sábado, 27 de febrero de 2021

ENERGÍA ESPIRITUAL



Tienes un manantial de energía extraordinaria dentro de ti. Cuando estas abierto, la sientes; cuando estás cerrado, no. a este flujo de energía que viene del fondo de tu ser se le ha dado muchos nombres: e la antigua medicina china se le llamaba Chí, en yoga se le lama Shakti y en Occidente se le llama Espíritu.

Se le llame, como se le llame, todas las grandes tradiciones espirituales hablan de esa energía espiritual, aunque le dan diferentes nombres. Lo que experimentas cuando el amor fluye en tu corazón es esa energía espiritual. Es lo que experimentas asimismo, cuando algo te entusiasma. Entonces toda esa energía fluye desde tu interior.

Esta energía está disponible para todos por igual. El Sol no brilla de manera diferente sobre distintas personas; si eres bueno, brilla sobre ti; si hiciste algo malo, brilla igualmente sobre ti. Lo mismo ocurre con la energía interna. La única diferencia es que tú puedes cerrarte por dentro y bloquearla. Cuando te cierras, la energía  deja de fluir. Cuando te abres, toda esa energía fluye dentro de ti.

Simplemente es cuestión de si quieres abrirte o cerrarte, en última instancia, es algo que depende de ti está bajo tu control. 

El problema es que no solemos ejercer ese control. En circunstancias normales, nuestro estado de apertura depende de factores psicológicos. en esencia, estamos programados para abrirnos o cerrarnos en función de nuestras experiencias pasadas. Las impresiones del pasado siguen vivas dentro de nosotros y hay diversos eventos que las estimulan. Si esas impresiones fueron negativas, tendemos a cerrarnos. Si fueron impresiones positivas, tendemos a abrirnos.

Pero no deberías permitir que algo tan importante como tu flujo energético dependa del azar. Tan pronto detectes que estás cerrándote, pregúntate si realmente quieres cortar el flujo de de la energía. Porque si quieres mantenerte abierto, puedes aprender a hacerlo sea lo que sea lo que esté pasando en el mundo. simplemente, comprométete contigo mismo a explorar tu capacidad de recibir energía ilimitada. Basta para ello con que decidas no cerrarte.

No permitas que nada de lo pase en la vida sea lo suficientemente importante como para que desees cerrar tu corazón ante ello. Cuando tu corazón empiece a cerrarse, simplemente di: "No. No voy a cerrarme. Me voy a relajar. Voy a dejar que esta situación tenga lugar y voy a estar aquí presente con ella". Honra y respeta la situación, y afrontala. 

Cuando hayas alcanzado este alto estado, tu nivel de energía será fenomenal. Dispondrás de cuanta energía  precises en todo momento.

En un momento dado, habrá en ti tanta energía fluyendo que empezará a rebosar al exterior. Sentirás que se vierten oleadas de energía al exterior desde ti, fluyendo a través de tus manos, a través de tu corazón y a través de otros centro energéticos. Cuando estás lleno de energía, todos estos centros de energía se abren y una enorme cantidad de ella empieza a fluir desde ti. 

Y lo que es más, esa energía afecta a los demás. La gente puede recibir tu energía y tú puedes alimentarlos con este flujo. Y si estás dispuesto a abrirte todavía más, ese flujo no se parará nunca. Te conviertes así en una fuente de luz para todos los que te rodean. Puedes incluso incidir en tu salud física. Cuando empieces a sentir que una enfermedad tiende a manifestarse en ti, simplemente relájate y ábrete, cuando te abres, dejas que entre más energía a tu sistema y de ese modo le permites curarse.

Mediante la meditación, la conciencia y la fuerza de voluntad puedes aprender a mantener tus centros abiertos. Para ello basta con que te relajes y sueltes; basta con que no te aferres a la idea de que existe alguna situación en la que merece la pena cerrarse.

Recuerda: si amas la vida, no hay nada ante lo que valga la pena cerrarse. No hay nada. jamás, por lo que valga la pena que cierres tu corazón.

martes, 16 de febrero de 2021

UN RESPLANDOR DIFUSO....



Un resplandor difuso de rayos gamma ilumina el corazón de la Vía Láctea

En el corazón de la Vía Láctea existen rayos cósmicos convertidos en aceleradores de partículas que generan rayos gamma con una potencia inimaginable que luego impactan en la tierra.

