martes, 7 de julio de 2015

EL MOMENTO


 

Todos sabemos que el planeta Tierra está cambiando, pero no solo cambia el planeta; todo el Sistema Solar, toda la galaxia está cambiando, ya que todos estamos conectados. No importa lo lejos que estén las otras dimensiones, ni lo lejos que podamos estar de otras formas de vida, las líneas energéticas que fluyen del centro de la galaxia, nos conectan con la Fuente Primordial. Muchos de nosotros hemos sentido esa conexión, meditando, soñando o en momentos mágicos que nos ocurren a todos. Incluso cuando respiramos si nos damos cuenta podemos sentir esa unión.

Los científicos afirman que el campo magnético de la Tierra está cambiando, Su declive está abriendo la atmósfera superior de la Tierra a radiaciones intensamente cargadas de partículas. Al mismo tiempo que se reduce el campo magnético, las frecuencias de la Tierra suben, afectando a toda la vida, de la cual formamos parte. Las fuerzas magnéticas actúan como un sistema de atracción que une todas las cosas, al estar sufriendo este declive, podemos decir que su efecto sobre nuestros programas mentales y emocionales comienza a producir alteraciones. Esto nos puede crear situaciones caóticas, perdidas del eje que teníamos como inmutable y del cual poco o nada nos sirve ahora, pero las cosas están así, y tenemos que cambiar.

Si reflexionamos un poco, nos daremos cuenta de que con el actual cuerpo físico hemos funcionado con un determinado grado de densidad, pero en estos momentos estamos siendo preparados para establecer contacto con seres de más alta vibración, tanto de la Tierra, como de otros mundos y dimensiones.

Cuando el planeta recibe las frecuencias elevadas de Luz, los habitantes de la Tierra entran en un proceso de cambio, que obra en su organismo a nivel de los espacios vacíos entre células, bioquímicamente estos están siendo reubicados. La fuerza de la Luz activa nuestros cuerpos y literalmente la química de mente y cuerpo cambia

Estamos siendo preparados, y ya estamos comenzando a pasar de una densidad molecular a una nueva más alta. Esto es transformación. En el proceso estamos activando y reforzando nuestros lazos con el Yo superior, o cuerpo Crístico, que se conecta a nuestra columna de chakras a través del octavo chakra. Una cosa es saber que poseemos este cuerpo, y otra es anclarlo y activarlo totalmente.

 
El trabajo que ya se ha hecho ha preparado a algunos seres humanos para vivir con un tipo más avanzado de resonancia. Aquella que está dentro del rango de capacidades del cuerpo superior. Sin embargo hay que aclarar que la Ascensión no consiste descartar el cuerpo físico, sino de llevarlo con nosotros un paso más arriba. Se trata de sentir los cambios, y de ser conscientes de ellos para apoyarlos.

Debe haber una aceptación, el acuerdo de permitirnos sentir lo que tengamos que sentir para llegar a la comprensión. No se trata de que despertemos y simplemente la ascensión ya está lista. Es importante saber esto, porque nos ayudará en el proceso de transformación y transmutación. Mientras menos resistencia pongamos al cambio, este se dará más armónicamente.

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