miércoles, 5 de julio de 2023

MENTES RESISTENTES AL ESTRÉS

 


SEIS HÁBITOS DE LAS MENTES RESISTENTES AL ESTRÉS

Una mente capaz de resistir al estrés sabe adaptarse a los cambios y ve oportunidades donde otros solo aprecian problemas. Los hábitos de las mentes resistentes al estrés consisten en estrategias que cualquiera puede aprender. En un escenario social cada vez más complejo y dominado por la incertidumbre, es de gran utilidad poner en práctica estos recursos.

Según el trabajo publicado en Frontíers in Human Neuroscience, aunque hay personas con una mayor predisposición neurobiológica a la resiliencia, esta es una competencia que siempre podemos desarrollar y mejorar.

¿Qué significa tener una mente resistente al estrés?

Es posible que este concepto suscite algún interrogante: ¿La resistencia es igual a impermeabilidad o insensibilidad? En absoluto. Ejemplo de ello es lo que destacan en una investigación realizada en la Universidad de Colorado: La resistencia al estrés no implica la ausencia de la respuesta a este mecanismo, significa saber aplicar respuestas más adaptativas.

Esa es la clave, hacer frente a esos desafíos o demandas de nuestro entorno sin dejar que este estado psicofisiológico nos sobrepase.

De este modo, evitaremos los efectos negativos asociados al estrés crónico o agudo y nos recuperaremos más rápido de cualquier circunstancia compleja. Al fin y al cabo, no podemos controlar lo que nos sucede, pero sí la manera que respondemos a lo que ocurre.

Los hábitos de las mentes resistentes al estrés

Hay un viejo refrán que dice: “No importa lo hondo que caigas, sino lo alto que rebotas tras caer”. Los hábitos de las mentes resistentes al estrés tienen esta facultad, la de saber reaccionar cuando las cosas van mal.

Problemas de trabajo, malas noticias, dificultades en tu relación y miedo al futuro, por ejemplo. La vida está llena de desafíos y todos podemos aprender de quienes son hábiles en este contexto. Profundicemos en esas dimensiones que les definen.

1-Entrenan su atención

Daniel Goleman es el escritor del libro Focus: desarrollar la atención para alcanzar la excelencia (2013). En este trabajo aprendemos que las personas capaces  de centrar el enfoque mental en su interior y su exterior, navegan mejor por el mundo que les rodea, conectan consigo mismas y reaccionan de forma óptima.

Es más, un artículo divulgado por Frontiers in Psychology revela cómo el hecho de entrenar a los estudiantes en técnicas de atención, reduce en ellos el estrés académico. Si deseas iniciarte en esta competencia, toma nota de las siguientes estrategias:

Evita la multitarea

Regula el uso del móvil

Te será de utilidad el mindfulness

Elimina distractores de tu día a día

Haz ejercicios de entrenamiento cognitivo

Practica la atención selectiva. Por ejemplo, cuando escuches música atiende un solo instrumento

2- Se adaptan de forma innovadora

Uno de los hábitos de estas mentes es su capacidad de adaptación a los cambios. Las personas con buenas competencias en esta materia no procesan los giros de su destino como amenazas; procuran mantener la calma y analizar de qué manera asumir esa variación para obtener ventaja. Veamos a continuación, algunas características:

Demuestran menor resistencia al cambio: no se quedan atascados a través de la negación o la no aceptación de las nuevas circunstancias.

Son más hábiles a la hora de reflexionar en posibles soluciones: ante cualquier cambio o variación, procura razonar en qué estrategias aplicar para asumir o enfrentar esos escenarios.

Aceptan las contradicciones y toleran la frustración: entienden que no toda dinámica, persona o situación se ajustará a sus perspectivas y que el mundo no puede ser siempre como uno espera.

Quienes afrontan mejor el estrés presentan una mente flexible: este enfoque cognitivo más abierto contribuye a pensar en soluciones y no quedarse bloqueados ante la adversidad. Una publicación de la Universidad Soochow resalta cómo la flexibilidad cognitiva es una herramienta decisiva para el rendimiento estudiantil.