Desde el disco de la Vía Láctea, la región de nuestra galaxia en la que se acumulan la mayor cantidad de estrellas y planetas, están emergiendo rayos gamma con una potencia que supera con creces cualquier cosa que se pudiera construir o imaginar en la Tierra.

Lo ha descubierto una investigación del experimento Tíbet AS-gamma, un observatorio de rayos cósmicos situado en Yangbajing, China, a 4300 metros sobre el nivel del mar. Los científicos chinos y japoneses que operan dicho observatorio, ahora han vuelto a asombrar al mundo.

Energía inesperada

En un artículo que ha sido aprobado para su publicación en la revista Physical Review Letters, Explican que los rayos gamma detectados por el observatorio tienen una energía superior a la del petaelectronvoltio o PeV.

Si comparamos esta energía con la que es capaz de generar el LHC del CERN en ginebra comprobamos que este acelerador de hadrones ha llegado a los 14 teraelectronvoltios (TeV) de potencia. Un PeV equivale a mil TeV.

Los investigadores creen que esos aceleradores de partículas originan los potentes rayos cósmicos, las misteriosas partículas que atraviesan toda la galaxia y bombardean constantemente nuestro planeta.

La mayoría de las partículas que componen los rayos cósmicos son protones o núcleos de átomos y, cuando chocan con desechos cósmicos esparcidos por la galaxia, pueden producir los rayos gamma.

Los autores de la investigación señalan además que esos potentes rayos gamma se originan en los cósmicos que vagan erráticos por la galaxia, como resultado de la interacción de protones con el medio interestelar.

Campos magnéticos

Consideran por tanto que los rayos cósmicos se aceleran más allá de las energías PeV en nuestra galaxia y que se extienden por el disco galáctico, modulados por sus campos magnéticos.

Eso significa que nuestra galaxia está repleta de rayos cósmicos mucho más potentes de lo que se pensaba hasta ahora, y que han quedado al descubierto al comprobarse la energía de lo rayos gamma que generan.

Cuanto mayor es la energía de los rayos gamma, mayor es la energía de los rayos cósmicos de los que proceden, señalan los científicos.

Esta constatación confirma que los potentes rayos PeV no solo se originan, sino que también se propagan por el disco galáctico, produciendo un resplandor difuso de rayos gamma de energías externas que un observatorio tibetano ha por fin detectado y medido.

Fuente: Eduardo Martinez de la Fe 


lunes, 15 de febrero de 2021

ESCUELA DE LA VIDA



Cada uno tenemos un camino evolutivo y unas cosas que aprender. Es como una escuela: unos cuantos años en primaria, otros en secundaria, otros más en la universidad, etc. Vamos estudiando, vamos pasando de curso, vamos aprendiendo y evolucionando.

La escuela de la vida es parecida, por usar la analogía. Pero las lecciones son mucho más largas, profundas, adaptadas y especiales para cada uno de nosotros, y puede llevarnos muchas vidas pasar de un curso a otro, incluso en las lecciones más fáciles en los "primeros años" de estudio. En la escuela de la vida lo que aprendemos son cosas como el perdón, la compasión, el amor, la amistad, la humanidad, la alegría, la tristeza, la rabia, la libertad, etc. Las lecciones no pueden evitarse, y a nadie le importa más que a ti que las aprendas y pases a la siguiente de ellas.

Quizás en estos momentos tu lección sea aprender a perdonar, y te sucederán muchas, pero muchas cosas, en las cuales te verás enfrentado a la decisión de perdonar, o no, a otros, por cosas que te han hecho. Porque además estarás vibrando a una frecuencia en la cual atraerás todo tipo de situaciones de este tipo. Y así, de esta forma, te aparecerán cientos de situaciones que tendrán como denominador común aquellos temas que tengas que aprender.

Lo malo es que no sabemos identificar precisamente la raíz común de las cosas que nos pasan a grandes rasgos. Pensamos que tenemos relaciones desastrosas en las cuales siempre salimos mal parados y no nos damos cuenta que en todas ellas se nos  daba la oportunidad se abrirnos a la otra persona. De forma que cuando una relación se terminaba, el imán que somos nos mandaba otra similar para volver a darnos la oportunidad de aprender lo que tenemos que aprender.

En el instante en que aprendemos la lección, nuestra frecuencia cambia, se modifica, deja de atraer hacia nosotros ese tipo de eventos, porque ya no es necesario, y nuestro imán se focaliza en el siguiente tema a superar. Por eso cuando en nuestra vida parece existir un tema recurrente en todo lo que nos pasa,hemos de indagar cuál puede ser la raíz común y descubrir lo que hemos de aprender.

