miércoles, 25 de diciembre de 2024

TU LUNA EN EL SIGNO DE CAPRICORNIO



Luna en Capricornio.

En Capricornio, el principio cardinal se une con el elemento tierra. La tierra vuelve sensorial a la Luna, antiguamente, se decía que una Luna en Capricornio era un Luna fría porque el regente de Capricornio es Saturno. Por la tierra, la Luna es muy sensitiva y por el principio cardinal está dotada de voluntad y poder, por lo tanto, es una Luna que puede procurarse lo que necesita. No es una Luna espontánea que se dirija a otras personas sin una razón fundada, siempre tiene alguna meta que quiera conseguir.

Su Yo emocional anhela seguridad y, por eso, prueba a los demás durante largo tiempo hasta que está segura de que todo está en orden y de que no hay posibilidad de engaño. Criterios formales como status, carrera, profesión e ingresos juegan un papel muy importante.

La Luna en Capricornio casi siempre necesita una razón objetiva para establecer contacto, comprender el amor por sí mismo le resulta difícil. Capricornio, como signo de la individualidad, sabe cuál es su valor desde el punto de vista emocional y la mayoría de veces, se vende muy caro. Es una Luna individualizada que no se deja enganchar por metas extrañas sino que siempre quiere escoger y decidir por sí misma.

Está orientada hacia lo realista y mira los asuntos de las relaciones y del amor con unas gafas de objetividad. En casi todas las relaciones busca una utilidad, pruebas de dedicación y posibles ayudas para su carrera. No se abre emocionalmente hasta que ha comprobado la seguridad y la solidez de todo, solo entonces empieza a mostrar sus sentimientos. Si las condiciones y el entorno son adecuados domina perfectamente la escala de sentimientos y puede entusiasmar y, apasionar al entorno con sus sentimientos y su encanto.

La mayoría de veces, la Luna Capricornio actúa de forma orgullosa y arrogante frente a personas extrañas, ejerce un poder natural sobre su entorno y, puede proporcionarse sin demasiado esfuerzo lo que necesita. Esto se lo debe a Capricornio, cuyo principio cardinal le empuja hacia arriba, hacia el punto de individualización, escalando hacia arriba, sabiendo lo que quiere, para alcanzar las metas que se ha fijado y dominar.

En momentos de estrés, la Luna Capricornio tiene la tendencia de tomarse sus tareas profesionales demasiado en serio, exige mucho, tanto de sí misma como de los demás, trabaja en base a las altas metas que se ha fijado y hasta que no las alcanza no puede relajarse y disfrutar de la vida. En el plano material, estas personas quieren éxito,  reconocimiento y poder personal. Muchas se casan por razones materialistas o para disfrutar de determinado prestigio. Otras son egoístas en sus exigencias con el entorno, pues a este nivel Saturno es bastante fuerte y actúa duramente y sin compromisos.

La crisis en Capricornio ocasiona el regreso al interior, debe descender de su montaña hasta su Cáncer, sus orígenes. Debido a su ambición, se ha alejado demasiado del amor y ha creído demasiado en los sentimientos de poder, de manera que no necesita a los demás. En esta situación de autonomía se queda en su montaña, en el fondo, se siente una persona solitaria.

Superación.

La crisis de transformación de Capricornio empieza cuando falta el éxito y hay que soportar el rechazo y la derrota. La mayoría de veces, esto sucede por influencias externas y errores de peso que la misma persona ha cometido y cuyas consecuencias debe sufrir. Las metas alcanzadas empiezan a tambalearse y se pierde el poder, el prestigio, los amigos y, a veces, incluso la posición. En esta crisis de transformación, tiene lugar inevitablemente la caída desde las alturas alcanzadas.

Para la Luna Capricornio es impensable que personas o cosas puedan ir a parar fuera de su control. Por mucho tiempo no lo admite y adopta una postura rígida. Sin embargo, ocurre lo que a toda costa quería evitar, se le quita aquello por lo que ha trabajado y el entorno le declara culpable. El derrumbamiento disuelve la resistencia y se exige la integración del signo opuesto Cáncer. En otras palabras, debe volverse más humilde y tomar en serio los valores sentimentales. Cuando admite que también necesita amor, calor y ternura, como el resto de las personas entonces es capaz de participar en una vida comunitaria.

Se trata de renunciar al punto de vista de la utilidad y del provecho en favor del amor espontaneo. Una Luna purificada así, vuelve a ascender a las alturas individuales, a encontrarse con otras personas con una mayor comprensión, a ser un modela para ellas y a ayudarlas en caso de apuro. En el área de los sentimientos, la mayoría de veces, irradia seguridad y fuerza aunque se porte de forma  distante y objetiva, por eso, puede dar orientación  apoyo y sostén a los demás.

El pensamiento semilla esotérico de Capricornio es:

“Estoy perdido en la Luz Suprema, no obstante vuelvo la espalda a esa Luz”

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