores de información, lo cual multiplicaría las actuales estimaciones sobre las capacidades humanas de procesado en más de un millón de veces.
De ser así, este simple poder de procesamiento de información podría ofrecer a los seres humanos el "ancho de banda" mental necesario para estar en comunión con la bioesfera, es decir, aprovechar la información de nuestro Universo interconectado.
A partir de investigaciones como esta, los científicos están descubriendo modelos para esclarecer lo que los chamanes y los visionarios han explicado de manera tan sencilla en el pasado: nuestra capacidad de mantener un diálogo activo con la naturaleza.
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