En el mes de Julio se nos dio la oportunidad
de ver con los ojos una geometría sagrada con mil ángulos y patrones
diferentes. Se nos pide que veamos a través de todos los niveles y dimensiones
de las emociones hacia los escollos subyacentes de nosotros mismos y de nuestra
alma, zonas muy frágiles y necesitadas de nuestra atención.
Nos esforzamos tanto para bloquear lo que nos
duele que lo escondemos pero todo completa el círculo del ciclo kármico y nos
encontramos cara a cara con aquello de lo que huimos.
En Julio llegamos a una intersección del
tiempo que tiene tanto un final como un principio. Un gran pulso estelar sale
de nuestra estrella diurna directamente hacia el corazón de toda la humanidad.
Lentamente avanzamos paso a paso, eludiendo tantos temas como sea posible,
rellenando las emociones con las dulzuras que no encontramos en la vida real.
El día 25 de Julio entramos en el día fuera
del portal del tiempo, un lugar donde todo y nada existe al mismo tiempo, lado
a lado. El “día fuera del tiempo” maya es el último día del año galáctico en el
calendario maya. (13 lunas de 28 días = 364 días). El día extra, el día 365, es
el 25 de Julio, llamado el día fuera del tiempo. Este “día libre” vuelve a
alinear el calendario de 13 Lunas y el año solar. Está alineado con el aspecto
femenino de la naturaleza, es un día de reverencia y respeto por toda vida,
dedicado al no-tiempo.
Cada uno de nuestros días tenemos que darnos
unos momentos para “salir del tiempo” y volver a alinear nuestras energías, para
nadar profundamente en el vacío durante ese minuto eterno y volver a alinearnos
con el deseo de nuestro corazón y nuestra alma, para ver cobrar vida al
Multiverso, con todos nuestros sueños fracasados y olvidados, Construido en
Tecnicolor y sonido envolvente. Porque todo aquello a lo que habíamos
renunciado y arrojado al viento aterrizó en el lugar sagrado conocido como “el
día fuera del tiempo”.
Para los mayas, el 26 de Julio de cada año
marca el comienzo de un nuevo ciclo y una nueva “personalidad” o esencia para
el año siguiente, señalada por su propio signo o glifo.
El día fuera del tiempo de este año se llama
Semilla Amarilla. Nos pide conocer el poder de nuestras intenciones, palabras y
acciones tal como las semillas vivientes lanzadas al campo. Que podamos atender
conscientemente los jardines de nuestras vidas y nuestras relaciones, que
podamos crecer, prosperar, madurar, desplegar nuestros dones y polinizar el
florecimiento de la conciencia humano.
Este año nos empodera para alinearnos con el
poder generador de la tierra, para llevar a cabo legados vitales, para plantar
semillas de lo nuevo, para ser el fruto, para ser la flor. Ya que ya somos
semillas de estrellas, este año ofrecerá esperanza a las masas, ya sea del
tamaño de un mamut o de una semilla de mostaza; la esperanza imbuida es un
tesoro invalorable.
Lo que sigue está tomado del
libro “The Mayan Oracle-Retum Path to the Stars de Ariel Spilsbury &
Michael Bryner.
“La semilla amarilla es el patrón ordenado del crecimiento. Tú y
tu vida son el suelo fértil, y el misterio florece dentro de ti a través del
poder de tu intención o pensamientos semilla. Así como una semilla contiene el
holograma de su culminación, el proceso de la manifestación sigue un orden
natural. En este proceso de gestación, su intención es acelerada por el
Espíritu. La semilla cargada, su verdadero deseo o visión, se convierte en el
foco de la germinación.
La conciencia cósmica no está sólo “allá afuera”, también está
resonando dentro de ti. Quédate sagradamente arraigado donde estás. ¡Estás
hecho de la Tierra! Mira a través de los “ojos” en tus pies. Tu cuerpo es el
foco actual de tu conciencia – a través de ella se reciben todos los regalos.
Recuerda, también, que tu entorno está vivo y reacciona a tu conciencia de él, por
lo tanto, el modo en que percibes la Tierra y tu forma física afecta la
información que recibes.
El regalo más grande que le puedes ofrecer al planeta es
simplemente amor. ¡Cree en ti mismo y tus sueños y visiones! Recuerda tus dones
especiales, tu camino de servicio en la Tierra, tú promesa de servir a la luz.
Todo lo que eres se conecta con el Todo mayor. ¡Tú eres semilla estelar! Cree
en tus sueños. Tú eres la esperanza.
J.A. Marcos Fonfria.
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