Recién nacido el niño Aries ya vocifera desde la cuna
para llamar la atención. Seguirá haciéndose notar, ya sea llorando, gritando o cuando
tenga edad suficiente golpeando la cuchara contra la bandeja si lo dejas
demasiado tiempo solo. Jamás se pondrá pesado si le ofreces su comida favorita,
pero escupirá lo que no le gusta dejando bien claro cuáles son sus gustos.
Es probable que Aries camine antes que otros niños,
incluso que hable antes, pero ten en cuenta que no será fácil de controlar. Hay
que empezar a disciplinarlos cuando son muy pequeños. Mucho cuidado con las
caídas y heridas en la cabeza y en la cara, los niños Aries son propensos a los
accidentes, no dejes a su alcance cuchillos ni tijeras, y cuidado con todo lo
que pueda quemarlo. Si tiene a su alcance algo caliente o prohibido, puedes
apostar que allí meterá su dedito curioso, y si piensas que con eso aprenderá
la lección, te equivocas, son niños que intentan superar sus propias marcas.
Cuando sea un poquito mayor, puede que te deje sin
aliento con sus afectuosos abrazos de oso, generalmente son niños cariñosos y
demostrativos, excepto aquellos cuyas primeras experiencias emocionales enfrían
un corazón normalmente cálido.
A medida que se haga más fuerte, el niño Aries empezará a
mostrar su pauta temperamental, sus padres comprobarán que puede comportarse
como una criatura irrazonable si se le lleva la contraria, pero su enfado no es
duradero. Tras una explosión, el pequeño o pequeña Aries os brindara una amplia
y radiante sonrisa de triunfo.
Aries comparte con generosidad sus juguetes con sus
amigos, sin embargo, su generosidad se acabará si alguno de ellos hiere sus
sentimientos o se interpone en el camino de lo que él quiere hacer, o del lugar
donde quiere jugar.
Tanto los niños como las niñas Aries pueden caer
precozmente en el hábito de descuidar sus deberes escolares, y poco le
impresionara que sus padres les pongan de ejemplo a sus hermanos o amigos. Lo
único que puede motivar a un Aries son los desafíos, basta con decirles que no
pasa nada si es más lento que los demás y, quizás no sea tan inteligente, pero
que los queréis igualmente. Entonces Aries se dispondrá a demostrar lo ridículo
de esa teoría: ¿Qué alguien está por encima de él? Eso está por verse. En
realidad los chicos de Aries pueden
aprender cualquier cosa en poco tiempo, y no olvidarlo jamás si se
aplican.
El niño Aries tendrá imaginación vivaz; será soñador y sentimental
como un libro de cuentos, pero al mismo tiempo, no tendrá inconveniente en
tostarse el pan. Si existe una cosa tan contradictoria como un soñador
idealista, duro y práctico, ese es tu hijo Aries, tan ingenuo como tenaz, tan
suave como persistente. Todos esos rasgos conflictivos están entretejidos en su
naturaleza orgullosa, que te asombrará y te dejará intrigado.
Serán líderes entre sus compañeros de juego. Inventaran
juegos nuevos y tendrán ideas para pasárselo bien en pandilla. Insistirán en salirse
siempre con la suya o se darán de cabeza contra la autoridad, de manera que
será mejor que los padres establezcan algunas reglas inalterables desde el
principio. Un pequeño Aries a quien no se le enseña a obedecer tendrá que
aprender lecciones que no le serán gratas en su madurez. No olvidéis que su
corazón es blando como la mantequilla, y
que en él se ocultan hondamente arraigados temores de que él no le gusta a
nadie y que nadie le quiere, a pesar de su aparente valentía.
Si ve que se rechazan sus sueños o se enfría su
entusiasmo puede volver corriendo a esconder entre tus brazos las lágrimas de
su tragedia. Cuando esto suceda, abrázalo muy fuerte, porque su corazón estará
destrozado. Con sus modales ásperos y dominantes, el idealismo de Aries es
sensible, y el menor golpe lo magulla. Y bastantes golpes recibirá en la vida
su ingenuo optimismo lleno de esperanza, de modo que tu pequeño Aries necesita
más protección de la que pueda parecerte.
Los regalos de cumpleaños, escóndelos en un lugar seguro,
porque Aries es impaciente y no está dispuesto a esperar que se los entregues.
No destruyas demasiado pronto su fe en Papa Noel y en los Reyes Magos. Creer
primero ciegamente, y después aprender a no creer, fortificará sus emociones,
será una lección necesaria. Si se le maltrata durante estos años
impresionables, un niño Aries puede mostrar una cruel vena defensiva, pero
guiado con prudencia y con suavidad, mostrará una gran generosidad y compasión
hacia sus semejantes.
No hay que darles órdenes, sino pedirle siempre con una
sonrisa que haga las cosas, y se esforzara por complacer a sus padres. Jamás
destruyas su confianza, es tan importante para él como el aire que respira.
Enséñale que no está bien dominar a los demás, en realidad él no pretende herir
a nadie. Frecuentar a gente fría e
indiferente puede herirlo profundamente, pero nada conseguirá doblegar su
espíritu.
Probablemente sea un lector insaciable, pero no te extrañe
que no esté muy dispuesto a aceptar años de disciplina universitaria. A Aries le
interesa demasiado terminar pronto las cosas, pero no dejes de insistirle, para
él será muy positiva la disciplina de una educación superior. Tendrá que
aprender lo que es responsabilidad, pero eso lo aprenderá más rápidamente
acudiendo a una lógica directa y a un sincero afecto. Los padres deberán
recordar siempre que los niños Aries florecen gracias al elogio, que les lleva
a proseguir obstinadamente sus metas, pero estallan como un cohete cuando se
les ataca, y pierden entonces todo el interés por superarse.
Es un niño a quien hay que mantener siempre ocupado para
no tener complicaciones, la ociosidad atrae el peligro. Necesita, además, gran
número de horas de sueño para recuperar toda la energía que dispersa y
dilapida.
Si sus padres le conducen con suavidad y amor constante,
el niño Aries crecerá con el maravilloso poder de soñar sueños imposibles….y
hacer que se conviertan en realidad