Nos parece que soñar tiene una importancia relativa, sin
darnos cuenta de que todo comenzó con un sueño. No podemos definir con
exactitud, que son los sueños, aunque se cree que la mayoría de criaturas
sueñan, y puede ser que soñar sea una facultad que permita al ser humano
adaptarse a su entorno, recibiendo en sueños indicaciones que después
materializaríamos en estado de vigilia. Se puede decir que soñamos para ser
conscientes de nuestras futuras posibilidades; las nuevas formas en las que
cada uno de nosotros podemos existir, y sin las cuales no podríamos sobrevivir
como especie, atrayendo así, el futuro al presente.
Cuando estamos despiertos, cuando interactuamos con el mundo
de la materia, con la matriz, nuestra mente está totalmente sumergida con
imágenes, sensaciones, acontecimientos y posibilidades. Esto hace que perdamos
el contacto con nuestro YO interno, pero al estar dormidos, al soñar, nada nos
impide entrar en contacto directo con él.
Es en el sueño donde aprendemos a ser conscientes y separar lo de fuera
de lo de dentro, sin perder por eso las experiencias adquiridas. Podemos decir que: el sueño es un laboratorio
de auto-creación, en el que la entidad queda definida a sí misma, siendo un
proceso necesario para que se desarrolle la consciencia.
En los años setenta, se llevaron a cabo investigaciones
relacionadas con los estados del sueño y la telepatía, llegando a conclusiones
corroboradas de que es posible tener estados telepáticos y de consciencia
durante los sueños, y afirmando que una persona despierta y una persona soñando
pueden comunicarse telepáticamente.
La física nos dice, que el tiempo y el espacio en sí no son
primordiales, sino secundarios, y de que existe un orden implícito en el
universo, como dice David Bohm, que es más importante que el espacio y el
tiempo. En dicho orden implícito, no existen las separaciones de espacio/tiempo
como en nuestro mundo diario. Así que, si pudiéramos ser capaces de
comunicarnos en ese nivel de Unidad, nos uniríamos y nos separaríamos después
de haber compartido información, siendo
nuestra consciencia psíquica o telepática un movimiento hacia el Uno,
donde no hay separación, y luego un movimiento de nuevo hacia la dualidad,
donde la separación existe.
Diariamente nos enfrentamos a una serie de momentos creativos, cambiantes y
nuevos, pero en ocasiones nos resultan familiares a la vez, podemos centrar
nuestra atención cuando esto ocurre, porque quizás en esa fisura donde el
espacio/tiempo no existe nuestras mentes han estado recibiendo información.
Cuando nos damos cuenta de que existen mundos que provienen de lo más profundo
y fundamental, es cuando somos capaces de tener vidas plenas y creativas.
Podemos terminar esta reflexión con unos versos de Calderón
de la Barca, que hace años ya se dio cuenta de lo siguiente:
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
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