En todas y cada una de las situaciones cotidianas tenemos en cada instante el poder de decidir que hacer con ellas.

Es elección nuestra enfrentar el tema, aprenderlo, integrarlo y seguir adelante o dar la vuelta, girar a la izquierda, mirar a otro lado, etc. Puedes seguir actuando así siempre que quieras, hasta el momento en que llegará a nuestra vida un evento que parece no dejarnos ir marcha atrás o no tener más salida que ir hacia delante. El destino, actúa, lo tenia planificado desde el momento que naciste, y ahora lo coloca en tu camino, para que tú, con tu libre albedrío, y siguiendo a tu intuición, sepas que es por ahí por donde tienes que ir.

Uno puede encontrarse etapas del camino donde se sienta tan a gusto que es posible que decida que ahí es donde se quiere quedar. No hay problema, por cuanto es nuestra decisión y seremos nosotros quien evaluemos al final si fue una buena decisión o no. 

De todas maneras, el universo estará siempre mandándonos señales y empujándonos en cierta forma para que cumplamos aquello que nos propusimos al nacer. Y es que si prestamos atención a nuestra vida, si hacemos caso a las señales, llegaremos rápidos y de forma fácil a todos los puntos importantes.

Saber reconocer las señales requiere estar atento a esas intuiciones, a esas personas que nos encontramos y de repente nos dicen tal o cual cosa, a esos libros que llegan a nuestras manos, etc. Hay mil formas de recibir un mensaje, Cuanto más aprendemos a reconocerlos, más patentes se hacen. Es un bucle maravilloso que hará que nuestra vida cambie.

Sea cual sea nuestros objetivo en esta vida, lo importante es seguir siempre adelante, disfrutando del camino, y cuando las cosas no van bien, pararse y preguntarse si es que hemos llegado en nuestro laberinto particular a un punto en el cual debemos andar un poco para atrás y retomar otra senda.

En todo caso, en cada encrucijada nos esperan nuevas sorpresas y nuevas lecciones, y a veces, los obstáculos, no son más que pequeñas vallas para que  aprendamos a saltar, ya que detrás de ellas se encuentra una situación mucho mejor de lo que jamás podríamos llegarnos a imaginar desde el otro lado del muro.

miércoles, 10 de febrero de 2021

INTERCONEXIÓN



"La mente es un campo de cultivo donde se cosecha lo que se siembra"

Los nuevos descubrimientos de la ciencia postulan que el ADN y los genes son potencialidades que se pueden transformar si modificamos nuestras creencias e intenciones. Nuestro ADN tiene un efecto sobre cada pensamiento, palabra y acción y a su vez es moldeado por lo que pensamos y hacemos.

Recientes hallazgos científicos demuestran que el ser humano es algo mucho más complejo que una simple "máquina" de carne, piel y huesos. Paradojicamente, estos descubrimientos entroncan con los postulados de antiquísimas tradiciones, cuyas conclusiones están hoy en pleno auge.

La física cuántica hable de un Universo que se compone de una "totalidad interconextada, ininterrumpida", los ejemplos de los fenómenos NO locales (teorema de Bell) y el "efecto observador" que implica que la conciencia subyace en toda la realidad manifestada, tienen sorprendentes paralelismos con el antiguo concepto esotérico de que toda la realidad es la manifestación de una singularidad infinita (principio creador) al que muchos deciden llamar "la fuente" y al que otros llaman Dios.

Siendo así, podemos entender el Universo como un trama de interconexiones. Tanto la visión holográfica de la realidad como la teoría de los campos mórficos han demostrado que el pasado y el presente operan simultáneamente y que "las cosas que estuvieron alguna vez en contacto siguen estando en contacto a o largo del espacio y del tiempo"

El tiempo y/o el espacio mismo parecen construcciones arbitrarias, implacables a este nivel de la realidad, y el tiempo "lineal" solo existe en nuestro sistema de creencias consciente.

Durante miles de años hemos sido condicionados por la idea de no tener ningún control sobre la realidad y hoy la ciencia nos dice que lo que ocurra en nuestro interior creará lo que sucederá en el mundo exterior.

Nuestra mente inconsciente es la responsable de aproximadamente un 95% de una enorme cantidad de creencias y procesos mentales que determinan lo que pensamos y hacemos. Cuando tenemos una experiencia dolorosa y no somos capaces de afrontarla y trascenderla, entonces lo que hacemos es mandarla al "almacén del olvido".

