domingo, 4 de mayo de 2014

DECIRTE.....HASTA PRONTO.



En ocasiones, nos podemos ver sumergidos en una relación que nos resulta frustrante, dolorosa y triste. Notas que estas estancada, te preguntas ¿Qué ocurre?, porque no funcionan las cosas, ¿acaso no ve la otra persona lo maravilloso de nuestra relación?.

Analizando las cosas comencé a pensar porque podría ser así, que ocurría para que estando unidos, tuviésemos esa desunión. Y sentí; que nuestra relación podía estar existiendo en distintas dimensiones. Cada uno de nosotros sentía vibraciones distintas, la conexión que yo sentía, no era sentida por la otra persona, por lo que yo estaba sosteniendo un espacio energético, que ella no estaba dispuesta a compartir conmigo.

La dimensión, vibración y frecuencia que cada uno elige, son parte de las experiencias que ha venido a experimentar, por lo que podemos entrar en relaciones que tengan frecuencias distintas, y aunque les aportemos la nuestra, ellos no tienen por qué seguirnos, al contrario, en nuestro afán por igualarnos puede que se sientan coaccionados e incluso que nos rehúyan.

Esto puede ocurrirnos en todas las áreas de nuestra vida, no solo en las relaciones de pareja, aunque es más frecuente que ocurra cuando estamos atados emocionalmente con alguien. A veces sostenemos nuestro espacio energético para que los demás nos acompañen allí,  pero es inútil, porque al no compartir nuestra visión podemos estar juntos cierto tiempo, pero después cada uno tiene que seguir su camino, y en el intento podemos perder mucha energía.

Estos desequilibrios podemos considerarlos fruto de nuestra evolución, de nuestro crecimiento espiritual, y conforme nos acercamos a dimensiones superiores, nos daremos cuenta de que cada cual camina a su ritmo, y no todos recordamos que relación tuvimos con la otra persona en vidas pasadas.  Y en el caso de que una de las dos personas se diera cuenta de la relación que tuvieron, no pueden compartirlo pues no lo entenderían, ya que es muy difícil evolucionar todos al mismo tiempo, aunque todos  vayamos al mismo lugar.

Cuando nos damos cuenta podemos sentirnos rechazados, no entender porque ocurren las cosas, y nos preguntamos ¿Qué podemos hacer?. Pues nada, liberarnos y liberarlos, seguir nuestro camino y relacionarnos con personas que estén alineadas con la dimensión, frecuencia y vibración en la que cada uno se encuentre. Esto nos puede ocurrir también con nuestra familia biológica, y al estar con ella por contratos álmicos la separación puede ser más dolorosa, ya que sentimos que estamos rompiendo un compromiso, y que deberíamos prestarles ayuda. Pero no es así, y muchas veces no les hacemos, ni nos hacemos ningún bien al intentarlo, el camino tiene que andarlo cada uno por su propio pie.

La vida es una escuela de aprendizaje muy valiosa, aceptar que cada cual se expresa desde su nivel energético nos proporcionara paz y equilibrio, pudiendo desconectar de aquellos contratos álmicos que nos tienen atrapados y recuperando nuestra energía. Cada uno de nosotros tiene que estar en su centro, y todos los estados son buenos, simplemente son distintos, respiremos con alegría nuestro paso hacia nuestras respectivas dimensiones y seremos más felices.

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