Alimentos que ayudan a
mejorar tu sistema circulatorio.
Salvia
picante.
La salvia picante mejora la circulación, combate la
retención de líquidos y reduce la inflamación. Estos son solo algunos
beneficios de una de las principales plantas de la fitoterapia europea.
Además es antibiótica, digestiva y antisudorifica. Se
indica a menudo contra los sofocos y el insomnio. En la cocina, puedes aprovechar el aroma fuerte
y picante de las hojas para saborizar aceites y vinagres o añadirlas a
ensaladas, sopas y guisos, donde realza el sabor de las verduras.
Con una cucharada de hojas frescas se prepara una
infusión que puedes tomar con hielo.
Sandía,
amiga del corazón.
La pulpa roja es muy atractiva, pero aprovecha bien las
zonas más claras próximas a la cáscara porque son ricas en citrulina, un
aminoácido que se convierte en arginina y dilata los vasos sanguíneos, lo que
favorece la circulación y reduce el esfuerzo que realiza el corazón.
Una buena rodaja de sandía (unos 200 g) aporta alrededor
del 20% de las necesidades diarias de vitamina A (en forma de betacaroteno) y
de vitamina C. También es rica en licopeno, que contribuye a prevenir algunos
tipos de cáncer.
Arándanos
para unas venas sanas.
Píntate la lengua de color azul con un puñado de arándanos
y no solo te vas a reír, sino que tus venas se van a alegrar al recibir una
buena dosis de antocianinas que las mantienen flexibles.
Estos pigmentos alivian la retención de líquidos, la
hinchazón abdominal y de los tobillos, las bolsas en los ojos, los hematomas y
las venas varicosas. Son ricos, además, en fibra, manganeso y vitamina C.
Todos estos compuestos son buenos aliados frente a los
problemas circulatorios y también ante las infecciones urinarias.
Al pasear por la montaña busca ñas matas de arándanos
para disfrutarlos en su mejor momento, pero antes lávalos con un poco de agua.
Recuerda que si el año que viene quieres volver a encontrártelos no debes
recogerlos todos: coge como máximo uno de cada cuatro.
Melocotón
de viña, diurético.
Son algo laxantes y diuréticos, lo que, entre otras
ventajas, reduce el volumen de líquido que el sistema circulatorio tiene que
manejar. Contiene las 3 vitaminas antioxidantes que mantienen los tejidos del
organismo en buen estado. Un único fruto (unos 200 gramos) aporta el 33% de la
vitamina C que se requiere al día, el 15% de la vitamina A y el 10% de la
vitamina E.
Tomate
cardiosaludable.
Rojo como la sangre, contiene nutrientes necesarios para
una composición óptima del fluido vital, como el hierro (0.4 mg en 150 g), la
vitamina C (19mg) y la vitamina E (0,8 mg). Además es uno de los alimentos más
ricos en licopeno, un pigmento antioxidante que reduce los niveles de
colesterol malo LDL y previene la ateroesclerosis.
Grosella para tus
piernas.
La composición de la grosella la convierte en un auténtico
remedio para mejorar la circulación venosa y periférica. Por eso es un alimento
indicado para superar problemas como piernas hinchadas y cansadas.
Rojas, negras o blancas, su sabor silvestre con un punto ácido
es muy popular en países de clima más frío en cuyos bosques abundan. A nuestros
mercados llegan entre agosto y septiembre.
Te animamos a probar sus posibilidades culinarias y a aprovechar sus vitaminas y fitoquímicos. Son ricas en vitamina C, sobre todo las negras, pues 50 g superan el 150% del aporte mínimo diario. La misma cantidad de grosellas rojas cubren el 30%. Además son ricas en antioxidantes que protegen la salud en general, y en potasio y fibra, lo que las hace depurativas y laxantes.
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