Dicho material inconsciente será heredado por las generaciones siguientes conformando lo que llamamos el campo mórfico de la familia. En su libro Memories, Dreams & Reflections, Carl Jung nos dice:

"Comprendí los vínculos proféticos que existen entre mis antepasados y yo. A menudo parece que en la familia hay un karma impersonal que se transmite de padres a hijos"

Esta información nos condiciona a tal punto, que nos pres¡dispone a percibir y a comportarnos de una cierta y determinada manera, afectando nuestro umbral de estrés y nuestra disposición frente a los desafíos emocionales.

Pero aunque pareciera que estamos condenados a repetir un círculo que no tiene salida, el futuro no está predeterminado. Si no nos gusta lo que nos sucede, no existe ningún remedio externo, solo por medio de un cambio en nuestra conciencia interna podemos cambiar nuestra realidad.

Para ello necesitamos conocer cuál es el mensaje proveniente de nuestro linaje, de nuestros ancestros, de nuestra cultura y biología, así como descifrar el mensaje de luz de nuestra alma.

Einstein sostiene que la energía simplemente existe y no se puede crear ni destruir, solo se transforma. Y en el caso de los seres humanos esto sucede simplemente mediante el pensamiento y la voluntad consciente de quien la maneja.

Todos somos capaces de cambiar conscientemente el contenido de energía y de información de nuestro propio cuerpo y, por tanto influir en el contenido de energía y de información de nuestro cuerpo ampliado (nuestro entorno, el mundo) y hacer que sucedan cosas en el.

Este camino consciente se logra a través de las dos cualidades inherentes: la atención y la intención.

La atención da energía.

La intención transforma.

Para trabajar con nuestra atención e intención os propongo un simple ejercicio que consta de tres preguntas que debemos formularnos ante cada situación que se nos presenta:

¿Qué estoy pensando?

¿Qué estoy sintiendo?

¿Qué estoy mirando?

Trabajando en nuestra vida con estas tres preguntas, iremos reconociendo nuestras tendencias mentales y hacia donde se dirige nuestra atención.

No debemos olvidarnos de cuatro principios básicos:

A lo que les prestemos atención, crecerá con más fuerza en nuestra vida

A lo que dejemos de prestar atención, se marchitará, se desintegrará y desaparecerá

La intención estimula la transformación de la energía y de la transformación

La intención estimula su propia realización

Estas aseveraciones nos señalan que somos responsables de lo que sucede dentro y fuera de nosotros, ya que todos los patrones de pensamiento nos afectan y afectan a la energía del Universo.

El Universo físico que percibimos está condicionado por nuestro sistema de creencias, por ello es tan necesario identificar y limpiar los traumas pasados ya que limitan nuestra percepción en el tiempo presente coartando nuestra libertad de elección.

Nuestros problemas son memorias repitiéndose en nuestro subconsciente. Nuestros problemas no tienen nada que ver con alguien o algún lugar o situación. Son oportunidades puestas en libertad. Oportunidades  para limpiar.

¿Si no veo la causa en mi,

como voy a poder resolver sus efectos?

No basta con pensar positivamente. Cuerpo y mente tienen que coincidir. A veces, intentamos ser positivos cuando interiormente nos sentimos negativos, por eso es que el pensamiento no funciona.

Vivimos en un estado mental turbado. Nuestra memoria celular responde a nuestra mente inconsciente y el inconsciente conecta con la memoria celular del cuerpo, que se siente negativo.

Tenemos que entrenar la mente y el cuerpo para que trabajen juntos.

Entrenarnos para generar la intención correcta.

Sabemos que nuestras intenciones crean nuestro destino y que la mente es un campo de cultivo donde se cosecha lo que se siembra. Es crucial entender que el cuerpo y el mundo no son un problema en sí, "sino el efecto", las consecuencias de los recuerdos que se repiten en la mente subconsciente.

Nuestra mente tiene una visión diminuta del mundo y esta visión no solo es incompleta sino que también es inexacta. Por lo tanto, se trata de asumir el 100% de la responsabilidad de todo lo que nos sucede nuestra vida, de "TODO". Así podremos despertar nuestra mente consciente para reconocer nuestra verdadera identidad.

El futuro no está escrito.

