MENTA
La menta es enormemente útil para todo tipo de problemas del tracto digestivo como la indigestión, la flatulencia, el síndrome del intestino irritable y la halitosis proveniente del estomago. También resulta eficaz en algunos trastornos de los aparatos respiratorio y circulatorio y como tónico general.
Este aceite es analgésico, antiséptico, refrescante y antiinflamatorio y levemente antifúngico. Ocupa un puesto muy destacado en el tratamiento del resfriado, el dolor de cabeza, la migraña, las irritaciones de la piel, el reumatismo, el dolor de muelas y la fatiga. En pequeñas cantidades puede incorporarse en perfumes complejos o en mezclas ambientadoras, a los que aporta una nota de fondo sutil.
Ocupa un lugar preeminente en la cocina y es capaz de mantener lejos a hormigas, pulgas y ratones. Es un aceite multiusos y un componente muy útil del equipo de cuidados básicos.
CARDAMOMO
(Elettaría cardamomun)
El cardamomo posee múltiples propiedades curativas, empezando por un efecto calmante del aparato digestivo, lo que hace que resulte muy apropiado para tratar la flatulencia, los calambres estomacales o abdominales, el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Crohn.
Es antibacteriano y antifúngico además de analgésico y antiinflamatorio. Alivia los calambres y espasmos musculares y, como adaptógeno produce un efecto efecto calmante y estimulante. Puede utilizarse para la mayoría de los tipos de tos y resulta útil para combatir problemas respiratorios y determinados tipos de infecciones relacionadas con los alimentos.
Por si eso no fuera suficiente, puede emplearse en caso de agotamiento, ya sea físico, mental o emocional. Es estimulante en casos de cansancio o fatiga pero produce un efecto calmante sobre la mente y los nervios en épocas de estrés. Tiene un efecto equilibrante y armonizante sobre el cuerpo y la mente, Es también un ingrediente suave para los preparados cutáneos y puede emplearse en la cocina.
LIMÓN (Citrus limón)
El aceite esencial de limón produce una acción tónica sobre el sistema linfático y una acción estimulante sobre el aparato digestivo. Puede utilizarse para aliviar los cólicos biliares y combinado con otros aceites esenciales, contribuye al tratamiento de las verrugas, las picaduras de insectos y la cefalea tensional.
Favorece la función metabólica y resulta útil para el cuidado de la piel. Aunque tiene unos efecto ligeramente sedantes y calmantes, realza la capacidad de concentración y focalización, sobre todo cuando forma parte de una mezcla. Su aroma fresco y limpio agrada a todo el mundo y lo convierte en un añadido sinérgico muy útil para las fragancias ambientales y las mezclas de perfumería.
Este aceite esencial, antiséptico y estimulante, ocupa un lugar destacado en el cuidado del hogar y, por supuesto, tiene un valor incalculable como saborizante. Puede utilizarse para muchísimas cosas -para purificar el agua, en tratamientos para el cuidado de la piel y del cuerpo-, por lo que resulta un verdadero comodín.
EUCALIPTO RADIATA (Eucalyptus radiata)
He elegido el eucalipto radiata para el equipo de cuidados básicos porque, dentro del genero Eucalyptus, es la especie que puede utilizarse sin peligro en personas con enfermedades crónicas sin que deje por eso de ser un aceite esencial potente y eficaz.
Lo mas conocido de este aceite es, probablemente, su eficacia contra las infecciones del tracto respiratorio, pero tiene también otros usos. Es un aceite esencial antiséptico, antibiótico, antivírico y analgésico con propiedades antinflamatorias, diuréticas y desodorantes.
Como parte de mezclas complejas, resulta útil también para el tratamiento de la cistitis y la candidiasis. Refresca el cuerpo en verano y al mismo tiempo, trata las quemaduras solares y mantiene alejados a los insectos, en invierno por el contrario, es calorífico y mantiene a raya las infecciones.
ÁRBOL DE TÉ (Melaleuca alternifolia)
El aceite esencia del árbol del té es antiséptico, antibiótico, antivírico y antifúngico, por lo que resulta útil para combatir una amplia gama de enfermedades. Se utiliza para tratar diversas infecciones como, por ejemplo, la candidiasis, la tiña y el pie de atleta, así como para aliviar el dolor de muelas, las quemaduras solares, los cortes y rozaduras y diversos problemas de la piel, incluido el acné.
Puede añadirse a colutorios y champús. El aceite de árbol del té se utiliza a menudo como repelente de insectos y para tratar las picaduras. Aunque su aroma no es del agrado de todo el mundo, resulta muy fácil disimularlo con otros aceites esenciales, lo que nos permite emplearlo en métodos de difusión ambiental cuando alguien padece una infección que se propaga por vía aérea.
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