2-Saben regular de  forma eficaz sus emociones.

¿Eres hábil a la hora de manejar la angustia, la preocupación o el miedo? Entre los hábitos de las mentes que resisten al estrés sobresalen sus habilidades para regular las emociones. Ello no significa que no sientan ansiedad, inquietud o temor, sino que saben cómo actuar cuando esos estados psicofísicos les atenazan; evidencia de ello es lo siguiente:

Se apoyan en su entorno, hablan de lo que sienten

No se dejan llevar por esos estados emocionales, sino que aplican estrategias para canalizarlos.

3-Aplican un enfoque mental racional para regular esos pensamientos dominados por la negatividad.

Aceptan y dejan espacio a cada emoción sentida, no se resisten a ellas ni las desplazan como si no estuvieran.

Recurren a estrategias para canalizar las emociones difíciles; por ejemplo escribir, hacer deporte o el arte.

La atención plena o mindfulness es una buena herramienta para este fin. Hay personas que logran regular mejor las emociones y reducir el impacto del estrés.

4- Son creativas y confían en sus competencias

La creatividad es un canal extraordinario para regular el estrés y hallar nuevas estrategias ante desafíos personales. Por el contrario, quienes presentan un enfoque cognitivo rígido, suelen quedarse atrapados ante cualquier problema, por pequeño que sea.

De igual forma, confiar en las propias habilidades y competencias les aporta esa seguridad en sí mismos, con la cual encarar las dificultades. De este modo, si deseas ser más resistente al estrés, ten presente que siempre estás a tiempo de potenciar tu creatividad. Algunas estrategias útiles son las que ahora listamos:

Iníciate en alguna práctica artística: música, pintura, escritura.

Mira lo que te rodea desde un enfoque más amplio, imagina, se curioso, investiga.

Aplica un enfoque más crítico a todo lo que te rodea, mira más allá de lo aparente.

Comparte tiempo con personas creativas; ábrete a nuevas perspectivas junto a ellas.

Desarrolla tu pensamiento divergente: piensa de manera original e innovadora.

5- Saben buscar apoyo

Buscar apoyo, aceptar ayuda, compartir con los demás los miedos y vulnerabilidades no te hace débil, todo lo contrario. Por ello, entre los hábitos de las mentes que resisten al estrés se encuentra esta valiosa virtud. Son personas con unas excelentes habilidades socioemocionales que pasamos a describirte:

Se permiten ser vulnerables, no dudan en compartir con los demás lo que sienten y necesitan.

No reprimen o esconden sus sufrimientos, entienden que, al desahogarse con un amigo, la pareja o un familiar, la vida duele menos.

Saben en qué momento es mejor detenerse y aceptar que ya no pueden más, conocer los propios límites es una buena estrategia para regular el estrés.

6-Tienen claros sus significados y propósitos vitales

Ante cualquier adversidad, nada es tan relevante como recordar cuáles son tus significados y propósitos vítales. Pensemos por ejemplo, en el neurólogo Viktor Frankl y lo que nos relató en su libro El hombre en busca de sentido (1946). Las personas necesitamos aferrarnos a algo para poder afrontar cualquier instante difícil.

Un artículo de Frontiers in Psychology señala que nuestra vida moderna suele distraernos de estas dimensiones; no les damos importancia, cuando, en realidad, tener propósito en la vida es una de las necesidades humanas más básicas. Esto es algo que cultivan de forma eficaz las mentes más resistentes al estrés- Entonces, no dudes en plantearte qué es aquello que te da sentido, qué es importante en tu vida y que te confiere ilusión y trascendencia.

Recuerda que ser fuerte no es poder con todo ni soportar toda adversidad, es navegar por las dificultades adaptándote, aplicando las mejores estrategias y sabiendo pedir ayuda cuando la necesites.

 

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