No hay más destino

que el que creamos nosotros diariamente.


martes, 9 de febrero de 2021

PERSONALIDADES DEL EGO



En la mayoría de libros espirituales, el ego tiene bastante mala fama. La razón es que el ego, en cierta forma, es el principio en nuestra mente que nos separa a los unos de los otros, nos hace individuales, y nos proporciona un sentimiento de diferenciación del resto de personas, mientras que, el espíritu, es el principio que nos dice que todos estamos conectados, que todos somos parte de la misma cosa y que esa separación no existe.

El problema principal del ego es que muchas veces se pierde el control sobre él, o mejor dicho, toma completamente el control de nuestra vida sin que nos demos cuenta.

Así como la mente no es un "ente" energético por sí solo, el ego si lo es. Tiene una fuerte personalidad, o mejor dicho, tiene múltiples personalidades provenientes, en cierto modo de lo que nuestro ADN ha acumulado durante los años de evolución de la raza humana y que se transformaran en diferentes facetas y caracteres que salen a la luz sin que lo queramos o lo deseemos, en la mayoría de los casos.

Todo el mundo posee, de una u otra forma, está colección de personalidades que, muchas veces toman el control total de nosotros y nos hacen actuar según su patrón básico de funcionamiento, tal y como están programados.

Vemos algunas de estas sub-personalidades principales según el trabajo de Jung:

El  Inocente. El primer carácter que nos encontramos en estos arquetipos universales es El Inocente, la personalidad que nos ayuda a crear nuestra imagen, la mascara que lucimos ante el mundo, nuestro carácter y rol social. Esta personalidad se encarga de mantener la fachada ante los demás. 

El Inocente es la personalidad que queremos que nos defina frente a los demás y tras la cual, muchas veces, ocultamos nuestro verdadero ser. En realidad, El Inocente que llevamos con nosotros solo quiere ser amado por lo que en realidad es, y ser parte de las cosas. Esta personalidad nuestra quiere pertenecer, encontrar su lugar, sentirse reconocido, a veces por las buenas, a veces por las malas.

El Cínico. El Cínico es nuestra personalidad que ve y sabe cuál de nuestras cualidades debe sacrificar o esconder en cada momento para representar el papel del inocente, para que le acepten en sociedad para que los demás le quieran. esta sub-personalidad trata en todo momento de protegernos de sentirnos abandonados, heridos o víctimas y para ello se vale incluso de tretas o conocimiento que a nivel consciente no sabemos no que poseemos, por lo que se convierte en un valioso defensor de nuestro bienestar a ultranza, negando a veces la posibilidad de nuevas experiencias por miedo, a no salir bien parado de ellas.

El Luchador. El ego quiere que sus necesidades sean satisfechas, pero además se preocupa de "como" van a ser satisfechas. El luchador es nuestra personalidad que ayuda a esa tarea. Cuando estamos siendo controlados por este rol del ego, actuamos estrictamente en términos de nuestro interés personal, blandiendo nuestra espada para cortar todo aquello que pueda amenazar la supervivencia del cuerpo y nuestra integridad.

El Cuidador. Esta sub-faceta nuestra desarrolla un sentido moral y de responsabilidad por el cuidado y bienestar de otros. Se preocupa de como se encuentran los demás, además de nosotros mismos, y no sólo por las personas en sí, sino por el bien global de la humanidad. No significa esto que a veces no sea una forma de protegerse a sí mismo de otras cosas, tomando un rol de preocupación por todos y todo, pero es una faceta que representa la cara más solidaría de nuestro ser.

El Buscador. Este sub-carácter busca la iluminación y la transformación interna, pero inicialmente está muy controlado por el pensamiento de nuestro ego. El buscador piensa que todo gira alrededor de ser mejor, conseguir más, tener más éxito, o alcanzar la perfección. Lo que pasa es que cuando no está dirigido por el yo interior, sus motivos dejan de ser todo lo nobles que podrían ser, y terminan enfocado en tener más de "todo" y competir, y superarse, y conocer más, para ser el mejor y poder así presumir de ello en sociedad, o, por el contrario, compensar algún sentimiento de "falta de" que haya podido obtener y acumular por experiencias dolorosas anteriores.

El Amante. El amante quiere unificar cosas, es el símbolo de la unión sagrada con el yo interno, con el amor, con el universo. Esta personalidad nuestra influenciada por el ego busca sin embargo este amor en el mundo exterior, olvidando el amor por uno mismo. Esta parte del ego sabe lo que significa el amor y su valor, y su poder, pero no sabe dónde encontrarlo, por eso es el soñador de un mundo mejor, algún día, en algún sitio, pero nunca ahora, aquí, dentro de nosotros mismos.

