Un nuevo estudio científico descubre que
nuestro ADN transmite información de experiencias de miedo y de estrés de
generación en generación. Estamos más cerca de demostrar que la “memoria” de nuestros
antepasados sobrevive a través de nosotros.
Veamos cómo lo han hecho:
Investigadores de la Universidad de Medicina Emory en Atlanta
entrenaron a ratones a tener miedo al olor de un cerezo en flor usando shocks
eléctricos impidiendo que en ese período de entrenamiento pudieran criar.
Una vez que criaron, su descendencia mostró las mismas respuestas de miedo al
cerezo en flor, reacciones muy diferentes a otro tipo de olores y todo ello sin
haberlos experimentado anteriormente. Siguientes generaciones mostraron el
mismo comportamiento. Este comportamiento se mantuvo incluso en los casos de
descendencia a través de la inseminación artificial.
Los investigadores esperan ahora llevar a cabo más estudios para
entender cómo la información llega a ser almacenada en el ADN en un primer
momento y también más estudios para saber si lo que ocurre entre ratones se
puede trasladar a los seres humanos. Si esto es así, podríamos estar hablando
de explicar muchas de las respuestas “irracionales” del ser humano como las
fobias.
Mientras leía el artículo sobre este nuevo descubrimiento se me
ocurría pensar… ¿y si
esta es la explicación a la reencarnación?. Llevamos años,
siglos y milenios enzarzados en esta discusión eterna sobre si reencarnamos o
no. Y, para mí, está más que claro que todos tenemos razón pero que no nos
ponemos de acuerdo porque los que dicen que no, hablan de una cuestión y los
que decimos que sí hablamos de otra. Como ocurre en la mayoría de las
discusiones.
Cuando discutimos parece que hablamos de varias posturas
diferentes sobre un mismo tema, cuando en realidad hablamos de la misma postura
desde varios planos diferentes. Pero me explico un poco más concretamente
dejando claro que hablo de hipótesis y que simplemente estoy elucubrando en
alto y compartiendo, sin más prueba científica que lo que me digo a mi misma.
Si este estudio sigue avanzando en la misma línea, es decir, que
llega a comprobar que esto también ocurre en humanos, podría llegar a indicar
que la reencarnación física de cuerpo a cuerpo, vida tras vida, tal y como
ahora mismo todos nos la podemos imaginar, desde nuestra mente limitada, no
existe. Sin embargo, podría demostrar otro tipo de reencarnación.
A mí el estudio me sugiere que si “cierta información” sobre la vivencia y
experiencia de mis ancestros, cada uno con su vida, se ha transmitido, a través
del ADN, desde ellos hasta mí y desde mi hasta las siguientes generaciones, me
está indicando que la
reencarnación
existe pero entendida de manera muy diferente, más bien metafórica.
Habría “una
memoria” en mi árbol genealógico que ha sobrevivido desde siempre
hasta hoy y que marca mi experiencia hoy. Evidentemente, algo que yo puedo
cambiar y transformar a partir de mi propia experiencia pero, desde luego,
influida desde antes, incluso, desde antes de mi nacimiento. Si quien reencarna
es la información o una memoria, vida tras vida de los descendientes de una
saga familiar, ¿no creen entonces que todos tenemos razón?. ¿Podría ser el alma “una memoria” o “cierta información”?
Cuando mi cuerpo muere yo muero y no renazco. Pero una parte de
mi sigue viva en la genética de mis descendientes, y no sólo el gen que marca
la enfermedad o el rasgo físico, sino aquel que vivió tal experiencia, buena o
mala, traumática o feliz, del tipo que sea.
Así que al final, quizás, resolvamos la cuestión de la
reencarnación encontrando un lugar común en la manera de enfocarla, tanto de
los que dicen que no, como de los que dicen que sí y dicho esto, dejaríamos de
discutir.
Y al dejar esto marchar podríamos entonces centrarnos en lo que,
para mí es un debate mucho más interesante. Si heredamos la memoria de las experiencias de nuestros
antepasados ¿para qué la heredamos? Al negar la reencarnación
desde lo físico y material negamos la posibilidad de esta pregunta. ¿No podría
ser que si heredamos experiencias de nuestros antepasados es para seguir con el
aprendizaje que ellos iniciaron? Si es una experiencia feliz, para contar con
el recurso que nos diera su experiencia positiva. Y si fue una experiencia no
feliz, para trascenderla hasta que lo sea.
Estaríamos hablando de crecimiento y de evolución. Da igual si
el cuerpo vuelve o no, si hay un alma que entra en otro cuerpo o no, si yo
misma una y otra vez, o si es mi bisabuelo o biznieto cada uno en su vez. Lo
que sí parece estar más claro científicamente como posible es que “cierta información de la vida
anterior” sobrevive generación tras generación” y esto ya puede
implicar cierta diferencia en la forma de enfrentarnos a nuestra propia vida a
partir de hoy.
Y por último, si la memoria se hereda, eso querría decir que mi
ADN alberga una memoria infinita, es decir, todo aquel conocimiento almacenado
a lo largo de todas las vidas de mis antepasados, luego sería cierta la máxima
de que “todo está dentro de ti”.
Itziar
Azkona
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