SEIS
HÁBITOS DE LAS MENTES RESISTENTES AL ESTRÉS
Una mente capaz de resistir al estrés sabe adaptarse a los
cambios y ve oportunidades donde otros solo aprecian problemas. Los hábitos de las mentes resistentes al
estrés consisten en estrategias que cualquiera puede aprender. En un
escenario social cada vez más complejo y dominado por la incertidumbre, es de
gran utilidad poner en práctica estos recursos.
Según el trabajo publicado en Frontíers in Human
Neuroscience, aunque hay personas con una mayor predisposición neurobiológica a
la resiliencia, esta es una competencia que siempre podemos desarrollar y
mejorar.
¿Qué
significa tener una mente resistente al estrés?
Es
posible que este concepto suscite algún interrogante: ¿La resistencia es igual
a impermeabilidad o insensibilidad? En absoluto. Ejemplo de ello es lo
que destacan en una investigación realizada en la Universidad de Colorado: La resistencia al estrés no implica la
ausencia de la respuesta a este mecanismo, significa saber aplicar
respuestas más adaptativas.
Esa es la clave, hacer frente a esos desafíos o demandas de
nuestro entorno sin dejar que este estado psicofisiológico nos sobrepase.
De este modo, evitaremos los efectos negativos asociados al
estrés crónico o agudo y nos recuperaremos más rápido de cualquier
circunstancia compleja. Al fin y al cabo, no podemos controlar lo que nos
sucede, pero sí la manera que respondemos a lo que ocurre.
Los
hábitos de las mentes resistentes al estrés
Hay un viejo refrán que dice: “No importa lo hondo que caigas, sino lo alto que rebotas tras caer”.
Los hábitos de las mentes resistentes al estrés tienen esta facultad, la de
saber reaccionar cuando las cosas van mal.
Problemas de trabajo, malas noticias, dificultades en tu
relación y miedo al futuro, por ejemplo. La vida está llena de desafíos y todos
podemos aprender de quienes son hábiles en este contexto. Profundicemos en esas
dimensiones que les definen.
1-Entrenan
su atención
Daniel Goleman es el escritor del libro Focus: desarrollar la
atención para alcanzar la excelencia (2013). En este trabajo aprendemos que las
personas capaces de centrar el enfoque
mental en su interior y su exterior, navegan mejor por el mundo que les rodea,
conectan consigo mismas y reaccionan de forma óptima.
Es más, un artículo divulgado por Frontiers in Psychology
revela cómo el hecho de entrenar a los estudiantes en técnicas de atención,
reduce en ellos el estrés académico. Si deseas iniciarte en esta competencia,
toma nota de las siguientes estrategias:
Evita la multitarea
Regula el uso del móvil
Te será de utilidad el mindfulness
Elimina distractores de tu día a día
Haz ejercicios de entrenamiento cognitivo
Practica la atención selectiva. Por ejemplo, cuando escuches
música atiende un solo instrumento
2- Se
adaptan de forma innovadora
Uno de los hábitos de estas mentes es su capacidad de adaptación
a los cambios. Las personas con buenas competencias en esta materia no procesan
los giros de su destino como amenazas; procuran
mantener la calma y analizar de qué manera asumir esa variación para obtener
ventaja. Veamos a continuación, algunas características:
Demuestran
menor resistencia al cambio: no se quedan atascados a través de
la negación o la no aceptación de las nuevas circunstancias.
Son más
hábiles a la hora de reflexionar en posibles soluciones: ante
cualquier cambio o variación, procura razonar en qué estrategias aplicar para
asumir o enfrentar esos escenarios.
Aceptan
las contradicciones y toleran la frustración: entienden
que no toda dinámica, persona o situación se ajustará a sus perspectivas y que
el mundo no puede ser siempre como uno espera.
Quienes
afrontan mejor el estrés presentan una mente flexible: este
enfoque cognitivo más abierto contribuye a pensar en soluciones y no quedarse
bloqueados ante la adversidad. Una publicación de la Universidad Soochow
resalta cómo la flexibilidad cognitiva es una herramienta decisiva para el
rendimiento estudiantil.
