CUANDO YA NO SOMOS CAPACES DE CAMBIAR UNA SITUACIÓN, NOS
ENCONTRAMOS ANTE EL DESAFÍO DE CAMBIARNOS A NOSOTROS MISMOS. Victor Frank
¿QUIÉN CREE TODAVÍA QUE PUEDE
CAMBIAR EL MUNDO EN LOS MOMENTOS EN QUE ÉSTE PARECE EMPEÑADO EN SEGUIR OTRA
RUTA?
En realidad, podemos influir más
o menos en situaciones y personas con nuestro tesón e inteligencia, pero donde
sí podemos operar con plena eficacia es modificando nuestra manera de ver e
interpretar los aspectos que nos perturban e inquietan. Y lo más curioso es
que, tras la inteligente aceptación de los hechos, no sólo equilibramos nuestra
vida emocional, sino que, además, el mundo también cambia.
Una vez que aceptamos y adaptamos
nuestra lente interna al curso de “lo que hay”, ¿qué extraña ley modifica
incluso las actitudes y conductas de personas ajenas? En realidad, y según las
más avanzadas leyes de la Física, la película que vemos en el exterior no deja
de ser, en buena medida, una proyección del programa que tenemos en nuestro
interior. Los acontecimientos discurren en función de unas leyes naturales,
pero la interpretación que hacemos de lo que sucede es una opción íntima y
subjetiva, y por ello, susceptible de ser modificada.
A MENUDO, EL HECHO DE
ACEPTAR Y POSITIVIZAR UNA SITUACIÓN ELIGIENDO LA INTERPRETACIÓN MÁS POSITIVA,
DESENCADENA UN INSÓLITA INFLUENCIA SOBRE LA FACETA EXTERNA QUE CONSIDERÁBAMOS
INAMOVIBLE Y AJENA.
Una vez que nos adaptamos a la
situación, se mueven energías insólitamente favorables. Una vez hemos logrado
relativizar las cosas que, anteriormente nos perturbaban, adquirimos un grado
mayor de templanza. Sabemos que nuestra forma de mirar el mundo y de pensar a
las personas, influye, tarde o temprano, en el diseño y guion de nuestras
experiencias. Sabemos también que muchas de las emociones que experimentamos
son consecuencia de un proceso que se desarrolla en la parte inconsciente de
nuestra mente. Es por ello que merece la pena evitar culpar a los demás, y
tener en cuenta que si no nos gusta lo que recibimos, convendrá prestar
atención a lo que emitimos.
CUANDO SOMOS CONSCIENTES DE QUE
NUESTRO CONJUNTO DE CREENCIAS SON LAS QUE CREAN EL MUNDO EMOCIONAL QUE
HABITAMOS, UNO SE TORNA ALERTA CON LAS OPCIONES DE PENSAMIENTO QUE APARECEN
ANTE SU CORRIENTE DE CONSCIENCIA.
Atención a las palabras que
pronunciamos y a los patrones que subyacen tras nuestras actitudes. La persona
que ha comprendido el enorme poder que su mente tiene en la configuración del
mundo, ya no controla tanto las circunstancias externas sino que, más bien,
dirige su mirada hacia las propias actitudes y pensamientos que sutilmente las
posibilitan.
TENEMOS MUCHO MÁS QUE VER DE LO
QUE PARECE EN AQUELLO QUE “NOS SUCEDE”. CUANTO MÁS CONSCIENTES SEAMOS DE
NUESTROS PENSAMIENTOS Y ANHELOS, EL DESTINO, CADA VEZ, ESTARÁ, EN MAYOR MEDIDA,
EN NUESTRAS MANOS.
SE TRATA DE CAMBIAR EL FOCO DE
VISIÓN ELABORANDO OPCIONES MÁS POSITIVAS Y FORMULANDO EL MUNDO TAL Y COMO LO
DESEAMOS VIVIR. SIN DUDA, UNA COMPETENCIA NACIDA DE NUESTRA MADUREZ CO-CREADORA
QUE APRENDIÓ QUE EL SECRETO QUE MUEVE EL MUNDO ESTÁ EN EL CORAZÓN DE LA PROPIA
ALMA.
Esteban Perez.
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