Quirón es un pequeño planetoide
descubierto en 1977; su órbita excéntrica de trayectoria irregular oscila entre
las órbitas de Saturno y Urano y tarda alrededor de 50 años en completar su
vuelta alrededor del Sol.
La astrología se nutre de la mitología
para apreciar con mayor profundidad las razones de los nombres dados a cada
planeta –o cuerpo del cielo- y desde allí entender el simbolismo del paso de
ese planeta por cada signo y cómo este puede afectar nuestra carta natal.
El
mito de Quirón
Cuenta el mito griego que Quirón era hijo de Saturno y de
Filira, y era el resultado de una unión “indigna”, ya que Saturno estaba casado
con Rea –quien sorprendió a los amantes en pleno encuentro-. Desde su vergüenza
por sentirse descubierto e intentando escapar, Saturno se convirtió en caballo.
Producto de esta unión, nace Quirón, el primer centauro,
nacido mitad humano y mitad caballo. Su madre, acongojada, luego de un parto
doloroso y difícil, da a luz a este ser y, espantada por la naturaleza animal
de su hijo, ruega a los dioses que la liberen de la carga de criar a este niño.
En respuesta, los dioses se llevan a Quirón y convierten a su madre en un árbol
de tilo.
Hasta aquí, la mitología de Quirón es fácilmente
asociable a lo indigno o inapropiado de nuestro ser. El signo donde está Quirón alude a aquellas características que nos
abochornan, aquellas condiciones que consideramos inapropiadas, nuestras heridas
más profundas y los íntimos complejos que avergüenzan y que no imaginamos que
podríamos compartir.
El relato del mito continuo…Los dioses educan a Quirón, quien llega a ser prudente y sabio,
posee las dotes de un chamán, es hábil en las artes curativas, en el uso de las
plantas medicinales, y también maestro en las artes de la guerra e inculcar
valores éticos y culturales. Conocedor de la música y de las estrellas, es un
profeta de alta estatura moral.
En un día de descanso, Hércules hiere a Quirón accidentalmente
con una flecha de el veneno de la Hidra, produciéndole una herida incurable
–incluso para él, que con sus dotes y conocimientos no podrá curarse a sí
mismo-…Pero los dioses le habían concedido la inmortalidad. Así, ahora herido e
inmortal, se encuentra ante la paradoja de no poder sanar ni tampoco poder
morir.
Ante semejante contradicción, Quirón ofrece a Prometeo
liberarlo del inframundo (allí condenado por robar el fuego de los dioses para
entregarlo a los hombres), intercambiando la mortalidad de Prometeo para lograr
–al morir- dejar de sufrir. Entrega su inmortalidad para liberarse de su dolor.
Aquí el mito nos enseña a integrar la muerte como parte liberadora de la vida.
Quirón
en la carta natal
Quirón
simboliza el aspecto de nuestra vida que se encuentra herido desde el
nacimiento (Quirón es rechazado por su madre), alude a
aquella área donde nos sentimos rechazados, donde tenemos limitaciones. Allí
donde está Quirón, estamos en contacto permanente con nuestro dolor –tal como
su herida que no cicatriza- y también de ese dolor incurable en nosotros surgen
los dones para sanar a otros. Simboliza nuestras cualidades compasivas que nos
acercan al dolor ajeno para ayudar a sanarlo.
El
signo donde se encontraba Quirón el
día de nuestro nacimiento (y también la casa astrológica) muestra también las
capacidades para enseñar desde un lugar de extrema humanidad y humildad.
Simboliza a través de qué cualidades podremos desarrollar nuestros dones de
sanadores y guías.
También nos enseña a abrazar la herida y aprender de ella acrecentando la aceptación, compasión y sabiduría para ayudar a nuestro entorno. Su emplazamiento muestra donde nos sentimos heridos o discapacitados y nos muestra las herramientas para desarrollar nuestra maestría sanadora.
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