martes, 13 de mayo de 2014

LOS SIMBOLOS Y EL INCONSCIENTE





 

“El sueño es la pequeña puerta oculta en el santuario más profundo e íntimo del alma, la puerta que se abre a esa noche cósmica primigenia que era el alma entes de que existiera un yo consciente, y que seguirá siéndolo mucho más allá de lo que un yo consciente podrá alcanzar jamás”

Carl Jung


En “la estructura y la dinámica de la psique”, Jung define el inconsciente como: “Todo lo que sé, pero en lo cual no pienso en este momento; todo aquello de lo que una vez fui consciente, pero que ahora he olvidado; todo lo que he percibido por mis sentidos, pero que mi mente consciente no ha registrado; todo lo que, involuntariamente y sin prestar atención, siento, pienso, recuerdo, deseo y hago; todas las cosas futuras que están formándose en mí y que alguna vez haré conscientes; todo esto es el contenido del inconsciente”.

La parte inconsciente de nuestra personalidad, o “sombra”, contiene muchos de los rasgos y características que conscientemente rechazamos y, en consecuencia, reprimimos. Por temor a los recuerdos oscuros que podríamos desenterrar y los estragos que nos podrían causar, tenemos muchas veces miedo de nuestro inconsciente.

Así podemos considerar que nuestro inconsciente puede ser nuestro mejor amigo, un almacén de información que deseamos hacer consciente. Lo difícil es cómo acceder a esa información, porque nuestro inconsciente no tiene una vía de comunicación directa con nuestra mente consciente. Además, mientras que nuestra mente consciente nos proporciona una información más literal, el lenguaje del inconsciente es en su mayor parte simbólico.

Analizar los sueños puede ser una experiencia iluminadora que nos ofrece un profundo nivel de comprensión, siempre y cuando sepamos interpretar los símbolos que nos brinda nuestro inconsciente. También es importante relacionar la simbología onírica con los símbolos astrológicos, ya que el hacerlo nos aporta una gran cantidad de datos importantes. Para tener una idea podemos estudiar algunas estructuras simbólicas:

Si soñamos con una casa, algo que es bastante corriente, recordaremos la estancia o estancias en las que nos encontramos: el sótano representa lo interno, lo desconocido- nuestro inconsciente-; el primer piso puede ser nuestro yo o nuestra personalidad, el desván nuestro lado espiritual etc. También tenemos la oportunidad de situar el sueño en un contexto temporal: las casas viejas suelen simbolizar recuerdos del pasado, o bien soñamos que vivimos en nuestra casa y en el sueño nos dicen que no es nuestra. Analizar todas estas cuestiones aunque nos parezca un poco lioso, todo es cuestión de práctica y voluntad de conocernos. La siguiente lista te ayudara a encontrar correspondencia entre las partes de una casa y los signos del zodiaco:

Aries: la entrada, el recibidor, una antesala.

Tauro: el jardín, los muebles.

Géminis: el pasillo, el teléfono, el garaje.

Cáncer: la cocina, la sala de estar, los grifos.

Leo: la habitación de los niños, el cuarto de juegos, el cuarto de la televisión.

Virgo: el cuarto de baño, la ducha, la lavadora.

Libra: los objetos artísticos o decorativos, el salón.

Escorpio: el sistema séptico de la casa, el inodoro.

Sagitario: el balcón, la terraza, la biblioteca, el desván.

Capricornio: el comedor, el tejado, el despacho.

Acuario: la instalación y los aparatos eléctricos, ordenadores.

Piscis: todo el sistema de desagües de la casa.

Al relacionar estos símbolos, podemos aplicar las cualidades de cada signo a la estructura del sueño, y de esta forma comprender que es lo que nos está indicando. Por las noches antes de dormir pide a tus guías que te ayuden a recordar los sueños. Siente que estas preparada para conocer qué recuerdos están almacenados en tu inconsciente, y afirma que no tienes miedo de conocerlos.

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