¿ ADÓNDE SE DIRIGE EL CUERPO TRAS ABANDONAR EL ALMA?
No estoy seguro; puede que no exista la palabra adecuada para asignar ese lugar. Yo digo que es otra dimensión, un estado de conciencia superior. Está claro que el alma existe fuera del cuerpo físico y que establece conexiones no sólo con las demás vidas de la persona que acaba de abandonar, sino con todas las demás almas.
Morimos físicamente, pero esa parte de nuestro ser es indestructible e inmortal. El alma es eterna. Probablemente, en el fondo, exista sólo un alma, una energía. Mucha gente lo llama Dios; otros amor. Pero tampoco es el nombre lo que importa.
Yo entiendo el alma como una entidad energética que se fusiona con la energía universal y que después vuelve a separarse, intacta, al regresar a una nueva vida. Antes de fundirse con el alma única, contempla desde lo alto el cuerpo que acaba de abandonar y hace lo que yo denomino una evaluación vital, un repaso de la vida que acaba de abandonar. La evaluación se realiza con espíritu de bondad afectuosa y cariño. No se trata de castigar, sino de aprender.
Una vez terminada la evaluación, el alma parece alejarse más del cuerpo y a menudo encuentra una hermosa luz, aunque puede que no suceda de inmediato; pero no importa, la Luz siempre esta ahí. A veces hay otras almas (llamemoslas sabios, maestros o guías) que son muy experimentadas y que la ayudan en su viaje hasta el alma única.
En un nivel determinado, se funde con la Luz, pero sin perder la conciencia, para poder seguir aprendiendo al otro lado (al final del viaje inmortal, la fusión será completa), y ese proceso va acompañado de una indescriptible sensación de felicidad y del conocimiento de que sigue individualizada, con lecciones que aprender tanto en la Tierra como en el otro lado.
En la Tierra, en el presente, somos individuos, pero la individualización es una ilusión característica de este plano, de esta dimensión, de este planeta. Si estamos aquí, somos reales, tangibles, igual que el sillón en el que quizás esté sentado usted, pero los científicos saben que un sillón lo componen sólo átomos, moléculas, energía: es un sillón y, al mismo tiempo, energía.
Nosotros somos humanos, finitos y, al mismo tiempo, inmortales
Fuente: Muchos cuerpos una misma alma. Brian Weiss
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