El Iniciador. El iniciador es la personalidad que nos ayuda a despertar la semilla de nuestra identidad genuina, nuestro ser más profundo.Crea y pone en marcha muchos proyectos e ideas, tiene la fuerza de lanzar sin parar nuevas cosas, pero también muchas veces encuentra su energía dispersa en demasiados sitios, convirtiéndose más en cargas e insatisfacciones. El iniciador es el espíritu emprendedor que muchos tenemos, pero que cuando llega el momento y la fase de "mantener" lo que hemos creado, se aburre, lo deja, porque ya no es nuevo, porque ya no hay nada que iniciar, y entonces vuelve a ponerse las pilas en busca de otra cosa para crear.

El Sabio. El sabio es la parte de nuestro ego que puede ser experimentada en estados meditativos con nuestro yo interior y que mejor conecta con el mismo, cuando ambos trabajan en sintonía y armonía. El ego sabio observa nuestros pensamientos y sentimientos, pero no se identifica con ellos de forma que es Sabio nos ayuda a ver que es realmente importante en nuestra vida y trascender esa pequeñas cosas que nos distraen de nuestro ser interior más puro. Sin embargo, cuando el ego sabio, no está conectado con nuestro interior, puede convertirse en el "sabelotodo", en la persona que busca la notoriedad y siempre tiene una respuesta para todo. simplemente por afán de notoriedad, o por sentirse querido y aceptado.

El Loco. El loco es el elemento de nuestro carácter que representa la improvisación, el atrevimiento, el lanzarse al vació, el no pensar las cosas. El loco se ríe de todos los que están a su alrededor, quitandoles el poder y haciendo que la cosas pierdan su sentido rígido. No s enseña que la mayoría de las veces solo estamos expresando una de nuestras facetas, o mascaras, de la lista de arquetipos, pero casi nunca nuestro yo verdadero. En el sentido social el Loco a veces toma el control cuando vivimos cada minuto sin preocuparnos de nada más, cuando dejamos las reglas y las estructuras rígidas de lado y montamos las nuestras, cuando improvisamos y confiamos en nuestros recursos para salir adelante como sea.

Como podéis ver, somos muchas personalidades a la vez, tenemos muchas caras, (quizás más de las pocas que hemos explicado de forma generalizada). El hecho de saber reconocerlas cuando están usurpando nuestra verdadera personalidad es lo que nos permite desenmascararnos y poner a nuestro EGO en su sitio, es decir, no dejar que tome el control de lo que somo y hacemos.

RELATO DE MÍ MISMO



No solo tienes un dentro y un fuera, sino que tampoco has experimentado nunca real y directamente que seas una persona. Lo único que encuentras son pensamientos que aparecen, sonidos y sentimientos que aparecen en lo que eres.

Y luego el pensamiento dice: "Estos son mis pensamientos, mis sentimientos, mis emociones. La vida me está sucediendo a mí".

Ahí es donde empieza el relato de la persona; en la identificación con las formas que pasan por la pantalla de la consciencia, la identificación con los pensamientos y sentimientos, con las olas que parecen y desaparecen en el océano que eres tú.

Los pensamientos, sentimientos, creencias e ideas en tu experiencia actual no son de ningún modo los mismos que tenias cuando eras niño. Tus prioridades han cambiado. Tu aspecto físico ha cambiado por completo; De hecho, no queda en tu cuerpo ni una sola célula de aquel YO. Pero, por alguna razón, sigues sintiendo que eres tú, de una manera que no sabrías explicar.

Hay cierta sensación de estar aquí  que no ha cambiado. El sentimiento de "Yo Soy" ha permanecido constante. El océano sigue igual, son las olas las que se han modificado. Millones de pensamientos han ido y han venido; han aparecido y desaparecido toda clase de sentimientos. Pero este sentimiento básico de SER se ha mantenido intacto....     y, sin embargo, no podemos en realidad decir nada sobre lo que es ese Ser.

Sientes que es algo intimo, algo que de algún modo es totalmente tú, y es a la vez misteriosamente incognoscible; enigmáticamente te supera.

Ni todos los relatos del mundo pueden captar lo que soy. No soy lo que he sido, fui y seré. No soy el relato de una persona en el marco del tiempo. No soy un buscador incompleto empeñado en encontrar en el futuro algo que me complete.

