Estamos entrando en la Era de Acuario, eso significa que debemos ser “Acuarianos de antemano”. Se accede a esta Era con la luz de una consciencia despierta, con armonía y amor, y con la voluntad de comportarnos como seres humanos evolucionados.
La transición entre la Era de Piscis y la de Acuario no se efectúa de un día para otro, tenemos tiempo para conseguir encontrar la Verdad que nos libera, desarrollándola a consciencia. De esta forma superaremos lo que Piscis nos ofreció: la Fe y la Creencia a ciegas. La Fuerza de Acuario nos ayudara a eliminar de nuestro entorno todo lo que nos ata al pasado, todo lo que está cristalizado y no nos sirve. En este tránsito el ego sufre dolorosas destrucciones, no así el Alma, ya que el alma es “patrón de consciencia”, moneda de verdad, y nadie la toca jamás.
La Era de Acuario es la Era del humanismo, del conocimiento sin límites, de la total libertad, de los viajes espaciales y de la culminación científica. Pero lo interesante es darnos cuenta de que Acuario es el signo opuesto a Leo, signo en el que según datos prehistóricos el hombre comenzó sus primeros pasos de civilización, de hecho Leo es el signo de la creación, los hijos y el poder natural. Fue cuando el hombre surgió alzándose sobre el reino animal.
La Era de Cáncer es en la que se cultivó la tierra, se crearon las familias, las tribus, etc…y todas las necesidades primarias y emocionales se desarrollaron en la raza humana.
Cuando entro la Era de Géminis, se creó la escritura, la palabra fue escrita propagando el intercambio de ideas, el comienzo del estudio y la concreción de nuestro entendimiento.
La Era de Tauro, fue la Era de los Egipcios, en ella el hombre adquirió la valoración de la suntuosidad, de la belleza, la armonía en la estructura, la arquitectura, la máxima valoración del ser humano respecto a su Dios.
Cuando el ser humano entro en la Era de Aries descubrió la semilla filosófica, el razonamiento y el objetivo de sus deseos, fue la Era de los pioneros y los conquistadores, que sintieron la necesidad de implantar sus ideologías en otras partes del mundo. Fue la edad de los griegos y los romanos, y a partir de la caída del imperio Romano, entramos en la Era de Piscis la de la sutileza del entendimiento, y la separación del mundo objetivo y subjetivo.
Al llegar a Acuario podemos ver que la esfera celestial ha dado media vuelta con respecto a la elíptica desde que comenzó la civilización que conocemos.
Siempre nos preguntamos quienes somos, pero lo cierto es que estamos cambiando a cada instante, millones de olas de pensamiento se canalizan a través del sistema de filtro de nuestros pensamientos. Caminamos influidos por las energías de nuestra mente, pensando, sintiendo, actuando, creando. Todas nuestras energías están unificadas con las energías cósmicas que nos llegan a través de los planetas, los cuales se alimentan de las constelaciones, poniendo en acción nuestras vidas.
Es muy importante entender el dinamismo del comportamiento y la naturaleza de cada planeta, y saber cómo se conecta con la psicología del hombre.
La Astrología es un lenguaje cósmico que utiliza símbolos, que deben ser descifrados e interpretados, un horóscopo consta de cuatro factores básicos: planetas, signos, aspectos y casas.
Los planetas simbolizan energías, las constelaciones del Zodiaco signos en donde viven y colorean estas energías. Lo desciframos conociendo la clase de energía que emite un planeta y el signo donde está.
Los aspectos son las relaciones entre planetas o interacción entre varios signos y planetas, y se pueden comparar a una serie de focos de teatro de distintos colores situados en diferentes rincones del teatro, pero todos ellos dirigidos al escenario: la Tierra.
Las casas simbolizan lugares donde se desarrollan experiencias de la vida, aportándolas al ser interior, en un “escenario” giratorio (evolución).
Este “escenario” nos muestra los ambientes, donde tú, el actor, representaras tu papel.
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