Cuando
muchas cosas salen mal al mismo tiempo, ¿Qué podemos hacer?
¿Estás
lidiando con una época en la que todo te va mal? Toma aire, respira profundo y
detente. Hay estrategias válidas y útiles que te permitirán transitar con mayor
calma, acierto y resiliencia esta situación.
Hay épocas en las que
derivamos en una espiral de infortunios y fatalidades. Cuando muchas cosas salen
mal al mismo tiempo, es común experimentar cierta indefensión. La mente se
bloquea y asumimos en ocasiones que no tenemos control sobre ningún evento. Y
es precisamente esa percepción la que deberíamos evitar a toda costa por
nuestro propio bienestar.
Algo que siempre
deberíamos asumir es que los ciclos de “mala suerte” existen y son algo normal.
No debemos atribuir a
tales circunstancias una explicación sobrenatural o mágica. Evitar la clásica
filtrada catastrofista, esa en el que el cerebro se focaliza únicamente en los
problemas y deriva en el pesimismo crónico, es casi una prioridad.
Son muchas las personas
que han sobrevivido y afrontado con éxito estos eventos tan impactantes. Experiencias como perder
el trabajo, sufrir el abandono de la pareja, lidiar con problemas económicos y
hasta de salud son algunos ejemplos de todas esas cosas que, de pronto, pueden
suceder en un mismo momento temporal.
Estrategias que podemos
usar cuando muchas cosas salen mal al mismo tiempo.
Cuando salen muchas cosas
mal al mismo tiempo, nadie puede no debe infravalorar nuestra realidad
personal. De
nada nos servirán mensajes vacíos como “eso no es nada”, “tienes que ser más
optimista” o “no te preocupes, yo he pasado por cosas peores y todo pasará”. No
podemos menospreciar la experiencia de cada persona ni asumir que todo se
resuelve con actitud positiva.
Bien
es cierto que la actitud y el tener esperanza son aspectos decisivos, pero no
suficientes. Ante la adversidad y los
eventos negativos persistentes, se necesitan adecuados recursos y habilidades
de afrontamiento.
Es
más, un trabajo de investigación de la Universidad del Suroeste de China
advierte de algo importante. No todo el mundo presenta una adecuada resiliencia
psicológica, con la que adaptarse y responder al estrés y la adversidad.
Sería necesario que todos
desarrolláramos desde edades tempranas habilidades tan básicas como el
pensamiento flexible, la resolución de problemas y el afrontamiento emocional.
Porque cuando el destino se nos torna caótico y aflora el miedo, es necesario
amarrarnos a una mente más hábil, serena y enfocada en soluciones.
Todas tus emociones son
válidas, aceptar para afrontar
Decepción,
rabia, tristeza, angustia y hasta miedo. Cuando muchas cosas salen mal es
normal y permisible sentirnos abrumados. Nadie, ni nosotros mismos, podemos
invalidar o infravalorar lo que sentimos. Nadir
es menos competente o válido por experimentar estrés y ansiedad, puesto que
no deja de ser una respuesta normal ante una situación anormal.
Por
tanto, el primer paso es ser compasivos con nosotros mismos y dar validez a
toda emoción sentida. El segundo paso es no dejarnos secuestrar por dichos
estados emocionales. La clave está en aceptar lo que sentimos y después aplicar
en enfoque flexible y proactivo para buscar soluciones en lugar de quedar
bloqueados.
Céntrate sobre aquello
sobre lo que si tienes control
Hay
eventos que escapan por completo a tu control. No puedes lograr que tu pareja
vuelva contigo si ha dejado de amarte. No puedes controlar las crisis
económicas, determinadas enfermedades o que ciertas personas actúen como lo
hacen.
Ante estas cosas solo cabe
una opción: aceptarlas.
Sin
embargo, si puedes controlar tu reacción
y actuación ante cada evento. Puedes mantener la templanza, mirar las cosas
con perspectiva y pensar en qué soluciones puedes aplicar ante cada desafío que
se te presenta.
Cuando muchas cosas salen
mal al mismo tiempo, debes establecer prioridades
Cuando
las fatalidades o infortunios se suceden unos a los otros, no hay que dejarse
llevar por el pánico. A veces, la angustia intensa nubla nuestra mente y,
entonces, empiezan aparecer más eventos negativos. Como bien hemos señalado, lo más importante es regular nuestras
emociones para que nuestros pensamientos estén a nuestro favor y no en
nuestra contra.
Decimos
esto por un hecho evidente: en el
momento en que nos pasan varias cosas negativas, hay que establecer
prioridades. ¿Qué requiere ahora mismo
toda nuestra atención? ¿Qué debería resolver y qué debería dejar pasar? Hacernos
una lista y meditar en esas variables es algo esencial.
Pedir ayuda es una
estrategia inteligente y necesaria
Cuando muchas cosas salen
mal al mismo tiempo, hay que asumir que a veces nosotros no podemos con todo. Es vital poder apoyarnos en
personas válidas capaces de darnos confort, ayuda y comprensión sin juzgarnos.
Nada
es tan enriquecedor como compartir nuestros miedos y ansiedades con alguien y
aliviar cargas para, de pronto, ver las cosas con nuevos enfoques.
El ciclo de la negatividad
se romperá con soluciones innovadoras
Cuando
muchas cosas salen mal al mismo tiempo, hay que aplicar un nuevo enfoque
mental. Algo debe cambiar en nosotros para poder afrontar ese conjunto de
desafíos que tenemos por delante. No
podemos emplear los mismos esquemas de pensamiento que aplicábamos cuando los
problemas sucedieron.
Es
momento de desarrollar una perspectiva más proactiva e innovadora que nos
permita mejorar las cosas ahí donde sea posible, y aceptar esas otras sobre las
que no podemos hacer nada. Solo una
mente flexible puede encarar todas esas variantes complejas que, en
ocasiones, atascan nuestro bienestar.
Por
último, y no menos importante, recordemos siempre que ningún momento difícil
dura para siempre. LA vida son épocas y, efectivamente, algunas tienen el sabor
de la adversidad, pero en nuestras manos está transitarlas del mejor modo
posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario