domingo, 25 de febrero de 2018

¿QUIENES SOMOS?


 

La esclavitud es la identificación del que solo ve con los instrumentos de la visión.

 

Si podemos ver como flotan y evolucionan las nubes del cielo, se debe a que no somos las nubes, sino el Testigo que las contempla. Si somos capaces de darnos cuenta de las sensaciones de nuestro cuerpo, se debe a que no somos dichas sensaciones, sino el Testigo que las percibe y contempla. Si somos capaces de observar los sentimientos y pensamientos que aparecen en nuestra mente se debe a que no somos tales sentimientos, sino el Testigo que los contempla. Entonces ¿Quiénes SOMOS?

 

El ojo no se ve a sí mismo y todo aquello que uno pueda “ver”, no será sujeto, sino objeto. El que ve no es lo visto, sin embargo, puede decirse que en la vida cotidiana vivimos identificados con nuestro cuerpo y nuestra mente.

 

El problema que al parecer nos sucede a los seres humanos es que la propia identidad sujeto por excelencia es, de pronto, confundida con el objeto visto, aunque éste sea tan sutil como son los sentimientos más íntimos.

 

Sabemos que cuando somos parte de una querella perdemos la ecuanimidad. De la misma forma sabemos que cuando confundimos al YO con la mente pensante se termina por sufrir los mismos vaivenes que los de los propios pensamientos.

 

La mirada, el pensamiento y todo lo que seamos capaces de ver, no somos nosotros, sino lo que tenemos, por ejemplo, decimos “mi mano”, pero no somos en realidad la mano, sino que tenemos una mano. Y así todo lo que nos rodea son objetos del YO, no son el YO.

 

Al liberarnos de la identificación con los objetos de nuestra visión, experimentaremos libertad y desapego. Al darnos cuenta de que no somos nuestros deseos, ni nuestra cólera, ni nuestras inquietudes… porque todo esto puede “verse”, sentiremos una libertad de sabor neutral.

 

¿Pero qué significa ser neutral?, ¿acaso significa no tener especiales intereses personales en el objeto que se dirime?, ¿acaso no es sentir des-implicación?, ¿Cuál es el porqué de esa des-implicación?, ¿es porque, acaso al estar des-identificado, no se está afectado?

 

El objetivo, de todos los buscadores de la libertad esencial consiste, primero en diferenciar y, posteriormente en integrar. Tras comenzar diferenciando se finaliza la búsqueda en el momento en que lo de dentro y lo de fuera dejan de ser dos. Cuando sujeto y objeto son no-dos, cuando el observador y lo observado se tornan un SOLO SABOR, sucede que entonces se ha trascendido la mente racional y dualista del YO-TU y se existe tan sólo como contemplación supraconsciente.

 

Entonces, simplemente todo es. Cada mañana al despertar antes de pisar el suelo del mundo, observa como comienzas a tener las primeras sensaciones, los primeros sentimientos y pensamientos…es decir, objetos en tu consciencia.

 

En ese preciso instante, es cuando resulta muy fácil preguntarse, ¿quién soy? Y seguidamente no “pillarse” con lo visto, sino más bien permanecer lúcidamente instalado en el espectador.

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