Seis tipos de hombres que nunca deberían ser tu pareja
Evita establecer relaciones de pareja
con aquellos hombres que presentan las siguientes características.
Ni los hombres, ni las mujeres somos perfectos. Estamos
lejos de serlo. Todos estamos llenos de defectos y pasamos por momentos en los
que realmente somos complicados de aguantar hasta para las personas que más nos
quieren. Sin embargo, hay rasgos de la personalidad que pueden resultar
altamente contraproducentes para las relaciones
afectivas que van más allá de una serie de momentos
puntuales.
El problema viene dado por dos realidades: nunca terminamos de
conocer del todo a una persona y las personas cambian. Un
hombre puede resultar absolutamente encantador en un comienzo, pero quizás
luego tengas que preguntarte a dónde ha ido ese príncipe azul. O al contrario:
alguien puede parecerte completamente aburrido y, con el tiempo, encuentras en
él un encanto escondido.
Lo que sí es cierto es que algunas personas
tienen una manera de relacionarse con su afectividad y con la del resto muy
desadaptativa. Quizás no pueden amar,
o no toleran ser amados, o están atrapados dentro de su propio infierno
de culpa, resentimiento o
temor. En esos casos, salvo que obres un milagro la relación terminará
fracasando. Así, a continuación te presentamos a tres tipos de hombres que es
mejor que mantengas alejados de ti.
1. Los hombres que van de un extremo al otro
Son ese tipo de hombres que pasan de la
mayor ternura a
la máxima agresividad, en muchas ocasiones sin que haya hechos que
ameriten este cambio. Nunca te explicas realmente qué pasó. Simplemente, un día
se muere de amor por ti y te llena de halagos y caricias, pero al día siguiente
te rechaza de una manera ácida y, a veces, cruel.
Suelen ser impulsivos. Sin darte cuenta cómo, empiezas a
experimentar una profunda ambigüedad frente a ellos. Te
derrites cuando están en su faceta amorosa. No puedes imaginar a un hombre más
afectuoso y dedicado que él. Sientes que lo adoras y que es el gran amor con el
que has soñado. Después, cuando despierta esa especie de monstruo que lleva
dentro, experimentas todo lo contrario: rechazo y hasta odio por su
inestabilidad o miedo porque te resulta impredecible.
Este tipo de hombres son agotadores emocionalmente. Tienen
un profundo conflicto consigo mismos, que no han superado. Son bastante
egocéntricos y por eso no tienen en
cuenta los efectos que causan en ti. Lo cierto es que no están listos para
tener una relación afectiva contigo, ni con nadie.
2.
Los hombres que tienen por costumbre mentir
Hay muchas formas de mentir. La más obvia es hablar
acerca de hechos o situaciones que jamás han ocurrido. Pero vivir en función de aparentar, prometer y
no cumplir, acomodarse a circunstancias con las que no se está de acuerdo, también
ser manera de incurrir en la falsedad.
El mentiroso generalmente se delata, no por la forma en
que te miente a ti, sino por cómo lo hace con los demás. Si lo hace son otros, ¿por qué no iba a hacerlo contigo? Muchas
veces esas mentiras no son fáciles de detectar, porque hay hombres que son
verdaderos profesionales de la simulación. De ahí que sea tan importante que
nos fijemos en cómo se comporta con los demás.
Alguien
que miente constantemente va a hacer
imposible que crezca la confianza en la relación. Pronto
te verás a ti misma haciendo pesquisas exhaustivas para atraparlo. O husmeando
en sus cosas para ver si te engaña- Con los hombres compulsivamente mentirosos
es imposible construir una relación que valga la pena.
3.
Los hombres que te hacen sentir inhibida
Son esa clase de hombres con los que sientes como si todo
el tiempo estuvieras pisando cáscaras de huevo. Suelen ser muy críticos con lo que haces, o dices, e incluso con
la forma en la que vistes. Este rasgo es propio de quienes
tienen mucho éxito o dinero y buscan simplemente una compañía que se comporte
tan y como ellos quieren.
Lo cierto es que siempre te sientes evaluada y, generalmente,
descalificada. Piensas cada cosa veinte veces antes de
decírsela. Mides muy bien la forma en que te comportas cuando él está contigo y
permaneces en una actitud tensa, que no te deja ser espontánea. De pronto, te
vuelves una persona muy silenciosa cuando estás en su presencia; o hablas, pero
siempre estás atenta a la expresión que tenga frente a tus palabras.
En los casos más extremos, estos hombres controladores y
narcisistas, también terminan siendo violentos. Creen
que el mundo y todas las personas, especialmente su pareja, deben comportarse
como a él se le ocurre que deben hacerlo. Lo suyo es la intimidación, bien sea
con sutiles juegos psicológicos o con coacciones físicas directas. Con esta
clase de hombres jamás podrás ser feliz.
4.
Los hombres mimados
Se trata de hombres que aún no han cortado
el cordón umbilical y dependen emocionalmente de su madre.
Estos pueden ser muy atractivos, con respetadas carreras profesionales y, aun
así, no pueden hacer nada sin la aprobación de mamá.
Por lo general, se les reconocen fácilmente, ya que viven con sus madres, cerca de ellas o las visita con frecuencia.
También suelen pronunciar frases como como “A mi madre le sale mejor”, “Mi
madre me ha dicho que deberíamos…”, “Voy a llamar a mi madre a ver qué opina”.
Cuidado con estos hombres porque cuando al fin abres los
ojos, te das cuenta de que las
decisiones de pareja no son cosa de dos, sino que siempre habrá un jurado
con ganas de participar en cada desacuerdo o conversación importante.
5.
Los que desaparecen
Son los típicos hombres que sólo aparecen por un par de días para ofrecerte unas copas y una
noche de pasión. Luego, no sabes más de ellos por días. Hasta
que vuelven a buscarte con el mismo plan.
Si sólo quieres divertirte y no estás buscando algo
serio, este tipo de comportamiento no debería suponer un problema. Pero, si lo que buscas es una pareja estable y seria, definitivamente
este no es tu tipo. En este caso pueden pasar dos cosas: o te
aburrirás y lo terminarás mandando lejos; o te engancharás de más y tendrás que
marcharte tú para no sufrir más desilusiones.
6.
Los hombres que no han superado a su ex
Muchas personas, independientemente del género, intentan
superar a sus exparejas a través de una nueva relación sentimental. Sin
embargo, esto suele ser contraproducente pues, por
un lado, impide la elaboración del duelo por la relación pérdida y, por el
otro, condena la nueva relación al fracaso.
Por tanto, evita salir con aquellos
hombres que claramente siguen sintiendo algo por su ex, ya que es probable que sean dependientes
emocionales que necesitan de una relación sentimental
para sentirse seguros. En estos casos,
algunas señales de alerta son: hablar demasiado de su ex o no querer hablar de
ella en absoluto; seguir en contacto con la expareja de forma constante; o
revisar frecuentemente sus redes y reaccionar a sus publicaciones.
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