domingo, 9 de agosto de 2020

DETENER EL RESENTIMIENTO


En la vida vivimos buenas experiencias, al igual que otras no tan buenas, y estas en algunas ocasiones, pueden provocar que se formen en el corazón de las personas sentimientos no gratos difíciles de digerir.

¿Qué supone el resentimiento?

Este sentimiento no permite que las personas logren un avance emocional en su vida, ya que siempre van a permanecer esas situaciones negativas, sintiendo un constante enfado o disgusto a tal punto de convertirse en resentimiento.

Es por ello, que si lo que deseas es avanzar en paz y de cara al futuro, debes tomar medidas que te permitan eliminar de raíz el resentimiento de tú vida. Lo primero que debes hacer es identificar la causa del resentimiento. Reconocer la situación que te causa dolor y rabia.

Aunque no lo creas, el resentimiento te ata a la persona que sientes que te ofendió o te causo daño, el resentimiento es un nudo difícil de desatar, si dejas que pasen los días, y no te brindas el tiempo de darte la oportunidad de encontrar la solución que te libere, llegará el momento en que tendrás una maraña de sentimientos confrontados que te permitirán despejar tú horizonte.

Es innegable, que, en muchas ocasiones, se puede sentir que para ciertas personas no hay perdón, quizá sientes que el daño provocado fue enorme y esta persona no merece tu perdón, sin darte cuenta que el principal y único afectado eres tú.

Por eso, aunque te niegues  debes romper la pesada cadena del resentimiento y darte la oportunidad de vivir el maravilloso placer de la libertad.

Entonces, es hora de conocer las estrategias que te ayudarán a liberarte del despiadado resentimiento que te atrapa, te arrastra y te hace prisionero del odio.

Pasos para acabar con el resentimiento.

1) El paso más importante que te permitirá encaminarte al perdón es el reconocer, aceptar que sientes rencor, resentimiento o incluso odio.

2) Dejar de hacerte la víctima, si alguien te ofendió o sientes que te humillo, levántate y sigue adelante, que aún queda mucho por experimentar y personas por conocer.

3) Evita traer a tu memoria ese recuerdo o a esa persona que causó en ti una ofensa, ten en cuenta que la ofensa ya no se va a borrar de tu pasado, pero sí tienes el poder de eliminarla de tú futuro.

4) Ten presente, que el resentimiento no viene solo, lo acompañan el dolor, el enfado y la frustración, y estos sentimientos son el caldo de cultivo de las enfermedades, es decir, el resentimiento terminara perjudicando a tu salud. Así se da comienzo a una enfermedad psicosomática.

5) No te estreses, deja el resentimiento, camina, haz ejercicio, lee un libro, escala una montaña, disfruta de un paseo, siéntete libre de realizar actividades que despejen tu mente y sentimientos desagradables.

6) No pienses solo en lo malo que te paso, trae a tu memoria los buenos recuerdos, a las personas importantes para ti, de las cuales, te privas de disfrutar por estar disgustado y amargado por cosas que forman parte del pasado.

7) Atrévete, escribe una carta a esa persona, en la que expongas todo lo que sientes y lo mal que te hizo sentir, después concédele el perdón, y perdónate tú también por haber perdido tanto en tan poco.

8) Alimenta tú autoestima, recuerda que las ofensas surten efecto cuando nuestra autoestima se encuentra vulnerable, ámate, valórate y comprende que las personas te harán daño solo si tú así lo permites.

9) Cuéntale a alguien de tú confianza la situación que estás pasando, a veces el ser escuchado, te permite liberarte de un gran peso que no eres capaz de cargas solo.

10) Para finalizar, pero no menos importante, recuerda que también en muchas oportunidades también ofendemos, o alguien pudo sentir que le ofendimos, entonces nadie está exento. Perdona y recibirás perdón, “recuerda que de lo que siembras, cosecharás”.

Rafael Aragón Arróniz

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