Mantener
relaciones con personas que sufren el Trastorno de la Personalidad Narcisista
(TPN) implica entender una serie de dinámicas complejas y desafiantes y el
hecho de que a menudo, esa relación deja cicatrices emocionales duraderas,
desde el dolor emocional hasta el trauma persistente.
Hay una
serie de fases que caracterizan la forma en que los narcisistas actúan con
respecto a sus relaciones interpersonales, especialmente las románticas. Estas
etapas revelan un patrón de manipulación, control emocional y eventual abandono
emocional y físico que puede afectar profundamente a la pareja.
Comprender
estas fases puede ayudar a reconocer las dinámicas en juego y, para quienes se
encuentran atrapados en este tipo de relaciones, a emprender un camino hacia la
recuperación de sí mismos tras haber estado bajo la influencia y el fuerte
vínculo de alguien incapaz de preocuparse o sinceramente interesarse por el
bienestar de otros.
FASES DE LA RELACIÓN CON UN NARCISISTA
El narcisista inicia esta fase
estudiando meticulosamente (consciente o inconsciente de su objetivo), rutinas,
intereses y debilidades de su objetivo. Su
propósito es recopilar información valiosa que le permite manejar la situación
de manera efectiva. Durante esta etapa, el narcisista muestra su carisma y
magnetismo de forma sutil, sin involucrarse directamente, despertando el
interés del objetivo y atrayéndolo hacia la relación.
2. Aproximación o acercamiento
En esta etapa, el
narcisista establece contacto con su objetivo y comienza a lo que se conoce
como “bombardeo amoroso”, inundándolo
de afecto excesivo, regalos, atención y halagos. Esta táctica genera un
sentimiento de euforia y hace que la víctima sea más susceptible a los encantos
del narcisista. Este se muestra profundamente involucrado en la relación, lo
cual acelera su intensidad y fomenta una falsa
sensación de intimidad y conexión.
En esta fase, el
narcisista construye cuidadosamente una personalidad idealizada, resaltando sus
logros, conexiones, y posesiones materiales para cautivar y encantar a su objetivo.
Genera un aura de éxito y deseabilidad, asegurándose de que su objetivo lo
perciba como alguien excepcional y digno de admiración. El narcisista crea
la ilusión de ser completamente compatible adaptando su personalidad,
reflejando los intereses y valores de su pareja, fortaleciendo el vínculo
emocional, y consolidando la confianza de la relación.
4. Necesidad
Esta es probablemente la fase más prolongada y
emocionalmente agotadora. El narcisista capitaliza en la compasión y empatía de
su pareja-cualidades que el narcisista busca con frecuencia en sus
parejas-aprovechando sus vulnerabilidades o necesidades emocionales. Genera frecuentemente dramas y crisis para
mantener el control emocional, combinándolo con bombardeos amorosos, con
tácticas que crean un sube-y-baja a nivel hormonal que crea dependencia.
A medida que la
pareja prioriza las necesidades del narcisista y descuida las suyas, se
vuelve evidente una erosión de la autoestima y de los límites personales que
indican codependencia, y podría desarrollarse el vínculo traumático. Esta etapa
es básicamente la de abuso emocional, normalmente indetectable
5. Descarte o desecho
Contrario a la creencia popular, la fase de descarte no
siempre es repentina. Puede desarrollarse de manera gradual y ser dolorosamente
prolongada. El narcisista puede estar
planeando su estrategia de salida mientras aún necesita mantener la relación
por diversas razones.
Comienza a retirarse emocionalmente, desaparece el bombardeo amoroso, privando a su pareja de intimidad y
apoyo fundamental. Esta fase está llena de gaslighting, acusaciones,
devaluación, abuso y una falta de compromiso, lealtad y responsabilidad.
La pareja, abandonada a su suerte, puede permanecer bajo
la ilusión creada por el narcisista de que es su culpa y que merece el
“castigo”. Como el abuso ya es notorio, la
relación se agrava cuando la pareja victimizada comienza a comprender lo que
implica el narcisismo. Esta forma de conciencia puede ser percibida como
una amenaza por el narcisista y ser el detonante para el abandono.
6.
Abandono
Esta fase, a menudo pasada por alto, es crucial para
comprender las motivaciones del narcisista. Al prepararse para finalizar la relación, el narcisista puede intentar
un último esfuerzo para retomar el control y preservar su imagen. Puede
ofrecer disculpas, expresar remordimiento o manipular a la pareja para que crea
en sus cualidades redentoras, eximiéndose de culpa y asegurando su reputación.
Sin importar la respuesta de la pareja, el narcisista finalmente abandona la
relación mientras construye una
narrativa que lo presenta como la víctima.
El
trauma asociado a las relaciones con un narcisista
Por lo general, la pareja
es seleccionada por sus atributos positivos y debilidades, que el narcisista
busca explotar. Sentirse visto y apreciado por el narcisista lleva a la
pareja a bajar la guardia y a desarrollar confianza en el narcisista. Estas
cualidades positivas -como la compasión- los convierte en presas fáciles de
técnicas manipuladoras como el gaslighting, debido a la confianza y al probable
vínculo traumático que se desarrolla en nombre del amor.
Las fases de descarte y abandono son dañinas. Un descarte lento puede mantener a la
pareja en un estado de incertidumbre, activando constantemente sus respuestas
al estrés y alterando el funcionamiento de su sistema nervioso día tras día.
Este proceso emocional sostenido es conocido como Trauma
complejo o una forma de traumatización lenta que merma constantemente la
confianza y la esperanza de tener una vida satisfactoria, interpretada por el
cerebro y el sistema nervioso como el miedo a no sobrevivir.
Con el tiempo, el narcisista erosiona las cualidades mismas que
inicialmente lo atrajeron hacia su pareja. La
víctima puede llegar a experimentar una pérdida de equilibrio –desregulación-
que disminuye su autoestima, y debilita su sentido de identidad, quedando
desorientada, indefensa y cuestionando su capacidad de resistencia frente al
abuso emocional continuo.
Recuperación después de la relación con un narcisista
Reconocer estas dinámicas y características en la relación puede ayudar a reconocer las señales y comprender las verdaderas intenciones detrás de las acciones del narcisista. Este es el primer paso para sanar, reconstruir una autoestima dañada y recuperar todo el potencial personal que se ha consumido en sostener una relación imposible. Identificar estas fases permite tomar medidas para proteger el bienestar emocional, establecer límites que prevengan daños futuros, y tomar decisiones que abran la puerta a una mejor vida.