ACUARIO: DEL 20 DE ENERO AL 18 DE FEBRERO
ZONA DEL CUERPO: TOBILLOS
Ahora que tenemos una estructura sólida de la
sociedad, obra de la Cabra Capricornio, llega el Aguador a desmantelarla.
Acuario es partidario acérrimo de la igualdad social, y está aquí para
desmontar la jerarquía de Capricornio por lo que considera un cambio modélico
necesario; una nueva manera de satisfacer la necesidad colectiva con el énfasis
en lo colectivo. Es decir, el Aguador es el Robín Hood del zodiaco; está aquí
para reavivar el espíritu que ve en él y en todos los demás, anunciando una
nueva era llena de potencial igualitario.
Tal vez no hay ninguna otra parte del cuerpo tan
especifica como los tobillos, la zona del cuerpo relacionada con el signo de
Acuario. Si bien la función principal del tobillo es flexionar y extender el
pie, es también la parte del cuerpo que determina cómo pisamos, cómo colocamos
el pie en el suelo.
A lo largo del tiempo, muchas culturas han considerado
que los tobillos son algo más que prominencias óseas; en el antiguo Egipto se
consideraban partes del cuerpo que había que adornar; por eso, tanto hombres
como mujeres usaban túnicas lo bastante cortas sus ajorcas, de oro, de
plata y de hierro, con cuentas hechas de piedras semipreciosas como la
amatista.
En la India las mujeres usaban estas ajorcas (payal)
para ir elegantes, y a veces para simbolizar su pertinencia a una tribu. En el
antiguo Oriente Medio solían unir las dos ajorcas con una cadena para que
produjeran un tintineo que a la vez atraía la atención y acortaba el paso, ya
que el paso menudo se consideraba elegante y femenino. En algunas culturas se
les atribuía un significado; por ejemplo, la posición social de la familia,
dando más importancia al tobillo derecho que al izquierdo o viceversa. En
otras, como en la Inglaterra victoriana y los estados islámicos conservadores,
las mujeres ocultaban/ocultan los tobillos por pudor o modestia.
Acuario despierta el potencial de una nueva era
Cada mañana despertamos del sueño. Puede ser a causa
de la luz que entra por entre las cortinas, por el sonido del despertador o
porque la pareja está despierta; en realidad, no importa el por qué ni el cómo
puesto que el resultado es el mismo: hemos despertado. Hemos salido del sueño
o, en sentido figurado, de un estado de oscuridad; hemos entrado en un nuevo
día,ya sea éste la fecha siguiente en el calendario o un nuevo periodo en la
vida, que anuncia una nueva perspectiva, nuevas ideas, nuevas comprensiones.
Sea como sea, despertar denota un estado nuevo
mejorado de conocimiento, diferente, y en cierto modo más profundo, que el que
teníamos antes. Cuando estamos despiertos vemos una verdad mayor, más grande,
en cualquier situación. Podríamos despertar a la idea de que la mente nos crea
una realidad, que podemos cambiar en cualquier momento.
El Aguador se pasa la vida despertando a su
individualidad de modo cada vez más profundo, como cuando se pela una cebolla
van apareciendo más y más capas. En último término, comprende que sus deseos y
necesidades aparentemente únicos, en realidad representan los del todo más
grande, que la ira que siente representa una ira que se siente en general
(aunque de modo diferente por diferentes personas).
En física, energía potencial es la energía almacenada
por un cuerpo en virtud de su posición, por ejemplo la energía potencial de una
flecha cuando se empuja hacia atrás tensando la cuerda del arco antes de
dispararla. O la energía de la lluvia antes de que caiga y se procese en una
turbina y finalmente se convierta en fuerza hidroeléctrica.
La lluvia está llena de potencial, no solo como fuente
de energía eléctrica sino también para hacer crecer los cultivos, para limpiar
la suciedad, hidratante para el ser humano, además de ser en potencial la
causante de inundaciones o, en su ausencia, de sequía. Son muchas las
perspectivas que contiene el agua. Por eso la constelación de Acuario es un
ánfora con agua que vierte o escancia un hombre.
