sábado, 31 de mayo de 2014

SATURNO SEÑOR DEL KARMA (PRIMERA PARTE)




SATURNO, SEÑOR DEL KARMA.


Saturno es nuestro maestro cósmico, él nos enseña a instaurar un orden y un sistema en nuestra vida, nos presenta la realidad kármica personal a la que todos necesitamos hacer frente a fin de evolucionar. Lo que Saturno nos dice con sus influencias en nuestra carta astral es lo que tenemos que hacer, y como buen MAESTRO, lo que es mejor para nosotros.

Cuando nos enfrentamos a factores desconocidos, nos planteamos toda una serie de preguntas prácticas. ¿Cómo reorganizo mi vida? ¿Cómo establecer prioridades? ¿Qué responsabilidades tengo que asumir para que las cosas me funcionen bien?. Todas estas preguntas pueden tener respuesta si  estudiamos el signo del zodiaco en el que se encuentra Saturno, Él puede ser nuestro conductor personal.

Estas breves indicaciones que pongo a continuación, pueden ayudarnos a conocer mejor nuestro camino de realización.
 
SATURNO EN LOS DIFERENTES  SIGNOS DEL ZODIACO.

 

SATURNO EN ARIES.

Es muy probable, que en vidas pasadas hayas sido guerrero o un aventurero, quizás pertenecías a alguna tribu indígena. Lo que sí es muy posible es que tus miedos interiores, tus miedos Kármicos sean estar sola, asumir riesgos, actuar, ser independiente, la violencia y la ira. Es necesario que cuando ocurra algo, corras algún riesgo, después de reflexionar al respecto, y que después pases a la acción cuando sea necesario. Tendrás que desarrollar la fuerza de voluntad necesaria para ser más dinámica y tomar la iniciativa. Tu necesidad Kármica es descubrir la auténtica independencia en todos los niveles. Deseas tener energía física y estar fuerte, sientes la necesidad de ser competitivo y ganar, para tu propia satisfacción. Has de saber cuándo forjar un nuevo comienzo, ya que el camino hacia tu evolución pasa por ser más consciente, más segura de ti misma, y también tener más motivaciones propias. Para eso tendrás que imponer tus propios criterios cuando sea necesario.

SATURNO EN TAURO.

Con Saturno en Tauro podías haber sido en alguna de tus vidas pasadas agricultor, banquero o constructor. Por eso tus miedos internos o Kármicos pueden ser; la pobreza, la perdida de bienes  y propiedades y la inseguridad material. En esta vida tendrás que integrar los valores materiales y los espirituales, creando una realidad práctica que te ayude a aumentar tu autoestima. La necesidad de fomentar tu seguridad, tanto en tu interior como en tu entorno, es muy fuerte. Una vez que te comprometas a explorar y manifestar tus cualidades creativas, te darás cuenta de que tienes la sabiduría necesaria para crear una firme base “terrena” y construir sobre ella con paciencia y determinación. Edificar un hogar, respetar la tierra y disfrutar de las comodidades y felicidad en ese lugar son las cosas que te realizan. El camino de tu evolución pasa por tener un intenso sentido de los valores personales que te reconfortan y proporcionan seguridad y serenidad.

SATURNO EN GÉMINIS.

Cuando Saturno está en el signo de Géminis nos indica que, en vidas pasadas hemos sido escritores, vendedores o conferenciantes. Nuestros posibles miedos Kármicos pueden ser: las críticas y habladurías sobre nosotros, que nos manipulen con palabras, no saber expresar lo que pensamos etc. Nuestra meta en esta vida debe ser, la estructura y organización de una base intelectual práctica y segura, ya que necesitaremos constantemente recopilar información  y compartirla, llegando  a ser  buenos comunicadores capaces de compartir  ideas, pensamientos y filosofía. Trataremos de ser por tanto camaleones de las comunicaciones, desarrollando nuestra capacidad de hablar con personas de distintas condiciones y con necesidades muy diferentes. El camino que nos ayudara en nuestra evolución, consiste en crear intelectualmente ideas inteligentes, desafiantes y productivas, y comunicarlas al mayor número de personas.

SATURNO EN CÁNCER.


Si Saturno está en la Casa de Cáncer, es muy probable que en otras vidas hayas sido madre, cocinero, un niño abandonado o una mujer emocional. Tus miedos Kármicos son: ser demasiado emocional y vulnerable, no sentir amor, no tener hijos, no recibir los cuidados necesarios y no valorar las emociones delos demás. Tendrás que aprender a comprender y expresar tus emociones, ser receptivo y sensible a las necesidades emocionales de los demás. Al mismo tiempo has de salir de tu sombrío estado de ánimo, y ser más juvenil, más infantil incluso. Proponte crear y construir un entrono hogareño emocionalmente seguro y feliz para tu familia. El camino que conduce a tu evolución pasa por estar más conectado a necesidades de amor y cuidado de los demás, comprendiendo sus sentimientos.

SATURNO EN LEO.

En el signo de Leo, Saturno te indica que en vidas pasadas has sido un dirigente, un actor, un niño eterno o un jugador. Así que tus miedos en esta vida pueden ser: no tener la aprobación de los demás, envejecer, divertirte, sufrir un atentado y que los demás no te tomen en cuenta. Ahora, en esta vida, tendrás que saber que para mandar  antes tienes que aprender a ser un líder inspirado; y llegar a ser un modelo de fuerza  y amor. Aprende a amar, a respetar, y respetarte a ti mismo en lugar de pedirles a los demás que lo hagan, así te convertirás en un maestro. Encuentra la fuerza de ánimo y la voluntad necesarias para asumir riesgos que, en última instancia, te conducirán a la confianza en ti mismo y a la autoafirmación. Trata de comprender al niño alegre y espontaneo que llevas dentro. Se creativo en tus diversiones y actividades, conecta con los demás de corazón a corazón. El camino de tu evolución pasa por tener confianza en ti mismo, por ser un ejemplo para los demás, un maestro brillante para aquellos que buscan en ti esas cualidades.

SATURNO EN VIRGO.

Este aspecto indica que, en vidas pasadas puedes haber sido médico, enfermera, líder sindical, criado o activista en defensa de los derechos de los animales. Es posible que tus miedos Kármicos sean: los médicos y enfermeras que no saben cumplir con su trabajo, cometiendo errores y anteponiendo las ganancias materiales a su profesión, no ser perfecto, ser organizado en exceso, no comprender y caer enfermo. Es responsabilidad tuya en esta vida, comprender el auténtico significado de la perfección, interior o exterior. Ponte al servicio de los demás, especialmente en lo relativo a la salud física y emocional. Sé organizado y eficiente, pero no te obsesiones con los extremos de lo que está bien y lo que está mal, con lo que es correcto y lo que es incorrecto. Consigue un elevado nivel  de discernimiento utilizando tu capacidad analítica y lógica. En lugar de dejarte abrumar por los detalles, incorpóralos en un sistema que estimule la productividad. El camino que conduce a tu evolución pasa por convertirte en portavoz del discernimiento, de fomentar la buena salud y la coherencia interna, tanto la personal como la ajena.

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