Soy lo que aparece ahora. Soy únicamente lo que sucede en este momento.

Ahí es donde en verdad reside mi identidad: en el aquí y el ahora, no en un relato de mí en,arcado en el tiempo. Soy idéntico a este momento. Ese es el verdadero significado de la palabra "identidad": "ser idéntico a". 

Lo que soy es idéntico a la vida tal como aparece ahora, lo mismo que el océano es siempre idéntico a sus olas.

J. Foster.

sábado, 6 de febrero de 2021

LEALTAD



La más destructora de las armas no es la lanza ni el cañón, que puede causar heridas en el cuerpo. La más terrible de todas las armas es la palabra, que arruina una vida sin dejar rastro de sangre y cuyas heridas jamás cicatrizan.

 Cuando hay lealtad, las armas son inútiles. La lealtad se basa en el respeto, y el respeto es fruto del Amor. El Amor que ahuyenta a los demonios de la imaginación que desconfían de todo y de todos, y que devuelve la pureza a los ojos.

Seamos, por tanto, señores de nuestra lengua para no ser esclavos de nuestras palabras. Aunque se utilices en contras de nosotros, no entremos en un combate que jamás tendrá un vencedor. En el momento en que nos pongamos a la altura del adversario vil, estaremos luchando en las tinieblas, y el único que saldrá ganando; es el Señor de las Tinieblas.

La lealtad es una perla entre los granos de arena que sólo aquellos que realmente entienden lo que significa pueden ver. Así, quien siembra la Discordia puede pasar mil veces por el mismo lugar, pero nunca verá esa pequeña joya que mantiene unidos a los que necesitan seguir unidos.

Todos vamos a tener que enfrentarnos a muchos adversarios en la vida, sin embargo el más difícil de derrotar será aquel al que tememos. Nos vamos a encontrar con rivales en cualquier cosa que hagamos. Sin embargo, los más peligrosos serán aquellos que creemos que son nuestros amigos..Todos vamos a sufrir cuando nos ataquen y nos hieran en nuestra dignidad, pero el dolor más grande será el provocado por aquellos que considerábamos amigos nuestros.

Nadie puede evitar cruzarse con quien lo va a traicionar y a calumniar. Pero todos podemos apartar el mal antes de que muestre su verdadera naturaleza, porque un comportamiento excesivamente afectuoso es la prueba del puñal escondido y listo para que lo usen. Así que, apártate de quien intenta agradarte todo el tiempo

Y cuidado con el dolor que tú mismo puedes provocarte si dejas que un corazón cobarde forme parte de tu mundo. Una vez que el mal esté consumado, no vale la pena culpar a nadie: la puerta la abrió el dueño de la casa. No seas vulnerable a los espíritus débiles que no soportan ver un espíritu fuerte.

La lealtad no se puede imponer nunca por la fuerza, por el miedo, por la inseguridad o por la intimidación. es una elección que solo los espíritus fuertes tienen el coraje de hacer, Y pos ser una elección, nunca es tolerante con la traición, pero siempre es generosa con los errores.

Y por ser una elección, resiste al tiempo y a los conflictos pasajeros.

P. Coelho

miércoles, 3 de febrero de 2021

SABER COMPRENDER....



 Saber comprender, es saber respetar.

Hay muy pocas personas que te comprendan de verdad. ¿Qué es lo que las hace diferentes? ¿Es su empatía, la conexión emocional que tienen contigo? En realidad, hay muchos más factores que vale la pena tener en cuenta. Los analizaremos.

Saber comprender a los demás es el umbral para que la empatía fluya. Solo cuando hacemos el esfuerzo por conectar con el otro para saber cuál es su realidad, sus necesidades y cuáles sus emociones, facilitamos el auténtico respeto que exige la convivencia. Porque quien entiende  y empatiza con quien tiene enfrente, siente que también esa persona merece consideración y aprecio.

Pensemos en ello durante un momento. Imaginemos un mundo en el que el ser humano interactúa entre si como en un hormiguero. Cada uno cumple una función, cada miembro de la comunidad lleva a cabo su trabajo sin otra aspiración y sin otras motivaciones. Nadie se preocupa por el otro, no existe la comprensión y, por tanto, tampoco existe la empatía y esas emociones que facilitan la atención, el cuidado, la amistad, el altruismo....

