FENOMENOS SOLARES
El plasma que compone
un evento denominado prominencia
de la corona polar, registrado recientemente en una llamativa imagen, viaja a 36.000
kilómetros por hora.
A medida que el Sol se acerca a su punto máximo de
actividad dentro del actual ciclo solar, que se prevé sobre 2025, se
incrementan los eventos más virulentos e impactantes: ahora, el astro rey “escupió”
una gigantesca “cascada de plasma”, cuya altura de alrededor de 100.000
kilómetros equivale a colocar ocho Tierras apiladas una encima de la otra.
Aunque es un fenómeno relativamente habitual, los científicos aún no comprenden
en profundidad sus características.
Un astro-fotógrafo
de la ciudad de Rafaela, en Argentina, tomó recientemente una increíble imagen
de una enorme pared de plasma que cae hacia la superficie del Sol a velocidades extremas, luego de ser liberada
violentamente cerca del polo sur solar. Es un fenómeno conocido como
prominencia de la corona polar: aunque ha motivado diferentes estudios
científicos, aún no existe un consenso entre especialistas sobre sus
condiciones y formación. Este tipo de eventos extremos podría incrementarse
sobre 2025, cuando nuestra estrella llegue a su pico de actividad en el marco
del actual ciclo solar.
Una
pared de plasma
El 9 de marzo pasado, Eduardo Schaberger Poupeau empleó
una cámara especializada para capturar la sorprendente imagen. Según el
astro-fotógrafo, el plasma “se elevó unos 100.000 kilómetros sobre la
superficie solar. En la pantalla de mi ordenador, parecía que cientos de hilos
de plasma caían por una pared”. Indicó a SpaceWeather. Com. Para tener una idea
de la magnitud de la pared de plasma, la misma tendría una altura similar a
colocar ocho planetas del tamaño de la Tierra apilados uno encima del otro.
Este fenómeno deslumbra al ser apreciado, pero en
realidad es bastante común en la dinámica del Sol. Conocidos como prominencia
de la corona polar (PCP), estos eventos son semejantes a las prominencias
solares normales, de la superficie del Sol por la acción de campos magnéticos.
La diferencia es que los PCP tienen lugar en las cercanías de los polos
magnéticos solares, concretamente en latitudes entre 60 y 70 grados norte y
sur.
Como los campos magnéticos cerca de los polos son mucho
más fuertes, estas emanaciones a menudo colapsan hacia el Sol: su erupción y
posterior rápido regreso a la superficie solar les ha valido el apodo de “cascadas
de plasma”, según un artículo publicado en Space. com. Sin embargo, los científicos
aún no comprenden por qué descienden tan rápido luego de elevarse súbitamente.
Un
misterio a resolver
El plasma de estas prominencias regresa a la superficie
del Sol a velocidades de hasta 36.000 kilómetros por hora, que según la NASA es
mucho más rápido de lo que deberían permitir los campos magnéticos que
intervienen en el evento, en función de los cálculos realizados por los
expertos. Ahora, los especialistas buscan revelar los mecanismos que hacen
posible este vertiginoso ritmo de descenso.
Una de las claves puede estar en un estudio publicado en
2021 en la revista Frontiers in Physics, que sugiere que los PCP experimentan
dos fases durante sus erupciones: una más lenta, donde el plasma se dispara
hacia arriba, y una fase de mayor
velocidad, en la cual el plasma se acelera hacia su pico de altitud. Esta
variación podría afectar la forma en que el plasma vuelve a caer a la superficie
del Sol, pero se requieren nuevas investigaciones para confirmarlo.
Todo indica que esta clase de fenómenos podrían
multiplicarse o intensificarse cuando el ciclo solar 25, que actualmente
atraviesa nuestra estrella, alcance su punto máximo con 115 manchas solares.
Este momento que coincido con el pico de actividad solar dentro de sus ciclos
de 11 años, se concretaría aproximadamente en julio de 2025, de acuerdo a lo
previsto por la NASA
Pablo Javier Piacente
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