Desde
principio de Septiembre hemos estado -consciente o subconscientemente desconectándonos tanto como nos ha sido
posible –y en algunos casos “definitivamente”- del medio social que hasta ahora
nos tenía atrapados. Era algo así como
sentirse un poco en hibernación. Muchas
personas han sufrido alteraciones que las han obligado a descansar, ya que de
otro modo no lo hubiesen hecho
El
mundo se percibe cada vez más ruidoso y va a volverse aún más ruidoso. Ahora,
todos opinan sobre todo y están emocionalmente involucrados con esas
opiniones. Esto no es malo – es mejor que sentirse apáticos – y solo Dios sabe
que durante años se nos ha dicho ‘hablen su verdad’, y ‘encuentren su voz’ pero
la manifestación actual se asemeja a tener una habitación llena de equipos de
televisión todos ellos sintonizados a diferentes canales a todo volumen.
Es
como si alguien hubiese espolvoreado polvo de ‘juicio’ en el ambiente.
Si
mencionan que debemos permanecer centrados, alguien responderá agresivamente
diciendo que no es bueno reprimir los sentimientos. Si hablamos respecto a
nuestras frustraciones, recibiremos a cambio una conferencia respecto a cómo
debemos sobreponernos a nuestros sentimientos. Manifestad apoyo hacia una
demanda en particular y siempre habrá alguien que opine que hay otra demanda de
mayor importancia.
A
medida que la luz se intensifica en este planeta, todo se intensifica. El amor
y la gratitud asumen un nuevo nivel, no obstante cualquier cosa que esté
todavía en nuestra sombra conjuntamente con cualquier emoción que sintamos,
también se amplifica. Así que estos momentos de juicio, sea que estemos
expresándolos o seamos recipientes de ellos, sirven un propósito en el sentido
que están haciendo brillar una luz en los otros lados de la caja que habitamos,
ayudándonos en última instancia a que seamos más completos como individuos y
como colectivo. Sin embargo, se necesita percepción para ver estos momentos de
esta forma, pero desgraciadamente, lo que estamos viendo es mucha gente
respondiendo a esta energía con enojo, dolor, violencia y depresión
.
La
luz que está aquí y dentro de nosotros, nos facilita una transformación masiva
para todos y para todo en este planeta, y eso es bueno pero no es fácil.
Discernid respecto a cómo elegís participar en el proceso actual de
demolición/renovación que es nuestra realidad personal y global actual. No hay
bien o mal, mejor o peor. Todos juegan un papel diferente y su papel puede
cambiar de un día al otro. Un impulso de acción motivada puede dar paso a
semanas de vivir a espaldas del mundo, solamente para resurgir revitalizados y
refrescados. Tratad de no juzgar o a los demás, durante este proceso. Todos
están en una etapa diferente y hasta eso es una manera muy ‘lineal’ de abordar
las cosas sugiriendo que algunos van ‘delante’ mientras otros están ‘atrás’. La
verdad es que casi todos estamos ‘delante’ en alguna forma aunque todavía
despertando cuando se trata de ciertos aspectos internos o ciertos aspectos de
la realidad.
Estamos
en un momento crucial de nuestra vida y hemos de cuidarnos más y mejor. Comed,
bebed y haced cosas agradables para sí mismos. Si lo externo es muy
escandaloso, daros un tiempo para relajaros. En aras de nuestra salud emocional
y mental muchos necesitamos ahora desconectarnos de la conciencia de grupo de
la vieja realidad y eso puede hacernos sentir como si estuviésemos colgando en
un vacío, conectados a nada y a nadie. En realidad, no estamos en un vacío pero
nos sentimos así porque no estamos acostumbrados a no estar apegados a la muy
densa realidad que hasta ahora existía.
La
libertad se puede sentir extraña. Puede traer dolor y sentimientos de traición:
como si estuviésemos traicionando a los que permanecen en la vieja realidad de
la que “nos desconectamos”. La ‘desconexión’ no significa desconexión total de
los asuntos globales. Al contrario, es vivir desde un espacio claro, centrado,
pero “desconectado del drama y conectado a nuestra fuente/centro de energía”.
Puede que nos sintamos engañados a medida que el mundo de
nuestro alrededor no concuerda con lo que pensaron que sería ahora. Tengo
momentos en los cuales siento eso también, pero al final del día cuando vamos a
nuestro corazón y le preguntamos a nuestra alma “¿por qué estoy aquí?” “¿Adónde
me lleva todo esto?” recibo palabras, guía, un sentimiento o visualización que
me ayuda a entender y me estimula a avanzar. Es muy importante que os conectéis
con vuestro corazón, vuestro propio centro y vuestra propia voz interna de
sabiduría y guía.
Todo esto se
puede resumir realmente en unas pocas palabras:
Amor. Dáoslo. Estad en él. Dároslo a
vosotros mismos y a los demás, y permitidme que yo os lo dé.
J.A.Marcos Fonfria.
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