Sin esos procesos la humanidad como tal, no existe. Bien es cierto que a las personas nos definen también aspectos adversos y algo conflictivos. Sin embargo, ningún proceso mental y emocional es tan decisivo para nuestra convivencia como saber comprender. Es más, por llamativo que nos parezca, pocas dimensiones son tan complejas a la vez que difíciles de llevar a cabo.

Porque quien comprende de manera auténtica al otro, lo hace de una manera muy concreta: libre de juicios y lleno de voluntades. Comprendamos un poco mejor en qué consiste esta competencia de vida.

Saber comprender a los demás, una asignatura pendiente

Hay pocas cosas que nos desesperen tanto como no ser comprendidos. Ya desde la infancia tomamos contacto con esa desoladora sensación, la de que nuestros progenitores, hermanos, amigos o maestros no entiendan lo que sentimos o lo que nos ocurre. Cuando esto sucede nos invade esa mezcla que va desde la rabia a la tristeza. Esto no cambia tampoco en edades adultas.

Sentirnos incomprendidos es uno de los malestares más profundos y dolorosos. Quizá por ello, sabiendo lo que supone, deberíamos esforzarnos mucho más por cuidar esta competencia, por facilitarla a los demás a  pesar de que, en ocasiones, determinadas personas nos hallan fallado en el pasado. No obstante, hay que hacerlo bien.

Como señalaba Goethe, "las personas tendemos a escuchar solo aquello que entendemos". Es verdad, de algún modo solo conectamos con quienes nos son más comprensibles a nuestros ojos, con quienes armonizan más con nuestras ideas, valores  y pensamientos.

Comprender, en cambio, requiere hacer siempre un mayor esfuerzo. De hecho, en ocasiones, implica algo realmente valiente: descubrir, aceptar y conectar con quien no piensa como yo.

Saber comprender no es lo mismo que saber entender.

Para saber comprender a los demás de manera auténtica es necesario clarificar un detalle. Comprender no es lo mismo que entender. De hecho, la mayoría de las veces nos quedamos con la segunda dimensión, es decir, nos dedicamos únicamente a descifrar lo que las otras personas nos quieren hacer llegar. Tomamos conciencia del mensaje y de su significado, pero nada más.

Ahora bien, la comprensión implica algo más profundo. No es solo descifrar lo que nos dicen, es conectar con la realidad particular de quien tengo enfrente a través de la empatía. Es ir más allá de las palabras para intuir necesidades y sentirlas. De este modo, algo que debemos tener presente es que el proceso de comprensión es algo increíblemente activo a la vez que complejo.

Para que este proceso sea efectivo debemos aplicar lo que en psicología conocemos como la teoría de la mente. Este concepto se define como esa capacidad que tenemos las personas de inferir los estado mentales de los demás, como sus pensamientos, miedos, deseos, intenciones, etc. De este modo, comprendemos por qué hacen determinadas cosas e incluso predecimos comportamientos futuros.

Una vez procesamos esa información,la interpretamos para poder actuar en consecuencia. Todos estos mecanismos se integran en el acto mental de saber comprender. No obstante, tampoco podemos dejar de lado el aspecto emocional.

Comprender sin juzgar, conectar dese la empatía

Daniel Goleman también nos habla a menudo en sus libros sobre la necesidad de saber comprender a los demás. Ahora bien, puntualiza un detalle: no se trata solo de inferir qué puede estar pensando o sintiendo la persona que tengo frente a mí. No basta solo con tomar conciencia de lo que puede estar pensando o si lo que experimenta es miedo o es tristeza.

La comprensión auténtica nunca será posible si no hay voluntad e interés. Así que de nada sirve la teoría de la mente o la inteligencia emocional si mientras hablo con mi pareja tengo la cabeza en otra parte. Además de esa voluntad, de ese sentimiento activo por abrirme al otro y comprender lo que me dice y le ocurre, también se necesita de otras dimensiones:

Escuchar de manera activa. Hay que ser receptivo a los demás sin mayor intención o finalidad que esa. No nos vale con escuchar mientras pensamos qué vamos a responder

Otro factor básico es escuchar sin prejuzgar. Saber comprender es conectar con la realidad del otros libre de pensamientos previos, de juicios, de etiquetas previas.

Para concluir, tal y como podemos ver el proceso que articula el concepto de la comprensión es más complejo de lo que podamos creer. A pesar de ello, todos somos capaces de ponerlo en práctica; la voluntad en la mayoría de los casos, es todo.

Valeria Sabater