La mente
inconsciente es un laberinto muy activo, donde tenemos acumuladas todas las
experiencias vividas. En ocasiones notamos como nos envuelve el caos de
situaciones no resueltas que quieren fluir de algún modo, es una sensación o
impulso que parece tener vida propia, y que existe dentro de nosotros.
En la
psicología moderna, esta entidad oculta se ha llamado la “sombra” o el
“inconsciente”
Pluma
Blanca llamó a esta entidad “psorax”.
Psorax es una energía atrapada, una proyección mental que no puede proyectarse, es una entidad psicofísica que en algunos aspectos es auto-creada por el individuo, pero que al mismo tiempo es alimentada por el intercambio de entidades psorax de otros humanos.
Un ejemplo práctico: estamos en paz, solo con unos pocos pensamientos positivos en la mente y algunas sensaciones agradables. Detrás de esta actividad sutil de la mente hay un profundo testimonio misterioso que sólo es agradable. De la nada, al parecer, entra una imagen oscura, violenta en la escena mental. ¿Es mi propio inconsciente alterando mi paz, o es porque otra persona está cerca y tengo la sensación de su sufrimiento?
Esta semilla vibra dentro de mi mente, y tal vez excita algunos recuerdos y temores. Solo estando en un estado de calma profunda y no-juicio podemos empezar a presenciar estas actividades, y darnos cuenta de cómo afectan nuestra mente, veremos cómo nuestros sentimientos cambian, e incluso cómo y dónde están influencias vibran y se arraigan en el cuerpo físico. Lo más importante es distinguir si el Psorax es nuestro o del otro.
Pluma Blanca era un yogui avanzado, así como un sanador, y utilizó su conocimiento para observar estos fenómenos, saber cómo se crean las enfermedades físicas y mentales, y desarrollar maneras de curar estas enfermedades basándose en estos conocimientos.
La meditación profunda y sincera es la manera más eficaz de ver y procesar la sombra, pero esto depende mucho de la salud mental, de la determinación y el discernimiento que solo se desarrollan con voluntad y esfuerzos en la vida espiritual.
Esta
moralidad práctica aporta conciencia de sí mismo y las ideas universales de
cómo mantener el equilibrio mental a través de la responsabilidad personal y
social adecuada. Sin tener estas ideas fundamentales de humanismo, el ser humano
no es sino una mezcla de impulsos animales.
Estas son
las enseñanzas que Pluma Blanca compartió con Anandamurti, ambos impulsaron a
más personas para que dentro de la sociedad lucharan contra las energías negativas. Sin
los esfuerzos de estos dos hombres que hablaban de este fenómeno de la manera
más práctica y científica posible, todavía estaremos en la oscuridad acerca de
la comprensión de “psorax”.
Ese es nuestro objetivo,
y nuestra responsabilidad