Estas continuamente
tratando de mantenerte dentro de tu área de confort. Te esfuerzas por
intentar que las personas, los lugares y las cosas sean de un modo tal que
permitan que todo sea según el modelo
que tú te has creado. Si las cosas empiezan a orientarse en otra dirección, te
sientes incómodo. Entonces tu mente se activa y te dice lo que debes hacer para
intentar que las cosas vuelvan a ser como tú quieres.
En cuanto alguien empieza a comportarse de un modo que no
encaja con tus expectativas, tu mente comienza a hablar. Te dice: “¿Qué debo
hacer al respecto? No puedo limitarme a ignorar lo que ha hecho. Podría abordarle directamente o bien pedirle
a alguien que hable con él”.
Tu mente te está diciendo que lo arregles, pero en
realidad la finalidad no reside en hacer
esto o aquello, sino en conseguir llegar cuanto antes a tú zona de confort,
esto es lo que realmente importa. Y dado que esta zona es finita, todos los
intentos de mantenerse en ella hacen que
te mantengas tú mismo dentro de los confines de lo finito. Ir más allá supone
siempre abandonar el esfuerzo por mantener las cosas dentro de los límites que
tú mismo has definido.
De modo que puedes vivir de una de estas dos maneras; pues
dedicar tu vida a mantenerte dentro de tu zona de confort o puedes trabajar en
aras de tu libertad.
Para entenderlo mejor, hagamos un viaje al zoológico.
Imaginemos que te lo estás pasando en grande hasta que ves a un tigre dentro de
una jaula pequeña. Esto hace que te pongas a pensar cómo sería pasar el resto
de tu vida confinado en un recinto tan estrecho. El mero hecho de pensar en
ello te resulta espantoso. Pero lo cierto, es que los confines de tu zona de
confort constituyen una jaula así de reducida.
Si reflexionas acerca de ello verás que te mantienes
dentro de la jaula porque tienes miedo. Tu zona de confort te resulta familiar
mientras que más allá está lo desconocido. Ir más significa, ir más allá de los
confines de tu jaula. En realidad no debería haber jaula alguna.
El alma es infinita y, por tanto, es libre de expandirse
por doquier, es libre de experimentar la vida entera. Sin embargo, solo puede
hacerlo si estás dispuesto a afrontar la realidad sin fronteras mentales. Si
aún conservas barreras mentales, debes estar dispuesto a ir más allá de ellas.
Y recuerda: decorar tu jaula con hermosas experiencias, bellos recuerdos y
grandes sueños no es lo mismo que ir más allá. Una jaula sigue siendo una jaula
aunque le des otro nombre o tenga otro aspecto.
Tienes que estar
dispuesto a ir……..más allá.
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