Lo que nos sucede es
algo que se puede cambiar pero se tiene que vivir para poder realizar esa
transformación. Aprende como hacerlo
Al activar nuestras capacidades innatas, la mente adormecida despierta y se
orienta hacia el camino por el que en
conciencia debemos transitar, un camino en el que, cuando las barreras caen
y los obstáculos se reducen, somos capaces de situarnos a favor del flujo de
las sincronías.
¿Qué son las
sincronías?
Las sincronías son señales en el camino de la vida, mensajes velados que
nos llevan a entender la ficción de una supuesta realidad mecanicista y
estructurada bajo el dominio de la razón.
Es como si estuviésemos en un bosque rodeados de árboles que no nos
permiten tener perspectiva para encontrar
el camino de salida: si lográramos elevarnos por encima, enseguida veríamos
por dónde transcurre ese camino e incluso adónde nos conduce.
Esta perspectiva que nos eleva por encima de nosotros mismos, de ese
nosotros que está sujeto al yugo de la razón, permite que con nuestras acciones facilitemos las
sincronías que nos resultan favorables para
crear nuevos caminos.
Empieza por asumir la
realidad
Saber que podemos cambiar nuestro rumbo cuando queramos es algo realmente
importante en la vida. Pero antes debemos admitir que lo que estamos viviendo,
sea lo que sea, es justo lo que debemos
estar viviendo. Si no fuese así, no asumiríamos la realidad y no podríamos
variar el rumbo de las sincronías que nos han traído hasta aquí.
Aferrarse a la idea de lo terrible que puede ser los que nos ha sucedido,
de que no nos lo merecemos o no es justo, es una trampa para la mente, que de esta forma queda aprisionada en el
sufrimiento.
Al asumir la realidad, lo que sucede
se transforma y podemos continuar adelante, dejando atrás el sufrimiento y
toso aquello que lo provocó, sumándonos a las sincronías de forma consciente.
En realidad, no hay que combatir el
sufrimiento, el temor o la duda; no se trata de sobreponerse a ellos. Suele
ser una pérdida de tiempo y de esfuerzo, además de que a menudo termina creando
el efecto contrario. Simplemente hay que comprender por qué están ahí, que
significado tienen en nuestra vida y qué podemos aprender de esas situaciones.
EXISTE UNA REALIDAD DETRÁS
DE LA FICCIÓN DE LA MENTE
Nos sobreponemos a nosotros, o mejor dicho, a lo que creemos que somos, lo
que, por lo general, es una ficción de la mente y del entorno en el que
vivimos. Entonces, cuando vamos más allá de esa ficción, empezamos a ver la realidad; las cosas se sitúan en su lugar y
nosotros en el nuestro, y juntos navegamos por el inmenso flujo de las sincronías.
Es así como entendemos que no
importa lo que sucede, lo verdaderamente relevante es que hagamos todo lo
que esté de nuestra parte para comprender lo que ocurre y actuar en
consecuencia.
Pero que sea algo favorable o no lo sea, en buena medida no depende de
nosotros, sino también de las múltiples
sincronías.
Lo que realmente depende de cada uno de nosotros es cómo nos situamos ante
lo que sucede, y esto es lo que define nuestra vida y cómo la vivimos,
conscientes y abiertos a experimentar todos los acontecimientos, o
inconscientes y cerrados a los cambios y experiencias vitales. Hemos de
entender que no podemos ir contra el
movimiento sincrónico de la vida y del universo.
ELIGE FLUIR CON
SERENIDAD Y CONSCIENCIA
Desafortunadamente, muchas veces actuamos
de modo inconsciente y desconocemos que nos hallamos ante múltiples
posibilidades y que está en nuestras manos elegir aquellas que nos permiten
fluir con la existencia y situamos en el lugar correcto.
No es fácil comprender el alcance y la magnitud de las sincronías, pero no
hay que apelar solo a la razón; es la
intuición la que tiene la respuesta para dejar de luchar contra los
acontecimientos y sumamos al flujo de las sincronías. Con nuestra práctica,
percibimos todo lo que hacemos de forma sincrónica.
Todo movimiento, respiración, sensación o pensamiento se transforma en un fluir continuo, en una mente serena y
consciente que engloba toso lo que sucede y todo lo que existe en nosotros.
Estamos cerca de nuestro despertar interior cuando sincronizamos nuestra
mente con las sincronías de nuestra vida. Las sincronías se hallan cómodas con nuestra mente intuitiva y
libre, libre de dogmas y de fe, y se ocultan de las mentes que son solo
racionalistas y creyentes.
ABRE LA PUERTA DE LAS
SINCRONÍAS
¡Ábrela! Si observas con atención serena el mundo que te rodea, abrirás la
puerta de las sincronías. Pueden darse en grandes y pequeños eventos de la
vida. A medida que somos conscientes de nosotros y de lo que nos rodea, mayor facilidad tendremos para advertir
estos sucesos sincrónicos y sumamos a ellos.
Veamos una sencilla práctica que nos ayude a situarnos conscientemente en nuestra realidad y nos abra la puerta
de las sincronías.
“De pie, con las piernas ligeramente abiertas y las plantas de los pies
bien afianzadas en el suelo, la espalda erguida y la cabeza recta, cierra los
ojos. Coge aire profundamente mientras echas los brazos hacia atrás; una vez
llenos los pulmones, exhala el aire con fuerza al tiempo que llevas los brazos
extendidos frente al cuerpo, como si siguiesen el impulso de la brusca
exhalación. Puedes repetir un par de veces. Quédate quieto, con los brazos
sueltos a ambos lados del cuerpo y tan solo espera a ver qué sucede.
Tu cuerpo probablemente comenzará a moverse
inconsciente y ligeramente; a veces con movimientos rotatorios a la altura
de la cadera o del cuello, o con cualquier otro que libere bloqueos de percepción
inconscientes que se patentizan en el cuerpo. Simplemente observa lo que
sucede.
El mero acto de observar afecta a lo
que se observa. El observador no está separado ni es diferente del objeto
observado en la mente. Nos hacemos uno con lo observado y nos convertimos en
participantes de nuestra vida, de nuestros pensamientos y decisiones. Y
liberados de cuerpo y mente, las sincronías empiezan a mostrarse en los sucesos
del día a día.
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