La
mitología grecorromana fundamenta la mayor parte de nuestra herencia cultural. Son muchos los conocimientos que hemos
estudiado a partir de la civilización griega y romana: la astronomía y el
lenguaje, forman parte de los mismos.
¿Por
qué los planetas del Sistema Solar tienen nombres de dioses romanos?
La
sociedad de la Antigua Grecia, igual que todas las civilizaciones antiguas,
consideraba a sus dioses como centro de su vida cotidiana y sus creencias. Por
eso, todo lo que pudiera significar el magnificar sus nombres, adorar su
existencia mediante ofrendas y oraciones y recordar su grandeza era bien
venido.
Los planetas como las estrellas y el
universo, eran motivo de admiración, pero no
fueron los griegos antiguos quienes nombraron a los planetas del Sistema Solar.
Los nombres fueron propuestos por científicos y aficionados y aprobados
después por la Unión Astronómica Internacional (IAU)
Mercurio,
el cuerpo más rápido
Mercurio (Hermes griego) es el dios mensajero
del comercio y de los viajeros. En su ocupación, este dios debía de moverse con
gran rapidez. ¡Justo como el planeta, el más rápido del Sistema Solar! Mercurio
da una vuelta completa al Sol en tan solo 88 días, y es el planeta más conocido
desde la antigüedad.
Venus,
el planeta más brillante
Venus es el planeta más identificable desde
la Tierra y los griegos ya se refirieron a él como “fosforo” o Lucifer”, como
la última estrella de la mañana. Al ser el tercer objeto más brillante del
firmamento, por detrás del Sol y la Luna, los romanos se inspiraron en la diosa
de la belleza para nombrar a semejante objeto tan precioso.
Tierra,
la madre de los hombres
LA Tierra es el planeta con más nombres, pues
cada civilización ha otorgado una referencia diferente a la que es nuestra
casa. Los romanos (Gaia) y los griegos (Gea), se referían a la Tierra como
Madre de toda la humanidad. Sin embargo, el nombre de “Tierra” deriva del
inglés y del germánico.
Marte,
la representación de la crudeza
Marte es un planeta rocoso, árido y de fuego
rojo que también se puede ver desde la Tierra. La apariencia seca y dura de
este cuerpo hizo que los romanos empezaran a compararlo con la fiereza de Marte
(Ares griego), el dios de la guerra y protector de Roma.
Júpiter,
el más grande
El planeta más grande del Sistema Solar debía
recibir el nombre del dios olímpico más importante, Júpiter (Zeus griego).
Además, este planeta cuenta con muchos satélites que han sido nombrados con
amantes del dios en los mitos griegos, tales como Ganimedes, Ío, Calisto y
Europa.
Saturno,
el guardián del tiempo
Saturno es conocido desde tiempos
prehistóricos por su gran peculiaridad. Los anillos eran un símbolo de
eternidad para griegos y romanos, que también relacionaron este hecho con el
paso del tiempo. Así, lo llamaron Saturno (Cronos romano), también en honor al
padre de Júpiter.
Urano,
el invisible
Urano es el único de los planetas que no fue
descubierto a simple vista, sino mediante un telescopio y por casualidad. En la
mitología, Urano es el padre de Cronos, los titanes y los ciclopes.
Neptuno,
el planeta más azul
Neptuno presenta un color azul característico
provocado por el metano. Este intenso color turquesa se relacionó con el color
de las aguas del mar y los ríos, por lo que se le otorgo el nombre del dios
Neptuno (Poseidón griego)
Plutón,
el más cercano al inframundo
El descubrimiento más reciente del Sistema Solar que ha generado más controversia por su condición de planeta. El nombre fue sugerido por una niña de 11 años que amaba la mitología grecorromana y quiso llamarlo como el dios Plutón (Hades griego), por ser el último, más pequeño y alejado de la vida (tal como está el Inframundo).
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