Nuestro Aguador interior está aquí para vivir a fondo
sus ocurrencias y para inspirar a los demás a hacer lo mismo a su modo
inimitable y único, lo que puede ser incluso lo bastante original y ocurrente
para definir toda una nueva era. Desde el punto de vista astronómico, no hay
una era sino un cambio en la posición del Sol, que ocurre cada 2.160 años más o
menos, alrededor del equinoccio de primavera, cuando entra en otra constelación
(en este caso Acuario).
Si bien continúa en discusión el cambio oficial a la
era de Acuario (algunos astrólogos afirman que comenzó en los años sesenta,
mientras que otros la calculan para el 3600), todos están de acuerdo en que
está ocurriendo. de todos modos, la energía Aguador no espera que se
inicie una nueva era. Crea sus propias eras dentro de eras, por así decirlo,
crea nuevos modelos de pensamiento que hacen cambiar a la comunidad influyendo
en la forma de pensar, sentir y hacer.
En resumen: El Aguador siempre vive su propia era de
Acuario. Para eso está aquí, para despertar a realidades más grandes acerca del
hombre y el Universo y dar vida a esta comprensión para el bien de todos. De
este modo vive todo su potencial a la vez que guarnece el de la sociedad.
Incluso el planeta regente de Acuario, Urano, hace las
cosas a su manera. Su eje de rotación está tan inclinado que, a diferencia de
los otros planetas, recorre de lado su órbita alrededor del Sol. Y a diferencia
de los planetas clásicos, que desde la antigüedad se ven a simple vista, fue el
primero que se descubrió por pura casualidad, con un telescopio en 1781.
El descubrimiento de Urano coincidió con la
culminación de la era de la Ilustración. era que anunciaba, sorpresa, sorpresa,
los derechos individuales por encima de la tradición social. Iniciado a
fines del siglo XVII en Europa, la intención de este movimiento era reformar
las normas sociales y políticas aristocráticas, y llevó a la Independencia de
Estados Unidos y a la Revolución Francesa, además de a un periodo de
romanticismo en literatura y las otras artes.
Cuando conectamos con nuestro Acuario interior nos
abrimos a ideas cuyo tiempo ha llegado y actuamos para hacerlas realidad en
bien de la sociedad y cada uno a su manera particular. Por lo tanto, es
importante sintonizar con la propia rama de pensamiento Acuario para no
extraviarnos en el mar de las grandes ramas de pensamientos que existen; el mar
de posibilidades es enorme y tal vez absorbente, dominante. Y al tratar de
definirnos podríamos captar solamente lo superficial y pasar de una forma de
pensamiento a otra con la esperanza de afirmar una identidad. El reto entonces,
es sentirnos seguros en nuestra individualidad ante las posibilidades
aparentemente infinitas.
Pese a su ánfora con agua, el Aguador es un signo
fijo, lo cual significa que su energía puede sostener o defender algo rotunda y
obstinadamente simplemente porque sí. Esta circunstancia podría descarriarlo,
llevarlo en una dirección que no es verdaderamente la suya. O podría
convertirlo en un rebelde sin causa. Es importante, que nuestro Aguador
interior no se vuelva rígido en sus creencias, que siga la corriente del agua
que vierte de su ánfora, la corriente de sus ideas, la corriente de los
tiempos. Si no, se convierte justamente en el sistema que él combate. Así pues,
nuestro Acuario interior necesita ser firme pero flexible, procurando no
pisotear a los demás ni a sus ideales.
Manifestaciones físicas de una naturaleza Acuario
rígida podrían ser:
Contractura o tensión en los músculos de las
pantorrillas. Dolor hinchazón. Rigidez en la articulación. Calambres.
Movimiento limitado, especialmente visible en las rotaciones. Crujido o
sensación de crujido con el movimiento.
Acuario es el undécimo signo del ciclo zodiacal. Su
energía reconoce nuestro potencial idealista e innovador, que nos permite
explorar nuevas perspectivas con el fin de iniciar una nueva era.
Accede a tu Acuario interior mediante preguntas, ejercicios y actividades que centren la atención en los tobillos. Hazlo para defender lo que crees correcto, un futuro justo y libre para todos.
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