LA MUERTE
13. COMO VIBRACIÓN NUMÉRICA PERSONAL. Siempre se ha temido al 13, considerándolo en número de la muerte. Ahora bien, aunque representa en efecto a la muerte, no se trata del sentido ordinario de este término. La muerte significa solo un cambio. Cuando nacemos a esta vida, morimos en otro nivel de existencia. El cambio es simultáneamente nacimiento y muerte.
La relación del 13 con la muerte surgió porque mucha gente responde a su aspecto más bajo sumergida en la materia. Pocas personas responden al aspecto más alto del 13, que implica la satisfacción completa y la consecución mediante mediante la regeneración o el uso de los extraordinarios poderes de este numero para crear algo de valor y legarlo al mundo.
No hay medias tintas en el 13. Posee un enorme potencial para la consecución última y un potencial igualmente grande para la destrucción absoluta. O todo o nada.
La vida de la persona número 13 será un perpetuo cambio. Tan pronto como una situación parece estabilizarse y prolongarse, aparece una nueva serie de circunstancias para sustituir a las antiguas. Esta renovación continua le mantiene siempre alerta e imprime sobre la persona la naturaleza transitoria de las cosas terrenas.
La inestabilidad de su mundo material fortalece el vínculo con el mundo invisible. A causa de esto, necesita un lugar seguro y unas relaciones firmes en este respecto, dándose cuenta de que se trata de lazos sinceros y duraderos.
La persona numero 13 no es un líder en el sentido ordinario de la palabra, pero atrae a los demás. se hace cargo de sus problemas y soporta valientemente sus penas sin quejarse demasiado. Su idealismo no tiene límites y puede transformar la más terrible de las perdidas en una empresa meritoria gracias a su profunda filosofía y a su comprensión de los verdaderos valores de la vida.
Sus ilimitados poderes creativos descubren un suelo fértil donde otros no ven más que una tierra estéril. Si toma en sus manos una empresa moribunda, sus ideas creativas, su capacidad de organización y su trabajo arduo la convertirá en una aventura financiera rentable. Su palabra clave es transformación, tanto en los negocios como en las relaciones o causas sociales.
Posee unas facultades psíquicas increíbles, siendo capaz de ver a través de las personas y de las situaciones y de las personas. No es fácil engañarle, y sus poderes perceptivos y analíticos le hacen un oponente formidable.
En caso de un 13 negativo, desperdiciara su creatividad persiguiendo deseos transitorios. Tendrá un exceso de auto indulgencia respecto a la bebida, las drogas o las relaciones deshonestas y los actos destructivos, lo que harán de su vida y de la vida de quienes le rodean un completo desastre. Su mal carácter y sus actos de temeridad chocan a los demás y acabarán por derribar las estructuras que había logrado edificar.
SIMBOLISMO DEL TAROT. Clave 13: la Muerte. Esta carta sugiere la reproducción, y el nacimiento, no necesariamente en este mundo, sino un renacimiento de la conciencia en planos superiores.
En número 13 es sagrado, como son todos sus múltiplos. Señala a u iniciado o a una persona que ha renacido mediante los poderes mentales de la transformación. Hubo 12 apóstoles, Jesús hacía el número 13. También el 13 interviene de manera primordial en las proporciones de la Gran Pirámide.
El esqueleto hace referencia a la muerte, que llega para todos sin distinción. Monta un adiestrado caballo blanco, símbolo de los deseos purificados y de los sentidos sometidos al ritmo cíclico. Sin embargo el sol que luce a lo lejos, entre las torres, promete la vida eterna, La fuerza vital no muere. Se limita a cambiar de forma.
CORRESPONDENCIA ASTROLÓGICA: La Tierra (y Escorpio). La expansión de la fuerza vital original produce en último termino la forma (la tierra). Y en el número 13, apropiadamente regido por Escorpio, aprendemos que la muerte debe ser comprendida, no temida. Entre todos los signos del Zodiaco, Escorpio tiene el poder de transformar las cosas de la Tierra y aportar nueva vida.
Otra importante cuestión se sugiere aquí con gran claridad: la Muerte pertenece solo a la Tierra. Los no iniciados han tenido siempre al 13 como número de la Muerte. Ahora bien, el 13 se reduce al 4, el número de la Tierra. La Biblia nos dice que somos la sal de la Tierra. La sal cristaliza en cubos, y nuestros cuerpos son cubos que contienen el espíritu inmortal, la eterna energía vital. El cuerpo muere, la esencia perdura.
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