La física cuántica ha confirmado lo que los sabios enseñaban a través de los siglos.
Aquello que
percibimos y a lo que aplicamos nuestra intención determina nuestra realidad
individual. Nosotros de hecho, estamos totalmente a cargo de cómo percibimos el
mundo que nos rodea, y ésta es la verdad subyacente que está siendo ocultada a
la humanidad.
Completamente
contrario al modelo determinista que nos han enseñado, nuestro ser no es el
resultado de factores fijos en los que tenemos muy poca influencia, sino todo
lo contrario.
Literalmente, somos
una proyección de nuestra propia conciencia. El resto depende de nosotros, de
como permitimos que la proyección ilusoria puesta ante nosotros determine
nuestra realidad.
Cuando crecemos para
captar más plenamente la importancia de este hecho, las cosas empiezan a
encajar. Una vez que esta verdad es descubierta, de hecho, experimentada como
debe ser, la majestuosidad de la existencia se abre y la limitación de las
concepciones de la mente desaparece como si nunca hubieran existido.
Debido a que en
esencia no existen. Fue sólo real desde una percepción limitada, manipulada
deliberadamente que creó un circuito ilusorio de retroalimentación, dando la
apariencia de que no había otras posibilidades.
Saber lo que está
pasando a nuestro alrededor es sólo el principio. No podemos empezar a conocer
las soluciones profundas esenciales de nuestras almas, operando dentro de la
densidad impuesta desde el exterior. Primero tenemos que transcender de manera
segura y luego operar desde una perspectiva claramente distanciada.
Hay un tiempo para
todo, pero si vamos a darnos cuenta de las verdaderas soluciones para nuestro
planeta y sus habitantes, necesitamos saber desde donde estamos trabajando, y
poder así ver lo que tenemos que hacer con una visión cristalina a partir de
una base firme de amorosa verdad.
Más aún, tenemos
que volver a descubrir y darnos cuenta de las verdaderas herramientas de poder
espiritual que tenemos a nuestra disposición. Ha medida que lo hacemos
superaremos las dificultades.
La verdad es
indescriptible en términos mentales, por eso estamos tan impresionados por las
ideas de la naturaleza, los fractales, la geometría sagrada y este magnífico
diseño físico como la obra de algo que sabemos es mucho más espectacular yaciendo
detrás de él.
Hay muchos tipos y
niveles de verdad, pero la verdad última es fundamentalmente una experiencia
interactiva y permanente con nuestro interconectado universo consciente, dentro
del cual todos estamos magníficamente tejidos.
Hay muchos niveles
de despertar pero cada uno es más sorprendente que el anterior. Lo que debe
impulsarnos a nosotros, no es sólo el maravilloso camino del descubrimiento personal,
sino acceder a los recursos que necesitamos para disolver el lazo establecido
para aquellos que aún no conocen su situación dentro de este mundo inferior de
control y engaño.
No existe mayor
fuerza impulsora que el imparable poder de la compasión empática.
Compartimos el
dolor de todos los que siguen atrapados y cegados por el gran engaño, y por
nuestra misma conectividad estamos vinculados por amor a despertar nuestro estado más facultado posible para
ayudar a lograr la transformación que todos estamos esperando.
Fuente Biblioteca Pleyades.
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