lunes, 16 de septiembre de 2013

AMIGO HIGADO




Estamos ya en la puerta del Otoño, y al igual que preparamos la ropa para la temporada tenemos que preparar nuestro “traje” más importante, gracias al cual podemos desarrollar nuestras experiencias en la Tierra; nuestro Cuerpo.

Podemos hacer una limpieza o desintoxicación de nuestro organismo, preparándonos así para el invierno, lo cual nos resultara muy beneficioso.

Uno de los órganos más importantes que tenemos es el Hígado, de su buen funcionamiento depende que nuestro estado de salud sea óptimo. Situado bajo el diafragma, en la parte superior derecha de la cavidad abdominal, el hígado es el órgano que nos proporciona vitalidad, y nos ayuda a asimilar correctamente los alimentos desintoxicando nuestro organismo.

El hígado no solo filtra y elimina desechos, sino que se ocupa de neutralizar venenos, toxinas y microbios purificando la sangre. Funciona con la temperatura más alta que el resto del organismo, entre 39 y 41 ºC, por lo que en el caso de tomar una comida copiosa podemos digerir mejor aplicando calor en la zona hepática.

Otra de las tareas hepáticas es la secreción de bilis, que almacenada y dosificada por la vesícula biliar ayuda a digerir las grasas, combate el estreñimiento, equilibra el colesterol y elimina a través del intestino las toxinas. El funcionamiento de la vesícula biliar se ve afectada por la ralentización del funcionamiento hepático por agotamiento, se sobrecarga por los desechos y se producen espasmos por la tensión nerviosa. Todo esto hace que nuestro proceso digestivo  se haga con dificultad, generando un espesamiento de bilis que produce una arenilla que después se convierte en cálculos. Cuando tenemos problemas digestivos son una indicación de que algo anda mal en el sistema hepatobiliar.

 La medicina oriental clasifica el hígado y vesícula como órganos pares, es decir que se afectan mutuamente, si uno está mal, también lo está el otro. Los síntomas de mal funcionamiento son muy variables: dificultad para asimilar alimentos, inapetencia, dolores de cabeza después de comer, boca pastosa, lengua blanca, sabor amargo de boca, hinchazón del vientre, acumulación de gases, nauseas, vértigo, granos catarro, estreñimiento, caída del cabello, dolor en la nuca, fatiga muscular, calambres, mala circulación venosa etc. Esto es solo una parte de los problemas que puede ocasionarnos no cuidar nuestro hígado.

A nivel emocional, el hígado tiene un gran papel. Los antiguos griegos lo consideraban la base de las emociones, si funciona mal la persona tiene accesos de ira, sensaciones de agobio y depresión.

Las hierbas Más habituales y efectivas son: diente de león, cardo mariano, (que reconstruye las células hepáticas y desinflama los tejidos de sostén), genciana, nencia, boldo, achicoria, romero, alcaucil, aloe vera. Etc. En general todas las hierbas de sabor amargo son beneficiosas para el funcionamiento hepatobiliar.

De la medicina oriental tenemos una infusión muy efectiva: té banchá, una ciruela umeboshi disuelta en la infusión y un poco de jengibre rallado.

En la alimentación evitaremos las bebidas gaseosas, los fritos, las conservas, los zumos industriales, las harinas refinadas y el alcohol.

Haremos una dieta a base de frutas y verduras frescas, semillas germinadas (brotes) o fermentados (chucrut, miso, salsa de soja, kéfir.)

 Entre las frutas favorables a la función hepática podemos citar: uva, ciruela, manzana (sobre todo las verdes), palta, cítricos (limón, lima, naranja, pomelo) y frutos de bosque

 Para el hígado también son importantes los alimentos ricos en cromo (levadura de cerveza, azúcar integral de caña), por ser un mineral clave en la función hepática y carente en la moderna alimentación refinada.

El hígado depende de la provisión externa de los ácidos grasos esenciales, así llamados por no poder ser sintetizados en el organismo. Estos ácidos grasos (omega 3 y 6) están presentes en los pescados de agua fría, en las semillas de girasol, lino, soja, sésamo y chía, y en los aceites de ellas obtenidos por simple presión en frío y sin proceso de refinación.  A grandes rasgos estas son algunas de las cosas que podemos hacer por nuestro amigo el  hígado, además de acostumbrarnos a sonreír, que es una de las mejores terapias para que funcione bien nuestro organismo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario