La Teoría de la Tierra Hueca, sostiene que
todos los planetas tienen aberturas polares, y un “sol central”, lo que permite
vida en su interior.
El Almirante Richard Byrd a cargo de la
expedición Antártida de 1956, sobrevoló un territorio de más de 3 millones de
Km2 más allá del Polo Sur descubriendo que en su interior no tenía hielo,
estaba lleno de vegetación y con animales. El informe de este descubrimiento
fue entregado al Presidente Eisenhower, y se decide ocultar y desmentir toda
esta información.
Los “Polos
Geográficos” de la Tierra no son un “punto geográfico”, son concavidades de
2800 Km de longitud. Mientras que los Polos Magnéticos. De este modo, cuando
las brújulas marcan el Polo Norte, lo que están señalando es el perímetro de
esta concavidad. Se estima que la superficie total de la Tierra es de 510
millones de Km2, y que su peso es de 6x10000 toneladas, lo que nos da la idea
de que, si la Tierra fuese compacta pesaría mucho más.
Cuando se llega a 70-75º de latitud norte o
sur, la Tierra empieza a curvarse hacía adentro; las brújulas dejan de señalar
el Norte, porque ya lo han rebasado, y apuntan hacia abajo. Por este motivo nadie
ha alcanzado nunca los Polos, las líneas aéreas no los sobrevuelan, los
contornean.
Cuando
se viaja a los polos la temperatura se suaviza a partir de la latitud 95 debido
al calor proveniente del interior de la Tierra. La nieve es de colores,
fenómeno que se debe al polen de la vegetación existente en el interior del
planeta, extendiéndose a lo largo de miles de Kilómetros cuadrados. Los
témpanos de hielo, son de agua dulce, que proviene de los ríos que surgen del
interior.
De todos estos fenómenos existen testimonios históricos.
En Febrero de 1947 el Almirante Ingles Byrd
(1888.1957), de la Marina de los Estados Unidos, según su testimonio y el de
toda su tripulación al realizar una expedición a la Antártida, se encontró con
una tierra de extensión superior a la de Estados Unidos, con un clina templado,
con vegetación y con humanos de alto nivel de conciencia viviendo allí.
Estos informes se entregaron al entonces Presidente
de EE.UU Eisenhower, advirtiéndole que no debía utilizar la energía atómica,
que no se lo iban a consentir, pues el planeta era compartido, y le ofrecieron
ayuda para utilizar técnicas limpias de producción de energía. La respuesta al
informe por parte del Presidente fue, la prohibición de contarlo, bajo la
amenaza de muerte para él y toda su familia.
La Presidencia (…) creó el pacto llamado “Majestic
12”, con Eisenhower y 11 personas más, que ponía el veto a la difusión de todo
lo que iba en contra de la utilización de la energía atómica y la presencia
intraterrena…Es la conjura del Silencio.
En 1976 Raymond Barnard publicó “La Tierra
Hueca”, que no era otra cosa que la aventura de su amigo el Almirante Byrd.
Este se la conto al final de su vida, con la pena de no haberlo hecho antes.
Byrd le pidió que la publicara cuando él falleciera.
Continuara…….
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