El Sol recibe influencias del centro de nuestra Galaxia.
De esta manera el Universo se comunica consigo mismo a través de la Luz, pues
esta, concentrada, es un nervio que recorre todo el Universo.
Así, por todo el
Universo se produce una corriente constante de información, en la cual, los
datos se desplazan en haces de Luz desde el Sol y desde otras estrellas.
Estos haces, corrientes de Luz son, por tanto,
mensajeros, y un sinónimo de mensajero es “Ángel”. Un rayo de Luz es pues, un
Ángel. Un ser de Luz que transporta información al exterior desde el centro de
la galaxia, de estrella a estrella y del Sol a cada planeta.
Hace muchos años, en la etapa del Tercer Sol, la
humanidad mantenía un equilibrio
perfecto de cuerpo, mente y espíritu. Su sistema inmunológico era tan fuerte
que la enfermedad les era prácticamente desconocida, la ciencia y la tecnología
había alcanzado un nivel más elevado que en nuestra civilización actual.
En esa raza humana, había una comunicación abierta,
resultado de un entendimiento sin restricciones entre cada mente humana. Las
personas no estaban limitadas por los conceptos de culpa y juicio. La Tercera
Humanidad tenía en la mente un sueño de la realidad que se aproximaba al Cielo
en la Tierra.
Pero a consecuencia de entidades que comparten con
nosotros el metabolismo del planeta, comenzaron a dividirse y el resultado fue
la discordia entre las naciones y la destrucción de la paz. El planeta entero
entro en un caos que termino con el hundimiento de la Atlántica y el final del
sueño de la Tercera Humanidad.
Con la destrucción de la Atlántica se inició un periodo
de decadencia en el que la vida humana se degrado a nivel del animal. La Cuarta
Humanidad la constituían seres enfermizos, de corta vida e inteligencia escasa,
pero con un gran capacidad para reproducirse. De hecho ellos volvieron a
repoblar la Tierra. Supervivientes de la Tercera Humanidad les ayudaron
transmitiéndoles conocimientos básicos.
De nuevo el cambio de luz solar que controla la vida en
la Tierra señalo el inicio del Quinto Sol, y de la Quinta Humanidad que es la
nuestra. Los esfuerzos de la presente evolución se centran en recuperar la
perfecta comunicación interna, así como la paz y la armonía que esta produce.
Nuestros cuerpos en apariencia sólidos, han sido creados
a partir de la luz solar condensada, lo que nos convierte en recipientes de
Luz, igual que los ángeles.
Desde 1992 la luz del Sol ha cambiado, su vibración es
distinta e incluye más rayos violeta. Estamos viviendo los inicios del Sexto Sol,
y estamos asistiendo al nacimiento de la Sexta Humanidad.
Los precursores de esta nueva raza ya habitan entre
nosotros. Siempre ha habido Maestros vivos, pero hemos tenido demasiado miedo
de aceptar su nueva y simple verdad; que procedemos de la Luz, que somos de
Dios.
Cuando lo reconozcamos seremos
capaces de olvidar los sentimientos de temor, odio, culpabilidad, envidia y el
sufrimiento.
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