2-Saben
regular de forma eficaz sus
emociones.
¿Eres hábil a la hora de manejar la angustia, la preocupación
o el miedo? Entre los hábitos de las mentes que resisten al estrés sobresalen
sus habilidades para regular las emociones. Ello no significa que no sientan
ansiedad, inquietud o temor, sino que saben cómo actuar cuando esos estados
psicofísicos les atenazan; evidencia de ello es lo siguiente:
Se apoyan en su entorno, hablan de lo que sienten
No se dejan llevar por esos estados emocionales, sino que aplican
estrategias para canalizarlos.
3-Aplican
un enfoque mental racional para regular esos pensamientos dominados por la
negatividad.
Aceptan y dejan espacio a cada emoción sentida, no se
resisten a ellas ni las desplazan como si no estuvieran.
Recurren a estrategias para canalizar las emociones difíciles;
por ejemplo escribir, hacer deporte o el arte.
La atención plena o mindfulness es una buena herramienta para este fin. Hay personas que logran
regular mejor las emociones y reducir el impacto del estrés.
4- Son
creativas y confían en sus competencias
La
creatividad es un canal extraordinario para regular el estrés y hallar nuevas
estrategias ante desafíos personales. Por el contrario, quienes
presentan un enfoque cognitivo rígido, suelen quedarse atrapados ante cualquier
problema, por pequeño que sea.
De igual forma, confiar en las propias habilidades y
competencias les aporta esa seguridad en sí mismos, con la cual encarar las
dificultades. De este modo, si deseas ser más resistente al estrés, ten
presente que siempre estás a tiempo de potenciar tu creatividad. Algunas
estrategias útiles son las que ahora listamos:
Iníciate en alguna práctica artística: música, pintura,
escritura.
Mira lo que te rodea desde un enfoque más amplio, imagina, se
curioso, investiga.
Aplica un enfoque más crítico a todo lo que te rodea, mira
más allá de lo aparente.
Comparte tiempo con personas creativas; ábrete a nuevas
perspectivas junto a ellas.
Desarrolla
tu pensamiento divergente: piensa de manera original e innovadora.
5-
Saben buscar apoyo
Buscar apoyo, aceptar ayuda, compartir con los demás los
miedos y vulnerabilidades no te hace débil, todo lo contrario. Por ello, entre
los hábitos de las mentes que resisten al estrés se encuentra esta valiosa
virtud. Son personas con unas excelentes habilidades socioemocionales que
pasamos a describirte:
Se
permiten ser vulnerables, no dudan en compartir con los demás lo
que sienten y necesitan.
No
reprimen o esconden sus sufrimientos, entienden que, al desahogarse con
un amigo, la pareja o un familiar, la vida duele menos.
Saben
en qué momento es mejor detenerse y aceptar que ya no pueden más, conocer
los propios límites es una buena estrategia para regular el estrés.
6-Tienen
claros sus significados y propósitos vitales
Ante
cualquier adversidad, nada es tan relevante como recordar cuáles son tus
significados y propósitos vítales. Pensemos por ejemplo, en el
neurólogo Viktor Frankl y lo que nos relató en su libro El hombre en busca de
sentido (1946). Las personas necesitamos aferrarnos a algo para poder afrontar
cualquier instante difícil.
Un artículo de Frontiers in Psychology señala que nuestra
vida moderna suele distraernos de estas dimensiones; no les damos importancia,
cuando, en realidad, tener propósito en la vida es una de las necesidades
humanas más básicas. Esto es algo que cultivan de forma eficaz las mentes más
resistentes al estrés- Entonces, no dudes en plantearte qué es aquello que te
da sentido, qué es importante en tu vida y que te confiere ilusión y
trascendencia.
Recuerda
que ser fuerte no es poder con todo ni soportar toda adversidad, es navegar por
las dificultades adaptándote, aplicando las mejores estrategias y sabiendo
pedir ayuda cuando la necesites.
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