RECORDARAS.
La mayoría de nosotros hemos tenido miedo
a la oscuridad. Venimos a este mundo desde un lugar sin tiempo, un lugar de amor
y apoyo incondicional y somos entregados a un entorno profundamente denso de incertidumbre
y potencial para el dolor y el sufrimiento. Ya no tenemos la telepatía que existe
en el mundo del Espíritu y tampoco
tenemos el sentido de saberlo todo, que es como la luz clara y brillante donde
no hay secretos, ni escepticismo, y no hay dudas.
Por esta razón, muchos niños tienen
miedo a la oscuridad y quieren a alguien allí cuando se duermen o tal vez una
luz encendida en el pasillo sólo para darles una sensación de que pueden ver lo
que está a su alrededor. Quién sabe, la oscuridad puede tener cocodrilos debajo
de la cama, fantasmas viniendo del armario, o demonios trepando por la ventana.
Incluso los adultos pueden alejarse de la oscuridad y tener momentos
ocasionales de pánico en una calle oscura, o en un garaje, ático o sótano, temerosos
de ladrones, atracadores, o asesinos. La oscuridad parece estar llena de
misterio, lo desconocido, obstáculos, y por supuesto nuestras mentes tienden a
ir hacia las malas posibilidades en vez de a las buenas
En un nivel más profundo esto se
traduce en la necesidad de saber. Deslizamos los dedos sobre el encendido de
las luces para asegurarnos de que ninguno de estos horrores existen o están al
acecho listos para abalanzarse sobre nosotros. Asociamos ver con saber, y
cuando no podemos verlo que está allí, nos llenamos de ansiedad y duda. El
centro instintivo es activado y el cuerpo entra en modo de supervivencia, listo
para luchar o huir.
Como muchas profecías han predicho
ahora estamos en el Kali Yuga, el más profundo y oscuro de los tiempos justo antes
de la temprana luz del alba. La bola de demolición está fuera y estamos
de-construyendo nuestro mundo para gran consternación de todos los intereses
creados en el status quo. Acompañando este tiempo caótico de disolución está la
falta de claridad, la incertidumbre, la imprevisibilidad, la falta de
concentración, y por supuesto, todo esto trae un gran miedo a la oscuridad y al
caos del vacío.
Hay algunas cosas que podemos conocer
y seguiremos siendo capaces de saber si nos lo permitimos. En cierto modo,
estas cosas que podemos saber son probadas y verdaderas y, sin embargo, muchos
han perdido el contacto con ellas en los tiempos modernos.
Hay una serie de tres frases poderosas
canalizadas por el médium Paul Selig que apuntan directamente a esta forma de
saber. Son totalmente apropiadas para los tiempos en que nos encontramos. La
primera frase o mantra es "Yo sé
quién Yo soy." Ahora podrías decir: "No, yo no sé quién
soy", pero en algún lugar profundo dentro de ti, tú lo sabes, todo el
mundo lo sabe porque es verdad para todo el mundo, no importa lo que piense la
personalidad local. sucesivamente. Cuando tú puedes decir esto, de inmediato te
pones de nuevo en el asiento del conductor. Tu personalidad puede no saber nada
por el momento, pero en un nivel esencial tú sabes quién eres y eso nunca puede
ser destruido o quitado por nadie. Es permanente.
La segunda frase es "Yo sé lo que soy." Esta es
una frase totalmente diferente aunque suene un poco lo mismo. "Lo que" se refiere a una
condición local. Tiene que ver con lo que estoy haciendo en este momento. En
este momento estoy siendo una mujer o un hombre que es un español, un americano
o un italiano y así sucesivamente. No es quien soy, es lo que soy.
La tercera frase es: "Yo sé cómo sirvo." Hay literalmente millones de formas diferentes
en las que servimos. Sin embargo,
estamos buscando aquí la respuesta más verdadera, la respuesta que es la más
básica, más universal, ya sea que una persona esté o no en contacto con ella,
lo esté haciendo o no en este momento, y sea o no consciente de ello. La
respuesta más verdadera y duradera a esta pregunta acerca de cómo sirvo es, "Ya que soy Espíritu, temporalmente
siendo un ser humano, yo sirvo siendo consciente de que cada persona que veo es
en realidad Espíritu experimentando ser un ser humano, y yo los acepto
incondicionalmente, los amo, y los bendigo. Mientras yo recuerdo hacer esto, yo
en realidad les permito la posibilidad de recordar esta verdad también y de
volver a ser eso conscientemente. Si se me olvida y en cambio los maldigo con
juicios, críticas, y tal vez odio, los estoy en realidad conduciendo aún más en
su ilusión y me maldigo a mí mismo con ilusión también”.
Cuando uno entiende plenamente esto,
se hace evidente de inmediato cuán insano es criticar y odiar. Nos recuerda
el refrán budista que dice que juzgar a alguien es como beber un vaso de veneno
y esperar que la otra persona muera.
No
existe una alternativa sana más que perdonar, aceptar y amar incluso si en este
momento se están comportando de una manera que a ti te parece horrible.
Esto es, en definitiva, todo lo que
cualquiera de nosotros realmente necesita saber. Esta es la solución a lo gran
desconocido, a los tiempos difíciles que el planeta está enfrentando, a el gran
misterio de hacia dónde vamos. No hay ningún misterio después de todo. Todos
somos seres de Espíritu que experimentan ser humanos, tratando de comportarse
de una manera que sea apropiada con quienes somos en realidad. Estamos finalmente
volviendo a casa después de tener un viaje en el que nos sentimos como un
extraño en una tierra extraña.
Esto no es un juego destinado a derrotarte. Tú
acordaste jugar el juego, tú eres responsable de todo lo que sucede, todas las
pruebas, todas las iniciaciones. En lo profundo de tu psiquis sabes que
habrá momentos en los que todo parece estar perdido, pero como en todo cuento
de hadas no lo está. Todo lo que tienes que hacer es despertar y volverte muy
comprometido a que, no importa qué suceda, prevalecerá el Espíritu, y lo hará.
Si haces esto, no te volverás loco, no te volverás auto-destructivo, no te
sentirás desesperado y derrotado ni serás apático. De hecho, recibirás ayuda
enorme, más allá de cualquier cosa que puedas imaginar. Recuerda el dicho chamánico,
"Nunca acepte las
apariencias." No importa lo mal que te veas, se trata de una ilusión
destinada a probarte. ¿Vas a pasar la
prueba? Por supuesto que sí, tarde o temprano, pero ¿Por qué no antes?
No necesitas conocer todos los detalles
y todos los hechos. Todo lo que necesitas saber es que estás en un viaje de
héroe, un viaje que te inventaste con la ayuda de muchos guías y maestros antes
de que nacieras. Tú sabías la naturaleza de los obstáculos y creaste escenarios
que traerían esos obstáculos y que debían ser soportados para que pudieras
superarlos, no importa cuan terribles los has programado, puedes vencerlos y en
tu interior “lo sabes”. Luego, una vez preparado el escenario acordaste la
amnesia, para que todo pareciera real y te diera la oportunidad de ejercitar el
elegir. Tienes opciones de huir, resistir, enloquecer, y otras opciones o
puedes ver a todos los desafíos a los ojos y sonreír sabiendo que eres el
héroe, heroína de la fábula en la que te encuentras. Enloquecer y salir
corriendo sólo retrasa lo inevitable y alarga la historia, pero al final el
resultado es el mismo, no importa qué suceda.
¡Tú te
graduarás! Así que abraza lo desconocido con entusiasmo y una gran paradoja
ocurrirá. Terminarás sabiendo lo que pensabas que no sabías. RECORDARÁS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario